Seat Tarraco, buque insignia
Vídeoprueba
Estamos ante el Crossover de mayor habitabilidad y funcionalidad de la marca de Martorell, además de ser la nueva referencia en cuanto acabados y equipamiento de los productos Seat
Este Seat Tarraco es ideal para aquellos a los que el Ateca se les queda un poco pequeño, ya que, además de un mayor maletero es capaz de ofrecernos hasta siete plazas útiles.
Por otro lado, su elegante diseño y su nuevo compromiso de calidad y de equipamiento está un paso por delante del resto de los productos de la marca. Vamos a verlo.
Se trata de un crossover de 4,73 metros de largo, lo que supone un incremento de 37 centímetros con respecto al Ateca. Esta ampliación también se nota en la distancia entre ejes, que en el Tarraco crece hasta los 2,79 metros, que son 13 cm más que su hermano pequeño.
Su aumento de cotas permite ofrecer un habitáculo bastante más generoso, con más espacio entre las filas de asientos, así como un maletero más amplio y que puede alcanzar un volumen de 760 litros en las variantes de cinco plazas y 700 en la de siete.
Nuestra unidad de pruebas es una de estas versiones con tres filas de asientos y tenemos que destacar el buen acabado de esta tercera fila, compuesta por dos butacas que pueden ser escamoteadas bajo el piso cuando no son necesarias. Hay que subrayar que a pesar de tener esta 3ª fila escamoteable en el mismo piso del maletero, este Tarraco nos ofrece opcionalmente la posibilidad de montar una rueda de recambio de tipo galleta, una solución que no está disponible en la mayoría de los rivales de similar filosofía.
De todas formas, esta tercera fila está pensada para un uso muy puntual, ya que su acceso general es muy estrecho y aunque se puede adelantar la fila central, el espacio vital para las piernas también es muy reducido, además de tener una butaca con la base muy baja que hace los viajes algo incómodos.
La segunda fila está mucho mejor resuelta, con un notable espacio para piernas y cabeza, además de ofrecer la modularidad con el desplazamiento longitudinal antes mencionado y varias posiciones de inclinación de respaldo.
Las plazas delanteras son similares al Ateca en cuanto a diseño y habitabilidad. Lo que no es igual es el tablier. En este caso nos encontramos con un diseño específico, marcado por las líneas horizontales que marcan las molduras centrales, que pueden ser de símil madera o de metal y por la generosa pantalla central táctil tipo tablet de 8 pulgadas, que aúna la mayoría de los elementos de infoentretenimiento como el Bluetooth, el Android Auto, el Apple CarPlay o el ordenador de abordo entre otros elementos.
El nivel de acabados, plásticos y ensamblaje es realmente alto, muy similar a lo que ofrecen algunos de sus primos que presumen de Premium y de precio superior. Sin duda, un compromiso de calidad y equipamiento que será el estándar en los futuros modelos Seat.
Y decimos equipamiento porque, por ejemplo, el cuadro de mandos disponible en este acabado Xcellence es de tipo digital con una pantalla de 12,3 pulgadas con cierto grado de personalización y con una visibilidad impecable independientemente de la luz ambiental.
En cuanto a comportamiento estamos ante un SUV más grande y pesado que el Ateca, pero sigue ofreciendo un alto compromiso entre confort y eficacia. Tal vez no tenga el punto de deportividad que tienen todos los modelos de Seat (para eso habrá que esperar al acabado FR) pero continúa proponiendo un bastidor bastante firme y ágil, al menos en esta variante equipada con el motor 2.0 TDI de 190 CV y cambio automático DSG, una de las combinaciones más interesantes prestacionalmente hablando.
Es un motor con una enorme predisposición a bajo y medio régimen, bien gestionado por el cambio DSG, que cuenta con manejo automático o secuencial mediante levas al volante, y un consumo muy contenido que ronda los 6,5 litros reales, eso sí, si cuidamos la conducción, porque de lo contrario subirá sin complejos por encima de los 7,5 litros.
Este consumo es muy interesante, ya no solo por el tamaño y peso del conjunto si no también porque esta variante está equipada con la tracción total 4Drive que eleva un tanto el gasto de combustible.
Este 4Drive nos ofrece una motricidad excelente y permite añadir al selector de modos del sistema Drive Profile la función off-road y nieve, además de los modos Eco, Normal, Sport e Individual de las variantes de tracción delantera, con lo que se amplia el potencial y personalización de conducción de este Tarraco independientemente del terreno por el que circulemos.
Este Seat Tarraco 2.0 TDI 190 CV DSG Xcellence de siete plazas es el tope de gama y cuesta 41.900 euros, que es un coste bastante alto. No obstante, este modelo no viene “desnudo” y además de todo lo comentado a nivel de acabados, habitabilidad y prestaciones, aporta elementos de serie muy interesantes, como son las luces Full led, el sistema de apertura y arranque sin llave, la cámara de marcha atrás con Park Assist, el control de velocidad adaptativo con Line Asssit y detector de ángulo muerto, así como techo panorámico o climatizador de tres zonas por nombrar algunos de ellos.