Aunque el código de circulación no hace una referencia implícita, conducir disfrazado puede constituir una infracción a ojos de un agente policial
La noche del 31 de octubre, víspera de la festividad de Todos los Santos, se celebra Halloween. Esta tradición de origen celta, muy extendida en los países anglosajones, especialmente en Estados Unidos, tiene cada vez más presencia en España, como el Black Friday. Durante esta festividad se destacan elementos relacionados con la muerte y el terror, creando una atmósfera misteriosa y conmemorativa en una noche especial.
Los disfraces son un elemento esencial en las fiestas de Halloween. Son parte del eje central de la celebración y suelen representar una amplia variedad de personajes. Desde seres macabros como vampiros, zoombis y brujas, hasta héroes populares, personajes de películas o cualquier otra criatura producto de la imaginación.
Los disfraces relacionados con seres macabros son habituales en Halloween
Pero antes de acudir disfrazados a una fiesta de Halloween con nuestro coche hay que tener en cuenta lo que dice la normativa de circulación. Algunos disfraces excesivamente elaborados o sus accesorios pueden obstaculizar la conducción y representar un peligro en la carretera.
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El Reglamento General de Circulación no hace referencia explícita al hecho de conducir disfrazado. Tampoco indica restricciones específicas de hacerlo con chanclas, comer o ir sin camiseta. Sin embargo, esto no significa que se permita hacerlo sin tener en cuenta la seguridad y el sentido común al volante.
Algunos disfraces excesivamente elaborados o sus accesorios pueden obstaculizar la conducción
El artículo 18.1 de dicho Reglamento especifica que el conductor de un vehículo está “obligado a mantener su propia libertad de movimientos, el campo necesario de visión y la atención permanente a la conducción, que garanticen su propia seguridad, la del resto de ocupantes del vehículo y la de los demás usuarios de la vía”.
Por lo tanto, de la lectura de este artículo se puede deducir que los disfraces que limitan, por su forma y volumen, la capacidad del conductor para conducir el coche de manera segura está fuera de lugar al volante. Esto incluye máscaras, maquillajes protésicos, pelucas y sombreros, destaca la Dirección General de Tráfico (DGT).
Conducir con un abrigo voluminoso limita la libertad de movimientos al volante
Asimismo, si la elección del disfraz incluye zapatos o guantes extravagantes, hay que hacer referencia al artículo 17 del mismo Reglamento, donde explica que “los conductores deberán estar en todo momento en condiciones de controlar sus vehículos”. En un control policial, los agentes pueden evaluar si el disfraz o cualquier otro elemento del atuendo del conductor compromete su capacidad para controlar el vehículo de manera segura.
El consumo de alcohol también representa un peligro para la seguridad vial
La DGT recomienda que si vas a acudir a una fiesta de Halloween y tienes la intención de disfrazarte es preferible llevar el disfraz contigo y cambiarte en el lugar de celebración en vez de hacerlo con el disfraz puesto. Además de los peligros reseñados, conducir disfrazado puede ser un motivo de distracción para el conductor como para los otros automovilistas en la carretera.
Cuidado con el alcohol
Además de los riesgos asociados a conducir con disfraces que limiten la movilidad o la visibilidad, es fundamental recordar que el consumo de alcohol durante la celebración de Halloween también representa un peligro significativo en la carretera. Si bien lo más recomendable es que las personas que van a conducir no tomen bebidas alcohólicas, es importante mencionar que existen tasas máximas de alcohol permitidas por la ley para los conductores.
En España está permitido conducir con una tasa de alcoholemia que no llegue a los 0,5 g/l de alcohol en sangre (0,25 mg/l en aire espirado), una cantidad que se reduce a 0,3 g/l (0,15 mg/l) en el caso de conductores noveles y profesionales. Los menores no pueden ingerir nada de alcohol (0,0 g/l o 0,0 mg/l de aire espirado) si quieren conducir un patinete, una bicicleta o un ciclomotor de hasta 125 cc.
Tasa de alcohol permitida explicada en vasos de cerveza, vino, vermú, licor, brandy o combinados
La sanción por dar positivo en un control de alcoholemia va de los 500 a los 1.000 euros y la pérdida de entre 4 y 6 puntos de carnet, según la tasa. Conducir bajo los efectos del alcohol es considerado delito a partir de 0,6 mg/l de aire espirado o 1,2 g/l en sangre, tal y como recoge el Código Penal. La negativa a someterse a las pruebas de alcohol también está penada con prisión de seis meses a un año y privación del derecho a conducir de uno a cuatro años.
Además, hay que recordar que cuando un conductor da positivo en alcohol se le inmoviliza el vehículo.