Entre 2010 y 2019, los accidentes mortales de tráfico en la Unión Europea descendieron un 21%, pero aún así el número de personas fallecidas y heridas sigue siendo muy elevado. A día de hoy, la cifra de cero fallecidos y cero heridos graves en accidentes de tráfico que propone alcanzar Naciones Unidas en 2050 sigue pareciendo un objetivo aún muy lejano. En 2021, perdieron la vida un total de 19.900 personas en las carreteras europeas, un 13% menos que en 2019, año de referencia al ser el último sin restricciones de movilidad.
En España, la implantación del límite máximo de velocidad a 30 km/h en las vías urbanas de un único carril por sentido, una medida que afecta a siete de cada diez calles y que lleva en vigor año y medio, ha evitado una de cada cinco muertes en siniestro de tráfico en 2021. El año pasado, fallecieron 417 personas en las vías urbanas, lo que supone 102 menos, es decir un descenso del 20% en relación con 2019.
Sin embargo, la siniestralidad en las carreteras experimenta un ligero aumento. Hasta el pasado día 13 se han registrado 896 fallecidos, lo que supone un 4% más que en el mismo periodo del año anterior. Pere Navarro, director general de Tráfico, atribuye es te incremento a “una cierta relajación” de los conductores. El exceso de velocidad y las distracciones son las principales infracciones que cometen los automovilistas en nuestro país, pero evidentemente no son las únicas.
Desde hace tiempo, la Dirección General de Tráfico (DGT) ha puesto el foco en estas dos conductas inapropiadas destinando todo tipo de medios, humanos y tecnológicos, para detectar y sancionar a los conductores que infringen las normas. El organismo también redobla sus esfuerzos para evitar que los automovilistas se pongan al volante después de haber ingerido alcohol o drogas, que son otras de las grandes lacras de la seguridad vial en nuestro país.
La siniestralidad se ha reducido un 20% en las vías urbanas, pero se ha incrementado un 4% en las carreteras
Transporte de mercancías
Más allá de llevar a cabo estas medidas de control, Tráfico analiza también otras situaciones que tienen un fuerte impacto en la seguridad vial. En este sentido, Pere Navarro considera que habría que replantearse el modelo de transporte de mercancías, tanto de largo recorrido como en lo que se refiere a las entregas de paquetes en los núcleos urbanos.
El titular de la DGT cree que sacar camiones de la carretera y potenciar el transporte de mercancías por ferrocarril permitiría potenciar la seguridad en la carretera. "Si se me pregunta ahora por una medida para reducir la siniestralidad vial, diría: llevar las mercancías de la carretera al ferrocarril”, recalca Navarro en una entrevista con la agencia Efe.
Actualmente, en España, solo el 4 % de las mercancías se transporta en tren, frente al 15 % de la media europea. No obstante, Navarro reconoce que tomar una decisión de este tipo "no debe de ser fácil" porque desde hace años se han planteado esta medida gobiernos "de todos los colores y seguimos en el 4 % de las mercancías por ferrocarril".
Restricciones
Por ahora, las autoridades competentes en materia de tráfico y seguridad vial disponen de medidas especiales de regulación que restringen temporalmente la circulación de camiones en fechas y recorridos para los que se prevén desplazamientos masivos. Dichas restricciones suelen tener lugar durante la Operación Salida de verano y los puentes.
En España, solo el 4% de las mercancías se transporta en tren, frente al 15 % de la media europea
Por norma general, estas medidas afectan a los vehículos de transporte de mercancías de más de 7.500 kg de masa máxima autorizada, vehículos de transporte de mercancías peligrosas y vehículos especiales y vehículos que precisen autorización complementaria de circulación.
La DGT publica en su página web un mapa en el que se muestran las restricciones activas durante el día que se complementa con el servicio telefónico 011.
Entrega de paquetes
Por lo que se refiere a al transporte de reparto a causa de las compras por internet, Navarro apunta que las “entregas fallidas generan un tráfico de agitación innecesario y evitable”, por lo cual apuesta por un modelo de distribución que permita introducir las mercancías "por la noche, de forma silenciosa", en la ciudad para que durante el día solo quedase "la última milla" del reparto.
Se trataría de "hacer la última distribución de forma amable y evitar la entrada de todos estos vehículos (furgonetas, sobre todo) a cualquier hora", dice Navarro. Asimismo, considera que la diversificación y aumento de los puntos de entrega (quioscos, peluquerías, estancos, zapaterías…) contribuirían a evitar esas "entregas fallidas”.