Renault Clio Zen 1.0 TCe: utilitario de manual
Vídeoprueba
Hoy probamos la nueva generación del Clio, un modelo con una atractiva imagen, un compromiso de calidad y un equipamiento de segmentos superiores
Con cuatro metros de largo este Renault Clio apuesta por una línea estética mucho más atractiva que el modelo anterior, con líneas más fluidas y musculosas y que en este caso se apoyan en el atractivo color Naranja Valencia, como lo denomina Renault, iluminación LED y elementos cromados que le dan una apariencia mucho más atractiva.
Pero tal vez donde más se nota el salto cualitativo es en el interior. Completamente remodelado el tablier nos ofrece una mayor presencia de plásticos suaves, especialmente en la parte superior y frontal del salpicadero. También puede llegar a ofrecer una instrumentación completamente digital, aunque esto dependerá de la versión elegida (en este caso el Zen) u opciones.
En esta versión la pantalla del cuadro de mandos de serie es de 7 pulgadas (10” opcional) y ofrece una muy buena visibilidad de toda la información necesaria y cierta capacidad de personalización. Además, con el pack opcional Techno Multisense, que veremos un poco más adelante, ofrece diversas presentaciones según el programa elegido.
La pantalla central también gana una enorme presencia en el diseño interior, en el caso del Zen es de 7 pulgadas, pero opcionalmente (también incluido en ese pack Techno Multisense) puede crecer hasta las 9,3 pulgadas y que es la que puedes ver en esta unidad.
Esta pantalla tiene una configuración vertical y una disposición ligeramente inclinada hacia el conductor, además de una excelente resolución y posibilidad de personalización de sus menús y presentaciones.
Los asientos delanteros pueden variar según el tipo de acabado, pero en general en la fila delantera nos encontraremos con unas butacas cómodas en cuanto a mullido, no excesivamente anchas, pero con una configuración bastante envolvente.
Detrás la butaca se caracteriza por ofrecer un mullido un tanto más duro que delante, pero sobre una banqueta relativamente estrecha y pensada casi exclusivamente para dos ocupantes. Un tercero tiene poco espacio en la zona central, además de vérselas con el túnel de los pies que condiciona un poco más a todos los ocupantes.
La distancia entre filas de asientos tampoco es de las mejores del segmento, por lo que personas de buena talla pueden viajar justas a nivel de rodillas.
En cambio, el maletero, con 340 litros es de lo mejor del segmento. Aunque no está completamente enrasado con la boca de acceso, es de formas regulares y con una buena altura hasta la bandeja.
La única pega que le vemos es que para abrirlo hay que hacerlo en dos tiempos, accionar el botón bajo la moldura del paragolpes y luego tener que tirar del portón superior (ver vídeo) Por otro lado, la localización de ese pulsador de apertura se nos antoja demasiado expuesto a los pequeños golpes por alcance.
La versión que hoy probamos monta el motor gasolina medio de la gama, concretamente el tres cilindros 1.0 TCe de 100 CV, que asociado a un cambio manual de cinco relaciones puede llegar a ofrecer un rendimiento interesante.
No es un propulsor de carácter deportivo y como típico tricilíndrico tiene un exceso de vibraciones en vacío, pero en general es un propulsor solvente a bajo régimen, aunque su mejor rendimiento lo tiene en la gama media y alta del cuentarrevoluciones, especialmente por encima de las 2.500-3.000 vueltas.
Esto nos obliga a trabajar más de lo normal con su cambio, que con cinco relaciones tiene unos desarrollos largos y con saltos entre marchas, es decir: para conseguir las mejores recuperaciones obliga a reducir a marchas inferiores, donde la banda de utilización se acerca más a esa banda alta que hacíamos referencia.
Oficialmente el gasto de esta versión se anuncia en 5,2 litros a los 100 km, aunque durante esta prueba este valor se ha movido siempre por encima de los 6,3 litros.
En cuanto a comportamiento, está claro que dinámicamente es uno de los aspectos que más ha mejorado. Su bastidor es bastante firme, muy estable en vías rápidas y con una enorme capacidad para filtrar las irregularidades del piso. En este aspecto parece que estemos conduciendo un coche de mayor empaque que el de un Clio.
Además, opcionalmente puede montar el sistema de bastidor adaptable Multisense, (incluido en el pack Techno) que incluye los modos Eco, Sport y Sense que varían dirección amortiguación o respuesta del motor según cada circunstancia, mientras que en el Sense tiene la posibilidad de personalización.
Este modelo, el Clio Zen con motor TCE de 100 CV, cuesta 17.023 euros y llega con un equipamiento muy completo, tanto a nivel de seguridad; con elementos como el asistente de aviso de salida de carril, el de frenada precolisión, reconocimiento de señales o control y limitador de velocidad, como de confort y funcional; como el climatizador, el acceso y arranque sin llave, el sistema multimedia Easy line o iluminación led exterior y ambiente en el interior.
Opcionalmente y por solo 1.000 euros más se puede completar esta equipación con el mencionado pack Techno Multisense que incluye esa pantalla más grande del salpicadero que habéis visto, elementos de seguridad como avisador de exceso de velocidad, el aparcamiento asistido, la cámara de 360 grados, el navegador o ese bastidor adaptable Multi Sense que hemos mencionado que además personaliza el cuadro de mandos según el modo elegido.