La desconocida etiqueta ambiental V-26 de la DGT: ¿Qué coches la llevan y cuáles son sus ventajas?
El quinto distintivo
La pegatina es de color azul y en su interior se muestra el dibujo de un coche con cinco personas alrededor
La etiqueta ambiental V-26 de la DGT está diseñada para los vehículos compartidos
Las políticas medioambientales de la Unión Europea para reducir las emisiones tienen un efecto directo sobre la movilidad. En España, la Dirección General de Tráfico (DGT) estableció en 2016 una clasificación de los automóviles según sus emisiones contaminantes por medio de unas etiquetas ambientales. Su objetivo es discriminar positivamente a los vehículos más sostenibles para crear un entorno más saludable con miras a alcanzar el anhelado reto de la neutralidad climática en el año 2050 que Europa ha trazado en su hoja de ruta.
Los distintivos de la DGT sirven para clasificar el parque nacional de vehículos. Las pegatinas más comunes que vemos colocadas en el ángulo inferior derecho del parabrisas (o en un sitio visible del vehículo en el caso de carecer de este elemento) son la Cero, Eco, B y C. Técnicamente se denominan V-25 y clasifican a los vehículos en función de sus emisiones. Quedan fuera de esta catalogación los coches que funcionan con gasolina matriculados antes del año 2000 y los vehículos diésel matriculados antes de 2006.
Los coches con etiqueta ambiental pueden acceder a las Zonas de Bajas Emisiones
Pero además de estas cuatro etiquetas que podemos ver con cierta frecuencia en las ciudades donde se han acotado Zonas de Bajas Emisiones existe un quinto distintivo que suele pasar desapercibido al pertenecer a un grupo de vehículos minoritarios. Se trata de la etiqueta V-26 que únicamente pueden llevar los coches y motos compartidas.
De hecho, la etiqueta V-26 se incorporó al registro de vehículos de la DGT en 2018, dos años más tarde que las otras cuatro, para establecer la “correcta identificación” de los vehículos de sharing. Su objetivo es “analizar el impacto de los desplazamientos, facilitar el desarrollo de estrategias de movilidad y adoptar medidas de seguridad vial”, según consta en la Orden Ministerial PCI/810/2018 que regula su uso.
A diferencia de las otras cuatro etiquetas ambientales, la pegatina V-26 debe colocarse en el ángulo superior izquierdo del parabrisas
El distintivo diseñado para los vehículos de uso compartido es similar a las otras etiquetas ambientales, especialmente la Cero (destinada a coches eléctricos e híbridos enchufables) ya que también es de color azul. Ahora bien, en su interior está representado, en blanco, un vehículo y cinco ocupantes. La etiqueta se completa con otros dos elementos comunes del resto de distintivos, es decir, la referencia individual del vehículo y el logo de la DGT.
Un coche con la etiqueta ECO
Para no interferir con el resto de etiquetas ambientales, la normativa establece que el distintivo V-26 debe colocarse “preferentemente en el ángulo superior izquierdo del parabrisas delantero por su cara interior”. Si el vehículo no dispone de parabrisas, la pegatina “se colocará en sitio bien visible”, indica la Orden Ministerial. En el caso de las motos, el lugar más adecuado es el carenado.
Los coches y motos de sharing con la etiqueta V-26 pueden circular por los carriles VAO sin tener en cuenta la ocupación del vehículo
El tamaño del distintivo varía en función del lugar donde se vaya a pegar el adhesivo: tiene un diámetro de un máximo de 97 mm para los vehículos que disponen de parabrisas y de un máximo de 87 mm para el resto de vehículos.
Los vehículos compartidos con etiqueta V-26 pueden usar el carril VAO
La etiqueta V-26 permite a los usuarios identificar a los vehículos compartidos. Aunque Tráfico no obliga a llevarla, recomienda hacerlo. En todo caso, la decisión recae en los ayuntamientos, que pueden obligar o no a exhibirla de acuerdo con las ordenanzas municipales. En Madrid, por ejemplo, es obligatorio llevarla.
Por otro lado, los vehículos con esta etiqueta se benefician de ciertas ventajas. Por un lado, pueden utilizar los carriles VAO de alta ocupación, aunque en el coche no viajen un mínimo de dos personas y, por el otro lado, tienen permitido estacionar en zonas de aparcamiento exclusivas.