El verano es la época del año en la que se registran las temperaturas más altas. Las olas de calor se encadenan cada vez con mayor frecuencia y ya hemos normalizado que el termómetro registre temperaturas por encima de los 35 grados cuando antes estos valores eran muy excepcionales. Todos, sin excepción, sufrimos los rigores del calor, sobre todo en situaciones muy concretas durante los meses de julio y agosto, que son los más calurosos del año.
El coche suele ser uno de esos lugares donde podemos pasar más calor en verano. Hay que tener en cuenta que, según una infografía publicada por la Policía Nacional en su cuenta de Twitter, cuando la temperatura exterior es de 39 grados, algunas partes del habitáculo pueden alcanzar fácilmente los 70 grados.
Infografía de la Policía Nacional que muestra las elevadas temperaturas que pueden alcanzar algunos elementos del habitáculo de un coche expuesto al sol
Por lo tanto, es de suma importancia evitar dejar a ancianos, niños y perros dentro de un coche en días calurosos, ya que corren un grave riesgo de deshidratación y de sufrir un golpe de calor, pudiendo llegar incluso a fallecer.
Lee también
Una de las partes del coche que más se calientan es el volante. Todos lo hemos sufrido en nuestras propias carnes cuando nada más entrar en un vehículo que ha estado expuesto al sol durante un periodo prolongado hemos querido arrancarlo de inmediato. Al tocar el volante con las manos hemos notado una quemazón.
El uso del parasol es un método efectivo para evitar que el interior del coche se caliente en exceso
Para evitar esa desagradable sensación un profesor de autoescuela ha compartido en redes sociales una solución eficaz. En un vídeo publicado en la cuenta de Instagram @autoescuelamikel, el instructor muestra qué es lo que debemos hacer con el volante para que no nos queme las manos en un día de plena canícula.
“Cuando he aparcado, lo que tenía que haber hecho es dar media vuelta al volante y dejar en sombra el sitio donde luego voy a ir a agarrar el volante”, señala el profesor en el vídeo. A continuación, las imágenes muestran como el hombre coloca las manos en la posición de las 10:10, es decir, en el lugar que ocuparían las agujas de un reloj a esa hora.
El color del coche también influye en la temperatura del habitáculo
Aparte de recurrir al truco del profesor de autoescuela, podemos utilizar un parasol para minimizar el impacto de las elevadas temperaturas en el habitáculo del coche. Este elemento actúa como una barrera protectora, reflejando los rayos solares y reduciendo la cantidad de calor que absorbe el vehículo.
El parasol consigue rebajar unos 11 grados la temperatura interior del coche cuando hace mucho calor
Al desplegar el parasol correctamente alrededor de la luna delantera evitaremos que tanto el volante como otras superficies del habitáculo se calienten excesivamente. Un estudio del RACC llega a la conclusión de que utilizar el parasol en días de calor intenso es una solución verdaderamente efectiva. El informe indica que su uso en la superficie del tablier puede llegar a reducir hasta 11 grados el registro del termómetro en el interior.
Otro factor que influye en la temperatura que alcanza el habitáculo es el color de la carrocería. Investigaciones científicas han demostrado que los colores oscuros absorben más el calor que los colores claros, ya que tienen una mayor capacidad para atraer la energía de la luz solar. Por ejemplo, después de estar expuesto al sol durante 60 minutos, un coche de color negro puede alcanzar una temperatura hasta 20 grados superior que un coche de color blanco.