Angelo Molteni tenía un sueño: convertir su taller de mueble artesano en una industria sin perder la identidad que lo vio nacer en la piamontesa localidad de Brianza, allá a finales de 1934. Si don Angelo pudiera asomarse al presente, sonreiría satisfecho al contemplar cómo la tercera generación familiar no solo ha contribuido a robustecer su sueño sino que lo ha convertido en una firma exclusiva de primer nivel con presencia en 80 países. Don Angelo fue cofundador del primer Salone del Mobile de Milán, inaugurado en 1961 y hoy una referencia mundial en el sector del mueble de alta gama. Sus herederos han contribuido a mantener el legado. Giulia Molteni (Como, 1979) es su nieta y directora de Marketing y Comunicación de Molteni & C and Dada, que ha abierto en Barcelona su primer establecimiento en suelo español.
Estoy convencida de que mi abuelo se sentiría orgulloso. Era muy severo y seguro que encontraría qué decir a alguno de nosotros (risas)”
“Estoy convencida de que mi abuelo se sentiría orgulloso. Era muy severo y seguro que encontraría qué decir a alguno de nosotros (risas). Pero hoy Molteni es mucho más grande, conocida en todo el mundo y somos el único grupo independiente italiano: no estamos integrados en ningún conglomerado internacional y la familia controla todas las fases del producto”, explica Giulia en conversación con Magazine.
El alto valor concedido a la familia suena a tópico cuando se refiere a Italia pero en el caso que nos ocupa es imposible describir a los Molteni soslayando la tradición. No piensan disolver su esencia en un holding: “Sí, desde luego que hemos sido contactados por muchos fondos interesados en el diseño italiano pero estamos interesados. Lo nuestro es un trabajo pasional y queremos seguir siendo independientes”, afirma resuelta. Y la fórmula les funciona, tras más de 80 años de crecimiento, onomástica que celebraron en 2015 –coincidiendo con la Expo de Milán– en la Galería de Arte Moderno de la milanesa Villa Reale, con instalaciones de Patricia Urquiola y Ron Gilad, y la apertura del Molteni Museum.
Nuestra particularidad es que ofrecemos un abanico que mezcla muy bien el estilo que Gio Ponti hizo universal en los 50 con tendencias más vanguardistas, desde Foster a Jean Nouvel”
“Mi padre es el presidente y el gran capo (risas). Cada departamento toma sus decisiones pero en el de control estratégico estamos mi hermano, mi primo y yo más el CEO. Somos una empresa familiar pero actualizada”. Algún secreto debe tener su sólida expansión “Ofrecemos una oferta completa en todo el mobiliario que se necesita en una casa: desde la cocina al dormitorio pasando por la sala de estar, comedor, vestidor… Todo para integrar una casa por grande que sea. Tal vez nuestra particularidad es que ofrecemos un abanico que mezcla muy bien el estilo que Gio Ponti hizo universal en los 50 con tendencias más vanguardistas, desde Foster a Jean Nouvel. En esta casa puede hallarse todo”.
Graduada en Economía y Negocios por la Universidad Bocconi en 2003 y con máster en Marketing por la Universidad de Nueva York en 2006, está casada y tiene tres hijos, Edoardo, María y Vittorio. Para decorar su casa reconoce implícitamente que, aun llevando su apellido, ha cedido terreno ante su esposo. “Es un mix entre mi gusto y el de mi marido; yo soy minimalista, supermoderna, y aunque a él le gusta el diseño es más tradicional, más clásico”. Sus ojos observan todo desde un prisma distinto al de la mayoría. “Deformación profesional” admite.
El aseo de invitados es un buen espejo de cómo es la persona, además de que me permite observar a solas con más detalle”
¿Cómo invitarla a casa y disfrutar de una cena tranquila sabiendo que se marchará con el pulgar levantado? Cuide su cuarto de baño. Es a lo que una experta de su talla dedicará más minutos para saber cómo es su anfitrión: “Hay infinidad de parámetros pero para mí, el fundamental son los baños. El aseo de invitados es un buen espejo de cómo es la persona, además de que me permite observar a solas con más detalle”. Lo mismo vale para un tres estrellas Michelin: “En un restaurante de primera categoría es aún más importante porque el diseño supone un vehículo de cultura. La generación joven actual, que viaja mucho, ha interiorizado el valor del diseño observando espacios como aeropuertos, bibliotecas, museos… Debemos ser conscientes de ello, que lo que algunos entienden como simple decoración se trata de cultura”.
Resulta perentorio preguntar a alguien en su posición por qué Italia sabe venderse tan bien en el exterior: diseño, arquitectura, moda, cine, gastronomía… Un gentilicio que llega a ser sinónimo de elegancia. “Quizá porque los italianos amamos la belleza, la encontramos por todas partes y una muestra son muchas de nuestras ciudades: Roma, Venecia, Florencia… Nacemos dentro de la belleza, va unida a una cultura muy vasta que se remonta a dos milenios y así, la asociamos a nuestro carácter, la interpretamos y tenemos capacidad para transmitirla”. El argumento resulta inapelable.