Doce meses, doce destinos por descubrir

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Ideas para viajar sin parar este 2025

Este 2025 está repleto de ilusiones, entre ellas la de viajar

Este 2025 está repleto de ilusiones, entre ellas la de viajar

Evgeny Karandaev

En la lista de propósitos para un nuevo año siempre hay incluir algún que otro viaje. Sea a un destino soñado o a ese lugar al que desde hace tiempo se quiere volver. O sencillamente hay que estar dispuestos a hacer las maletas en cualquier momento, desconectar y descubrir lo que hay más allá de nuestro día a día. ¿A dónde ir? Aquí van 12 ideas, una para cada mes del año.

Una buena forma de empezar el año es calzándose los esquís en la estación invernal más al sur de Europa, la de Sierra Nevada. Si el tiempo ha sido benigno puede haber más de 100 kilómetros esquiables para todos los niveles. Desde pistas muy fáciles hasta otras sólo aptas para expertos, además de recorridos para esquí nórdico y de montaña. Y si la nieve no abunda, nunca está de más acercarse hasta la preciosa ciudad nazarí de Granada.

El 14 de febrero es el día de los enamorados y es una fabulosa excusa para preparar un viajecito en pareja. Destinos donde disfrutar del amor hay muchos, pero uno de los más icónicos está al norte de Italia. Se trata de Verona, la cuna del mito de Romeo y Julieta. Imprescindible seguir sus pasos por la ciudad, al igual que es sorprendente descubrir que Verona es el lugar de Italia con más restos romanos después de la propia capital el país.

En 2025 las fechas carnavaleras caen en marzo. Será en la primera mitad de ese mes cuando los bailes y los disfraces más irreverentes del año ocupen las calles de Las Palmas de Gran Canaria. Aquí se respiran todos los iconos tropicales del Carnaval y nos queda a pocas horas de vuelo. Todo aquel que le guste la diversión y el jolgorio debe vivirlo al menos una vez en la vida. ¿Por qué no en este año recién comenzado?

De las legendarias Siete Maravillas del Mundo Antiguo sólo las pirámides de Giza se mantienen en pie ubicadas a las afueras de El Cairo, la capital egipcia. Un lugar donde no es demasiado recomendable viajar durante los meses más calurosos del verano. En cambio, la primavera es ideal hacer un crucero fluvial por el Nilo y disfrutar de la magia de Abu Simbel, perderse entre las columnas de Luxor o empequeñecerse bajo esas enigmáticas pirámides.

Puestos hacer kilómetros durante las vacaciones, mucho mejor si el volante se alterna con actividades variadas. Eso ocurre durante cualquier recorrido por la Costa de la Luz que baña las provincias de Cádiz y Huelva. Una gastronomía suculenta, playas inmensas, deportes náuticos, pueblos blancos en la sierra y reclamos culturales como el puerto onubense del que partió Colón o el yacimiento romano de Baelo Claudia junto a las olas del océano.

Rememorar a Ulises navegando por el Mediterráneo es una aventura que cualquier viajero de pro sueña con realizar alguna vez. Una aventura que hoy en día puede ser tan enriquecedora como confortable gracias a los muchos cruceros turísticos que surcan esas aguas cargadas de historia. No obstante, no todo es navegar. También hay que disfrutar de las escalas que se hacen en lugares como Corfú, Rodas, Santorini, Mikonos o El Pireo, el puerto de Atenas.

La cordillera pirenaica la atraviesan infinidad caminos, pero hay uno que se prolonga de un extremo a otro. Es el sendero GR-11 que une el Mediterráneo con el Cantábrico. Pero no hace falta recorrérselo íntegro para disfrutar. Se pueden hacer etapas fantásticas que llevan hasta el parque nacional de Aigüestortes en Catalunya, los ibones Azules y el balneario de Panticosa en Aragón, el valle de Baztan en Navarra o las inmediaciones de Hondarribia en Euskadi.

El mes de agosto es propicio para acercarse hasta Galicia. Es la temporada menos lluviosa y por lo tanto la mejor para gozar de sus paisajes más espectaculares. Entre ellos está la costa de Pontevedra, o sea, las Rías Baixas. Allí esperan poblaciones como Cambados, Muros o Combarro. Por no hablar de la playa de A Lanzada o la de Carnota, de una cocina marinera única o de esa maravilla natural que son las islas Cíes.

Hay que alargar el verano todo lo posible, mucho mejor en las islas Baleares. Cualquiera es perfecta para disfrutar de septiembre. Sea en Mallorca donde es obligado alquilar un coche para descubrir Valldemossa o el Cabo Formentor, o sea en Eivissa donde los atardeceres siguen maravillando a estas alturas del año. Y en cuanto a Menorca o Formentera, calas como Macarelleta o playas como Ses Illetes se gozan con algo menos de gente que en pleno agosto.

Cruzar el charco en busca del mejor clima cuando comienza el frío en nuestras latitudes siempre es buena opción. El calor aguarda en Centroamérica. Y en lugares como Costa Rica, además de playas de ensueño bañadas tanto por el mar Caribe como por el Pacífico también hay una naturaleza esplendorosa, una oferta hotelera de categoría y una conciencia por conservar esos paraísos terrenales como en pocos países del mundo.

El tono nostálgico del otoño no tiene por qué ser negativo. Mucho menos en Lisboa, donde presumen de una atmósfera de saudade, que envuelve todo de melancolía. Por eso, noviembre es ideal para acercarse a la capital lusa y descubrir los cafés del Chiado que le encantaban a Pessoa, subirse en los viejos tranvías del barrio de Alfama o pasear por los Jerónimos que evocan un pasado tan brillante como lejano.

En el sur de Europa no celebramos el periodo de Adviento, pero cada vez nos suena más. En cambio, en países como Dinamarca es una tradición asentada. Para conocerla, basta con visitar Copenhague durante unos días. Al menos tres, ya que la capital danesa ofrece atractivos diversos. No sólo sus museos, canales o la Sirenita, también un parque de atracciones en el mismo centro o la ciudad libre de Christiania, con sus propias normas de urbanidad. 

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