Aunque el parque móvil español es uno de los más viejos de Europa, con una edad media de 14,2 años, según datos ofrecidos por la patronal de fabricantes de vehículos Anfac, la mayoría de los coches que circulan por nuestras carreteras disponen de aire acondicionado. Desde hace años, este equipamiento que anteriormente se ofrecía como un extra ha pasado a ser un estándar que ya viene incorporado de serie, lo que convierte la experiencia de conducción en verano en algo mucho más confortable que en otros tiempos más lejanos.
Aun así, hay conductores que prefieren circular con la ventanilla bajada, a pesar de contar con aire acondicionado en el coche. Creen que el aire fresco les brinda una sensación más placentera en los días calurosos y, además, logran ahorrar algo de dinero en combustible, dado que el sistema de climatización consume gasolina o diésel para funcionar. Según Endesa, utilizar el aire acondicionado puede incrementar el consumo de gasolina entre 0,2 y 1 litro cada 100 kilómetros.
Un hombre conduce con la ventanilla del coche totalmente abierta
Lo que estos conductores deberían tener en cuenta es que bajar la ventanilla solo a la mitad puede representar un riesgo potencial en términos de seguridad. En caso de accidente, el cristal parcialmente bajado podría impactar directamente en el cráneo, aumentando el riesgo de lesiones cerebrales graves. En cambio, llevar la ventanilla totalmente bajada o abierta solo unos dedos, puede resultar más seguro en términos de seguridad.
La DGT recomienda mantener la temperatura interior del coche entre los 21 y 23 grados
Un conocido instagramer, Bernat Escolano, especialista en ofrecer consejos relacionados con el mundo de la automoción, lo explica en el siguiente vídeo. Como puedes ver a continuación, él mismo simula cómo un impacto provocado por un accidente o un frenazo brusco puede afectar a un pasajero con la ventanilla bajada a la mitad. Por eso recomienda que si queremos bajar las ventanillas lo hagamos o bien hasta el final o solo unos cuantos centímetros, pero nunca hasta la mitad por motivos de seguridad.
En verano, no obstante, cuando el calor aprieta y el interior del coche alcanza temperaturas superiores a los 23 grados -la DGT recomienda mantener en el habitáculo entre los 21 y 23 grados-, lo más aconsejable es conectar el climatizador. Sin embargo, debemos tener en cuenta de que antes de arrancar el coche, en especial si ha estado aparcado al sol, es aconsejable aplicar lo que se conoce como el método japonés para que la temperatura baje de forma más rápida.
El uso del aire acondicionado puede incrementar el consumo de gasolina entre 0,2 y 1 litro cada 100 kilómetros, según Endesa
Este truco, popularmente conocido así por haber sido dado a conocer por un profesor universitario de Japón, consiste en abrir una de las ventanas del lado del conductor y cerrar y abrir la puerta del lado opuesto varias veces. Esta técnica crea un flujo de aire rápido a través del vehículo, que permite expulsar el aire caliente acumulado haciendo que el interior se enfríe más eficientemente. De este modo, al poner el aire acondicionado el habitáculo se va a enfriar antes.
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Conducir con una temperatura adecuada en el interior del vehículo, regulada por el aire acondicionado, es generalmente más seguro que hacerlo con la ventanilla bajada. Cuando el habitáculo está demasiado caliente, el riesgo de deshidratación y agotamiento por calor aumenta, lo que puede afectar la capacidad del conductor para mantener la concentración y reaccionar adecuadamente. Además, el calor extremo puede provocar una disminución en el rendimiento de los sistemas del vehículo y puede acelerar el deterioro de los componentes internos.