En este canal ya hemos probado algunas de las versiones híbridas enchufables de Seat, e incluso de Cupra, pero aún teníamos pendiente hacer una de este vehículo, el Seat Tarraco, el SUV de mayor formato de la marca, en su versión híbrida enchufable o e-Hybrid, como se denomina en la firma de Martorell.
Estamos hablando de la misma tecnología que en el resto de los modelos PHEV de la marca, es decir; un vehículo equipado con un propulsor de gasolina 1.4 TSI de 150 CV más un eléctrico de 116 CV que en este caso equilibran su potencia en 245 CV y 400 Nm de par.
Además, monta una batería de iones de litio que, con una capacidad bruta de 13 kWh, es capaz de asegurar una autonomía en modo eléctrico de hasta 48 kilómetros, lo que junto a su capacidad de carga externa le garantiza la etiqueta Cero de la DGT.
Esta batería no acepta cargas rápidas pero sí conexiones con enchufes normales o de conexión Mennekes, con unos tiempos de espera que pueden ir de las tres horas y media con una potencia de 3,6 kW (la máxima admitida) hasta las cinco o seis horas si lo hacemos una conexión convencional de 2,3 kW.
Economía
La carga de la batería es la piedra angular de la funcionalidad y el ahorro de este Tarraco
Y es que la carga rutinaria de la batería es la auténtica razón de ser de este vehículo, pues además de la etiqueta Cero, se consigue reducir el consumo de la gasolina que, a pesar de estos tiempos, aún sigue siendo más cara que la encarecida electricidad.
El fabricante anuncia un gasto oficial de 1,9 litros a los 100 km, una cifra difícil de alcanzar a no ser que utilicemos siempre las cargas de la batería y circulemos en ciudad y en trayectos de alrededor de 40 km, que es la autonomía media real en modo 100%.
Lo normal es que el consumo de gasolina, en un circuito mixto de carretera y ciudad y aprovechando al máximo la batería, sea del orden de 2,5 y 3 litros de gasolina. Sin duda es un valor muy interesante para un coche como este, aunque también es cierto que si nos quedamos sin energía en la batería este gasto sube sin contemplaciones por encima de los seis y siete litros.
Dinámicamente hay dos versiones, la Xcelence y la FR que probamos hoy y que cuenta con suspensión adaptativa combinable con los modos del Seat Profile, que es de serie para ambos. Lo cierto es que, aunque existen claras diferencias entre los modos más extremos Eco y Sport, en general el Tarraco e-Hybrid sigue siendo un vehículo de filosofía ágil, aunque no deportivo.
En modo Eco la respuesta a nivel de aceleración queda muy difuminada, pues lo que se busca es un consumo mínimo de energía. Por el contrario, en el modo Sport tenemos un coche más reactivo tanto a nivel respuesta como de bastidor.
Al margen del Seat Profile, este Tarraco e-Hydrid cuenta con el botón S-Boost con el que se consigue una respuesta más deportiva al obligar al motor térmico y al eléctrico a trabajar a la vez para asegurar las máximas prestaciones posibles en cada momento.
Conducción
Eficacia dinámica y altas prestaciones gracias al apoyo eléctrico
Todo esto queda perfectamente asumido y gestionado por el cambio automático DSG y la tracción delantera, que, en este caso, y bajo una conducción decidida sobre pisos de baja adherencia, hace trabajar horas extras al control de tracción, ya que el Tarraco PHEV no está disponible con tracción total.
Un aspecto que siempre ha caracterizado a la gama Tarraco es la posibilidad de optar por una alternativa de siete plazas en tres filas de asientos, pero que en este Tarraco e-Hybrid no va a ser posible, pues la batería, su sistema de recarga y el depósito de combustible ocupan una parte del maletero y con ello la posibilidad de colocar esa tercera fila escamoteable.
También pierde el sistema de doble fondo y solo deja bajo el piso un hueco para guardar los cables de carga. En total estamos hablado de 610 litros frente a los 760 que ofrece un Tarraco de gasolina y cinco plazas.
La segunda fila mantiene su configuración asimétrica de desplazamiento longitudinal, con un diseño realmente cómodo para los pasajeros laterales y algo hipotecado para el central, que tiene una base algo más estrecha y corta que las otras dos plazas.
El espacio para las piernas sigue siendo notable, lo mismo que para las plazas delanteras, que en este acabado FR cuentan con unas butacas de diseño algo más deportivo.
El diseño moderno, los acabados de buena calidad y el equipamiento de este Tarraco e-Hybrid siguen siendo los mismos que el resto de toda la gama.
En este caso llega con un cockpit digital y una pantalla central que aúna el sistema de infoentretenimiento habitual de Seat, con la conexión inalámbrica para los dos sistemas operativos móviles habituales, pero que integra un modo extra en su menú para la gestión y control del funcionamiento híbrido y de recarga.
Tampoco olvida el clásico cuadro de equipamiento de seguridad de la gama como las luces automáticas, la ayuda al mantenimiento del carril o el control de velocidad activo con la frenada automática con detector de peatones entre otros elementos y solo deja como opción el Travel Assist para una conducción semiautónoma con reconocimiento de señales.
Sus precios van desde los 46.370 euros del Xcelence a los 48.230 euros del Tarraco e-Hybrid FR, unos precios a los que podríamos aplicar las ayudas del plan Moves III.