Estas son las diferencias entre un coche nuevo, un km 0 y uno de gerencia
Aunque a algunas personas estos términos les puede parecer que son lo mismo, cabe destacar que no son igual
Todos sabemos el esfuerzo económico que supone comprarse un coche, pero en ocasiones, ya sea por antigüedad, necesidad o gusto, llega el momento de hacer el paso definitivo. Hay muchos factores a tener en cuenta a la hora de adquirir un vehículo nuevo, y no es para menos, ya que según un estudio de Seat se trata de la segunda inversión más importante después de la vivienda.
Además, la electrificación de los vehículos y las restricciones de circulación que han implantado algunas ciudades han obligado a mucha gente a cambiar su vehículo por otro nuevo que emita menos emisiones. Por eso, antes de dar el gran paso, es importante estar bien informado de todas las posibilidades que existen y, sobre todo, de saber qué es lo que te beneficia más.
El precio del vehículo es un factor clave en la toma de decisiones. Tanto es así que numerosos consumidores se plantean opciones de ocasión como alternativa a los ejemplares nuevos a estrenar. Las opciones son muy diversas: automóviles de segunda mano, semi nuevos o de gerencia.
Aunque a algunas personas estos términos les puede parecer que son lo mismo, cabe destacar que no son igual. Existen diversas diferencias que los separan y merece la pena comentarlas para ofrecer una guía orientativa de qué producto puede convenir más a cada consumidor. Antes, sin embargo, también es de recibo distinguir entre un coche nuevo, uno en stock y un km 0.
El primero corresponde a un ejemplar personalizado para el cliente y que se fabrica bajo demanda, lo que conlleva un cierto tiempo de espera. Es decir, el consumidor va al concesionario y ordena su unidad según sus preferencias (modelo, motor, color, nivel de acabado y equipamientos opcionales). El coche se matricula por primera vez para él.
Los automóviles en stock son vehículos nuevos que están disponibles de forma inmediata para ser matriculados. Corresponden a las versiones más vendidas, pero no pueden personalizarse, de modo que el comprador se lo queda tal y como está. Asimismo, los concesionarios pueden realizar algún tipo de rebaja que lo haga todavía más atractivo.
La tercera opción en cuanto a automóviles nuevos son los de Km 0. Se trata de ejemplares que, aunque están por estrenar, ya han sido matriculados por el concesionario o el propio fabricante con el objetivo de alcanzar los objetivos comerciales. Al igual que los coches en stock, la unidad no puede personalizarse, está disponible de forma inmediata y tiene un precio interesante. En este caso, se debe hacer un cambio de titular (una transferencia), por lo que el comprador será el segundo propietario.
Los vehículos de gerencia son coches matriculados que han sido utilizados por trabajadores de la marca durante períodos de tiempo cortos (normalmente no superan los 6 meses). Tienen pocos kilómetros y son buena alternativa para quienes quieren un ejemplar con todas las garantías del fabricante, que esté casi nuevo y a un precio interesante.
Se consideran automóviles seminuevos aquellos cuyo cuentakilómetros marca menos de 25.000 y su antigüedad no supera los dos años (tienen todavía garantía del fabricante). Según explica la red de concesionarios Quadis, “son una opción de adquirir vehículos que han tenido un uso muy limitado, con una vida útil muy larga por delante y a un precio bastante inferior al de un modelo nuevo equivalente”.
Por último, queda hablar de los coches de segunda mano o de ocasión, es decir, aquellos que han sido utilizados al menos por un propietario y que han tenido un desgaste normal. Tienen más de 2 años y su kilometraje puede ser muy variable. Asimismo, dependiendo del uso realizado puede presentar un estado de conservación muy variable.