Celia Forner, la modelo con mil caras: “La cama es mi lugar preferido”

Los secretos de ...

En 1987 fue elegida mejor modelo del mundo y en los noventa su cara se asomaba a todas las portadas

Coleccionista de arte, curiosa y emprendedora, es fundadora y CEO de Alleven, una marca cosmética que ha conquistado a Scarlett Johansson y Beyoncé

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Celia Forner

Celia Forner es fundadora y máxima ejecutiva de la firma cosmética Alleven

Alleven

Celia Forner tiene una voz decidida, enérgica y levemente ronca. Excelente conversadora, una daría algún codazo que otro para tenerla cerca en una cena porque tiene mucho que contar. Su casa mallorquina tiene vistas al mar y la de Londres, donde atesora obras de Louise Bourgeois y Francis Picabia, entre otros grandes nombres del arte, es vecina del palacio de Kensington. 

Sí, la gran modelo de los ochenta y noventa, una de las primeras españolas en tener un recorrido internacional de primera división en revistas y pasarelas, tiene una vida de lo más top, pero no precisamente ociosa. Es una respetada coleccionista de arte –hizo cursos en Christie’s y Sotheby’s– y ha aprovechado su experiencia como modelo para lanzar Alleven, “Una marca cosmética con la vocación de llevar al consumidor las ventajas de los resultados inmediatos que se buscan y se obtienen en la pasarela”, explica. Se autodefine en tres palabras: “Perseverante, leal y luchadora”.

Se puede tener casi todo, pero no al mismo tiempo”

“Se puede tener casi todo, pero no al mismo tiempo”. Dice Celia que este es uno de los mejores consejos que lo han dado. Quizás por eso sabe racionalizar sus proyectos aunque, como empresaria, le gustaría “poder desconectar más a menudo”. “Soy una persona extremadamente curiosa y para mi es importante aprender constantemente.

Todo surge de una manera orgánica siguiendo mis intereses, que tengo la suerte de que sean muchos”, comenta. Ha aprendido que “sólo con esfuerzo, trabajo, disciplina y compasión se puede navegar la vida. En su trabajo también aplica la paciencia: “Me llevó cinco años crear el primer producto de Alleven (el maquillaje en espray corporal Colour Shield que utilizan Beyoncé, Scarlett Johansson, Cardi B, Emma Stone, Laura Dern, Alicia Vikander o Naomi Watts, entre otras muchas estrellas de Hollywood…)”, apunta. 

Colour Shield; el Total Face Serum (crema y sérum todo en uno) y la mascarilla Stellar Mask

Colour Shield; el Total Face Serum (crema y sérum todo en uno) y la mascarilla Stellar Mask

Alleven

“Me ayudó conocer los trucos de la profesión y el haber trabajado con los mejores maquilladores del mundo”, afirma. “Son productos multifuncionales, fáciles de usar, eficaces y prácticos, algo que se consigue gracias a la tecnología y la convicción, pragmatismo y perseverancia que hay detrás de cada desarrollo”, asegura.

¿Agua o cognac?, le preguntó Louise Bourgeois. Logró visitar –y convencer– a la artista para participar en Portable Art, un proyecto personal que le ocupó casi 10 años y para el que grandes creadores, como Cristina Iglesias, Michele Oka Doner o Paul McCarthy diseñaron joyas que son auténticas obras de arte. “Fui a verla con Jerry Gorovoy, su mano derecha durante 30 años. Hablaba y se movía muy poco, parecía una esfinge sentada delante de su mesa de trabajo. Hacía más de 15 años que no salía de casa. Entre agua y cognac elegí cognac. Le conté el proyecto y… bueno, ahí están las piezas”, recuerda divertida. 

Joyas en espiral de Louise Bourgeois para Portable Art, un proyecto personal de Celia

Joyas en espiral de Louise Bourgeois para Portable Art, un proyecto personal de Celia

Fede Delibes

Cuenta que el arte le ha aportado “perspectiva” y junto a su marido, Francesco Venturi, propietario de la editorial Vendome Press, atesora una importante colección. Vive rodeada de belleza pero ¿qué es lo más feo que ha visto últimamente? “La ignorancia y la intolerancia, que parecen ser algo demasiado habitual y que van muy a menudo de la mano”, responde. También tiene claro lo que es el mal gusto “La intolerancia en todas sus facetas”. Su posesión más preciada es “mi familia –tiene dos hijos, Allegra y Filippo y llama a Gatsby, su adorado perro blanco maltés su tercer hijo– y mis amigos”. ¿Conserva alguna amiga de su época de modelo? “Pocas pero buenas”.

“La cama es uno de mis lugares favoritos”. Colarse por el ojo de la cerradura para ver los espacios privados de reyes, diseñadores y artistas es una tentación. Como la empresa es complicada, Celia Forner lo pone fácil y abre las puertas de lechos famosos y anónimos –algunos de hoteles y rodajes cinematográficos– en un delicioso y bien documentado libro que recoge casi 300 habitaciones decoradas por los mejores diseñadores. 

'Bedtime, inspirational bed, bedrooms and boudoirs' (Vendome Press), de Celia Forner

'Bedtime, inspirational bed, bedrooms and boudoirs' (Vendome Press), de Celia Forner

Vendome Press

El impresionante recorrido gráfico nos enseña donde intentaban conciliar el sueño Napoleón Bonaparte, Cecil Beaton (con sus unicornios), Louboutin, Rudolf Nureyev en el edificio Dakota… Entre sus favoritos están el que diseñó el genio del art déco Armand Albert Rateau para la modista Jean Lanvin o el de Jean Cocteau. “Me fascinan personajes como el socialité británico Stephen Tennant, que pasó en la cama muchos años de su vida, o Helena Rubinstein que, como Churchill, recibía y trabajaba en la cama”.

Su interés por los dormitorios ajenos nació de una experiencia propia: “Con seis años sufrí un accidente que me tuvo en cama durante seis meses. A esa edad debí de utilizar mucho mi imaginación y crear un mundo de fantasía”, explica. Como experta en la materia, ¿qué no puede faltar y qué sobra en la mayoría de dormitorios? ”Para mi no pueden faltar libros y a menudo hay un exceso de objetos y cojines decorativos, lo que yo llamo atrapa-polvo”. ¿Hay algo que le quite el sueño? “Todos tenemos nuestras preocupaciones”, dice. 

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