Uno de los frenos en la expansión del vehículo eléctrico es su rango de autonomía, que en general es muy inferior al de un ejemplar equivalente diésel o de gasolina. Esto no sería un gran problema si la infraestructura de recarga estuviera bien desplegada -en España hay un gran déficit de estaciones, aunque el Gobierno quiere paliarlo para que en 2023 haya 100.000 puntos de carga públicos- o si el tiempo necesario para alimentar totalmente la batería del coche fuera menor -está aún lejos de los escasos minutos que se tarda en llenar el tanque de combustible en una gasolinera-.
Se trata del vehículo más eficiente jamás construido por la firma de la estrella
Conscientes de ello, los fabricantes se están esmerando en desarrollar automóviles capaces de recorrer cada vez más kilómetros sin parar. Y uno de ellos es Mercedes-Benz, que recientemente ha presentado el Vision EQXX, un prototipo eléctrico con una autonomía que supera los 1.000 kilómetros. Se trata del vehículo más eficiente jamás construido por la firma de la estrella, con un consumo de energía inferior a los 10 kWh por cada 100 kilómetros (como referencia podemos decir que el ejemplar de serie EQS de 245 kW arroja un consumo combinado de 15,7 kWh/100 km, calculados en ciclo WLTP).
Para conseguirlo no se ha limitado a aumentar el tamaño de la batería; los ingenieros han trabajado especialmente todos aquellos factores que afectan directamente en la eficiencia, como el coeficiente aerodinámico del coche, que es de 0,17cx. Esta magnífica cifra se ha logrado gracias a un diseño que, más allá de ofrecer un aspecto futurista, reduce a la mínima expresión la resistencia al aire. Asimismo, reducir al máximo el peso del conjunto -cifrado en 1.750 kilos- ha sido imprescindible en términos de eficiencia.
Por ello la marca debía vigilar que la batería no penalizara en la báscula. Así los expertos diseñaron un componente con casi 100 kWh de energía, pero con la mitad del volumen que el paquete de referencia del modelo de serie EQS. Además, era un 30% más ligero que este. El techo del Vision EQXX monta unos paneles solares ultrafinos que alimentan el sistema de baterías para conseguir hasta 25 kilómetros de autonomía adicional.
Mercedes ha querido que la naturaleza sostenible de este vehículo vaya más allá de su sistema de propulsión y ha utilizado materiales que reducen considerablemente la huella de carbono, como cuero vegano o alfombrillas de bambú. En términos tecnológicos, tampoco defrauda. Su interfaz de usuario cuenta con una nueva y espectacular pantalla de una sola pieza que se extiende por todo lo ancho del salpicadero (la hyperscreen del EQS en realidad son tres displays yuxtapuestos).
La marca asegura que muchas de las características y desarrollos de este prototipo ya se están integrando en la producción, incluida la próxima generación de la MMA, la plataforma modular de Mercedes-Benz para coches compactos y medianos.
El año pasado, la firma de la estrella anunció su estrategia de electromovilidad. Según su calendario, este 2022 tendrá vehículos eléctricos de batería (BEV) en todos los segmentos en los que está presente. A partir de 2025, todas las plataformas de vehículos de nuevo desarrollo serán exclusivamente eléctricas y los clientes podrán elegir una versión de cero emisiones de cada modelo que fabrique la compañía.
A finales de esta década, cuando las condiciones del mercado lo permitan y la infraestructura de recarga sea la adecuada para cubrir las necesidades de los conductores, tiene la intención de dejar de vender coches diésel y de gasolina.