Muchos aficionados daneses se congregaron ayer en Copenhague para recibir al ganador del Tour de Francia de este año, Jonas Vingegaard, que llegaba a Dinamarca para celebrar haber escrito su nombre entre los grandes de este deporte.
El furor fue tal que las autoridades locales se vieron obligadas a cortar algunas calles mientras duró el paseo de Vingegaard entre la afición, aunque no es para menos. Más allá de lo grandiosa que ha sido la edición de este Tour, un país tan ciclista como Dinamarca, llevaba ni más ni menos que 26 años sin ver a uno de los suyos subirse al cajón más alto en los Campos Elíseos. En 1996 pudieron celebrar el maillot amarillo de Bjarne Riis, que hasta ahora era el único ganador danés de la Grande Boucle.
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Este 2022, Vingegaard se ha ganado a pulso su condición de ganador de la prueba gala, pero, aunque el recibimiento en Copenhague haya sido una auténtica locura para él, su fiesta aún no ha terminado y hoy regresará a su pueblo natal, Glyngore, para celebrarlo con su gente. Tras eso, le espera un merecido descanso que espera alargar hasta finales de agosto.
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