Truco infalible para mantener la distancia de seguridad en la carretera
Hay que calcularla contando segundos, no metros
Desde que comenzó la pandemia del coronavirus tenemos asumido que las mejores medidas de profilaxis contra la Covid-19 son la distancia de seguridad interpersonal, el uso de mascarilla y el lavado de manos. Después de pasar por diversas etapas, desde el confinamiento más estricto a las fases de desescalada, si algo nos ha quedado claro es que cuando nos desplazamos por la vía pública hemos de guardar una distancia de metro y medio con las demás personas para evitar la propagación del virus.
Antes de la crisis sanitaria cuando alguien se refería a la distancia de seguridad se daba por hecho que estaba hablando de los metros de separación que un vehículo debe guardar respecto a otro mientras circula. Ahora ya no es así. El coronavirus ha irrumpido de tal manera en nuestras vidas que este concepto lo asociamos con la distancia social y no con las carreteras.
Por ello, la Dirección General de Tráfico (DGT) se ha encargado de recordar en su cuenta oficial de Twitter que en nuestros desplazamientos sobre ruedas también debemos mantener la distancia de seguridad. Y lo hace de forma fácil y muy didáctica. Como es difícil calcular los metros de separación cuando se está en movimiento, nos da un truco para hacerlo contando el tiempo.
La distancia de seguridad entre vehículos es una separación protectora vital, el ‘escudo’ para evitar una colisión por alcances en frenadas repentinas, señala la DGT. Para evitar un alcance son necesarios, al menos, dos segundos de diferencia entre vehículos, con lo que el organismo nos recomienda que para calcularlos pronunciemos las cifras ‘1.001, 1.002…’, respecto a un punto fijo de la vía, para conocer exactamente a qué distancia debemos circular en relación al vehículo que llevamos delante.
El dato
A una velocidad de 120 km/h, un conductor necesita un mínimo de 66 metros por delante de su vehículo para circular sin riesgo de colisión
Sin embargo, no debemos tomarnos esta referencia de dos segundos al pie de la letra porque si bien nos sirve en la mayoría de situaciones, en otras será insuficiente. Por ejemplo, ante frenadas muy fuertes, con mal tiempo o asfalto mojado y, en estas circunstancias, habrá de ampliarse a tres o más segundos. A una velocidad de 120 km/h, un conductor necesita un mínimo de 66 metros por delante de su vehículo para circular sin riesgo de colisión y hay que tener en cuenta que la mitad de esta distancia la cubre en el segundo que tarda en reaccionar al peligro y tocar el freno.
La DGT recuerda, asimismo, que cuando circulamos por carreteras con un carril por sentido y no tenemos la intención de adelantar también tenemos que ampliar la separación frontal para permitir un adelantamiento seguro al vehículo que nos sigue. Otro caso en el que hay que ‘contar’ una secuencia de cifras más larga es cuando nos adentramos en un túnel, donde la distancia debe aumentar al menos hasta los 100 metros o 4 segundos de intervalo cuando no se pretenda adelantar. Cuando nos precede un vehículo pesado de más de 3.500 kilogramos de peso, hemos de guardar una distancia de seguridad de 150 metros, el equivalente a un intervalo de 6 segundos.
La distancia de seguridad también debe ser mayor de lo habitual cuando circulamos por carreteras que discurren por puertos de montaña o con acusada pendiente. Debido a la diferente velocidad entre vehículos y a las condiciones climatológicas desfavorables es necesario ampliar el espacio entre vehículos. En muchos casos, las distancias de seguridad están pintadas sobre el asfalto, en forma de ángulos denominados chevrones o galones. Junto a ellos, las señales verticales recomiendan que entre vehículos haya al menos dos marcas o chevrones para evitar colisiones.
No siempre será necesario que realicemos un cálculo mental para saber a qué distancia debemos circular respecto al vehículo que nos precede. Los vehículos que disponen de un sistema de control de velocidad de crucero adaptativo están equipados con una tecnología capaz de calcular la distancia de seguridad necesaria en cada momento. Gracias a esta función el conductor recibe un aviso del sistema cuando se acerca demasiado al vehículo que le precede y si no reacciona es capaz de intervenir automáticamente desacelerando o frenando el vehículo por sí mismo.