Los 50 años del Mustang, el coche más famoso de Hollywood
Desde 1964 el Ford Mustang se ha usado en más de 3.000 producciones, pero adquirió su carisma cinematográfico de la mano de Steve McQueen
Los Ángeles. (EFE).- El Ford Mustang, emblemático deportivo de la industria del motor en EE.UU., cumple medio siglo de vida convertido en un clásico de las carreteras y de los estudios de cine y televisión donde ha protagonizado más de 3.000 producciones en las que, muchas veces, ha sacado de apuros al héroe del filme.
El automóvil de precio asequible, tracción trasera y amplio frontal, diseño que dio pie a una nueva categoría de vehículos llamados "pony", vio la luz el 17 de abril de 1964 en la Expo de Nueva York y apenas ocho meses después debutaba en el cine en la película "Goldfinger", de la saga James Bond.
En aquella ocasión, Metro-Goldwyn-Mayer decidió poner al volante de un Mustang blanco a la enemiga y luego amante del icónico agente secreto 007, Pussy Galore. Bond, entonces interpretado por Sean Connery, era fiel al deportivo Aston Martin pero en 1971 el afamado personaje (Connery) se subiría al Mustang para conducir a toda velocidad por las calles de Las Vegas en "Diamonds are Forever". La extensa filmografía de ese automóvil fue recogida por sus fanáticos en una base de datos llamada MustangIMDb disponible en internet y que ha sido reconocida por la casa Ford como fuente fiable de información.
El Mustang adquirió su carisma cinematográfico de la mano de Steve McQueen en el clásico policial "Bullitt" (1968) cuando el detective protagonista se ve envuelto en una persecución de nueve minutos por las calles de San Francisco que a día de hoy es considerada por los amantes del género como el ejemplo a imitar. Cuatro décadas después, esa misma secuencia sería recreada para poner colofón a la serie de televisión "Alcatraz".
El deportivo fue elevado a objeto de deseo en "Gone in 60 Seconds", filme de 1974 donde un grupo de criminales planea robar 48 vehículos de alta gama para un narcotraficante sudamericano. El más preciado de todos los autos es un Mustang de 1973 amarillo con una distintiva franja negra pintada en el capó al que se le dio el nombre en clave de "Eleanor". "Gone in 60 Seconds" se promoción como "la persecución de coches más increíble jamás filmada" pero el largometraje fue, según los aficionados a las películas de automóviles, superado por el "remake" del año 2000 encabezado por Nicolas Cage y Angelina Jolie en el que la estrella es un Mustang plateado de 1967. El vehículo de esa cinta fue vendido en 2013 en una subasta por 1 millón de dólares. La filmografía de ese símbolo de las cuatro ruedas fue con el tiempo dando una personalidad al vehículo, identidad heredada de los personajes que Hollywood ponía a sus mandos y que de forma recurrente eran varones solitarios de carácter fuerte con una vida decadente, dispuestos a arriesgarlo por una buena causa.
Kevin Costner manejó un Shelby Mustang de 1968 en "Bull Durham" (1988), Clint Eastwood hizo lo propio con un modelo de 1983 en "True Crime" (1999), Josh Hartnett y Harrison Ford compartieron un Saleen S281 Mustang en "Hollywood Homicide" (2002) y Will Smith transitó por el apocalipsis de "I Am Legend" (2007) en un Shelby Mustang de 2007. Tom Cruise ("War of the Worlds", 2005) y Pierce Brosnan ("Thomas Crown Affair", 1999) también actuaron con un Mustang, vehículo que simboliza la libertad en la trama carcelaria "Lock Up" (1989) de Sylvester Stallone. El vehículo se salió de ese estereotipo masculino en "The Princess Diaries" (2001) con Anne Hathaway; "Cinderella Story" (2004) con Hillary Duff y décadas antes fue el medio de transporte de Farrah Fawcett en "Charlie's Angels".
Las saga de coches más popular y longeva "Fast and Furious" ha empleado Mustang en varias de sus entregas y el último gran escaparate para el vehículo fue la adaptación a la gran pantalla del videojuego "Need for Speed". La película homónima fue estrenada en marzo y en ella se vuelve a identificar el Mustang con las ideas de rebeldía y libertad al ponerlo al servicio de un exconvicto que se la juega en una carrera ilegal con el fin de hacer justicia.