Esto es lo que pasa si llevas los neumáticos del vehículo con la presión incorrecta

Seguridad vial

Dificulta la conducción y el control del coche, aumentando por tanto el riesgo de accidentes

comprobar presión neumáticos

Antes de emprender cualquier trayecto, es conveniente revisar la presión de los neumáticos.

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Revisar el buen estado de los neumáticos es una cuestión de suma importancia para garantizar la seguridad en carretera. Esto no apela únicamente a que estén o no desgastados, sino que la presión de estos influye notablemente en la conducción.

Los vehículos más modernos incluyen en su navegador de a bordo alertas que hacen saber al conductor que la presión de los neumáticos no es correcta. Además, hay que tener en cuenta que la medida varía en función de la ocupación y la carga del automóvil. Esta puede consultarse en la documentación del coche, o bien en pegatinas que se encontrarán en los laterales de las puertas, o la guantera, en función del modelo.

Si no sueles comprobar la presión de las ruedas de tu vehículo o, aun sabiendo que es inadecuada, alargas más de la cuenta pasar por una estación de servicio para regularla, has de saber que esto implica consecuencias. Además de hacerte gastar más combustible, entraña ciertos peligros tanto para ti como para el resto de usuarios de la vía.

Menor control del automóvil

La presión de los neumáticos se estipula con el fin de conseguir la mejor tracción y agarre posible a la carretera. Si no es la adecuada, las ruedas no circularán correctamente, de modo que el coche no responderá a las maniobras como es debido. Así pues, tendrá menor estabilidad, resultará más difícil de controlar en maniobras bruscas y tomar curvas. Todo ello redunda en un mayor peligro de accidentes.

Mayor consumo de combustible y más contaminación

Directamente relacionado con el mencionado en el punto anterior, dado que la tracción del vehículo se ve entorpecida por una presión inadecuada, el coche presentará mayor resistencia y necesitará más combustible para moverse. Por consiguiente, aumenta el gasto de carburante y también la contaminación emitida.

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Menos confort en la conducción

Con las ruedas a una presión inferior o superior de la recomendada, la comodidad y confort de la conducción se ven entorpecidas. No solo controlaremos peor el vehículo, sino que además se resentirá más al pasar por baches o badenes, absorbiendo peor el impacto.

Aumenta la distancia de frenado

Como hemos visto, la presión de la rueda influye en la adhesión a la carretera. De modo que si no es la debida aumentará la distancia de frenado y disminuirá la capacidad y eficacia de detención del coche.

Peligro de reventón o pérdida de la llanta

La presión incorrecta incrementa el riesgo de sufrir el reventón del neumático, así como de perder una llanta durante la marcha. Además, las ruedas se desgastan de forma desigual, por lo que se reduce la vida útil de las mismas.

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