Verónica Echegui: “Soy preguntona hasta la indiscreción”

entrevista

La actriz ha aprendido a vivir sin Whatsapp y, tras un periplo en lugares exóticos, vuelve a casa con tres  estrenos casi simultáneos

Verónica Echegui

La intérprete madrileña ve su oficio como una carrera de fondo que alterna épocas de estar en primera línea con otras de respiro. 

Andrea Resmini

Quince años después de que Bigas Luna la descubriera para el cine, gracias a Yo soy la Juani, por la que fue candidata al Goya por primera vez, el mapa de ruta de Verónica Echegui (Madrid, 1983) la sitúa de nuevo en casa. Tras haber visitado lugares ciertamente exóticos con el equipaje a cuestas – desde Katmandú, de la mano de Icíar Bollaín, hasta Islandia donde rodó la serie británica Fortitude, presenta ahora tres trabajos hechos aquí, a cual más diferente. Por La ofrenda, en la que interpreta a una prostituta desgarrada con deseos suicidas, ha recibido espléndidas críticas, mientras que Orígenes secretos, un mano a mano con el hombre del momento, Javier Rey, la introduce, aunque sea en tono de farsa, en el proceloso mundo de los superhéroes.

La charla telefónica con Magazine Lifestyle se desarrolla mientras pasea por Madrid tras asistir a la proyección de la tercera de ellas. Un musical basado en las canciones de Rafaella Carrá, titulado Explota, explota, en compañía de algunos amigos entre los que se encuentra su pareja desde hace una década, Álex García, “que se ha reído un montón con la peli y está de guasa y no hace más que cachondearse de las respuestas que te estoy dando. “¡Álex, ¿te puedes callar?!”, a lo que sobreviene un coro de carcajadas que subraya el buen rollo de esta pandilla de treintañeros en plena diversión. Que, a diferencia de otros muchos, no tiene formado un grupo de whatsapp porque no puede.

¿Cómo que no tiene instalada la aplicación? ¿Pero se puede vivir sin ella?

Sí. Doy fe de que hay vida más allá de whatsapp. Antes lo tenía, pero esto de estar siempre tan localizable y disponible no va con mi carácter. Se vive muy bien sin él.

Echegui estrena tres películas este otoño

A Echegui, que estudió antropología, le gusta sentarse en un banco y observar a a la gente. 

Andrea Resmini

Estrena estos días tres títulos que no parece que vayan a pasar inadvertidos en las carteleras… va a ser la reina del otoño cinematográfico.

Son casualidades, en realidad. Considero mi profesión como una carrera de fondo y por eso creo que se deben alternar épocas de estar en primera línea con otras de respiro. Si estuviera siempre ahí la gente acabaría cansándose de mí y se me verían más los trucos. A ver, que no tengo muchos pero alguno hay. Prefiero no quemarme y aprovechar para reciclarme, tener tiempo para mi vida y nutrirme de otras que me enseñen aspectos diferentes que luego pueda aportar a un personaje.

¿Es buena observadora de lo humano?

Por lo pronto, me fascina. Estudié antropología por la curiosidad de conocer qué motiva las idas y venidas de nuestro comportamiento, para saber de donde venimos y por qué somos así. Para mí, una manera estupenda de pasar la tarde es sentarme en un banco a observar a la gente; a elucubrar sobre sus vidas. O entrar en un bar a charlar con cualquiera. Soy empática; me pongo con facilidad en los zapatos de los demás. Y preguntona hasta la indiscreción. A veces, los amigos me dan caña con esto pero no lo hago por cotilla si no porque me interesa lo que piensan los demás y cómo lo razonan; desde qué lugar emiten sus juicios.

En 'Explota, explota' canto y bailo en torpe, como corresponde a mi personaje, una mujer de provincias y rellenita, pero me gustaría demostrar en algún proyecto que sé bailar de verdad”

Explota, explota parece querer llevar a los cines algo de la diversión que se necesita estos días…

Y de celebración de la vida y de la libertad. Va a venir como agua de Mayo. Yo soy muy de Rafaella. Con ella ha pasado algo curioso: se la consideraba un tanto hortera en su momento y ahora es como si estuviera en otra dimensión; es un clásico pero además muy divertido. Y en la película canto y bailo, pero en torpe, como corresponde a mi personaje que es una mujer de provincias, rellenita… Me lo he pasado pipa pero me gustaría poder demostrar en algún proyecto cómo sé bailar de verdad. En este me he quedado un poco con las ganas.

Hablaba de que necesitamos diversión. ¿Cómo está viviendo este momento tan inquietante?

Yo lo veo como una oportunidad para observar nuestro comportamiento como especie y ver qué podemos aprender de todo ello; prefiero ver más soluciones que problemas. Preocupándome nunca he conseguido nada. Veo lo positivo, lo que tiene de aprendizaje. Reflexionar en momentos de crisis siempre me hace crecer. Creo que quien quiera y quien así lo decida sacará lecciones positivas de todo esto. Es una cuestión de tomar una decisión: o enfrentamos la incertidumbre de que no sabemos qué va a pasar mañana y nos acostumbramos a vivir con ella, incorporando la inseguridad a nuestras vidas, o nos venimos abajo y nos volvemos locos.

¿Y la gente que la rodea?

Creo que estamos bastante de acuerdo en que hay que confiar en nosotros mismos sobre todo, y pensar que la vida es mucho más que esto. Que podemos replantearnos el sistema, la manera en la que nos relacionamos y la vida en sí. Abrí un hilo en redes durante el confinamiento sobre estos asuntos y la mayoría de la gente, desconocidos para mí casi todos, estaba de acuerdo en se habían dado cuenta del poco tiempo que disfrutaba de su familia y del tiempo que hacía que no tenían un buen rato para pasar con sus hijos. Entonces ¿éramos felices o no lo éramos tanto?

Buena pregunta.

Pues seguramente a nivel productivo estábamos a tope, pero, en las relaciones personales, no. En mi caso ha sido así. No paraba nunca; una cosa llevaba a la otra y mi entorno siempre ocupaba un lugar secundario detrás de esto. Y me pregunto quien ha establecido que las cosas deben ir en ese orden, cuando a mi me puede hacer más feliz pasar la tarde con los amigos echándonos unas risas y disfrutando. Lo deseable sería encontrar un buen equilibrio entre las dos cosas.

En Orígenes secretos interpreta a la jefa de investigadores de una comisaría y aunque va de enrollada, los tiene a todos firmes. ¿Cree que todavía hay hombres que se sienten molestos si les manda una mujer?

Buena pregunta para los hombres (risas). Yo no me corto. Procuro relacionarme con ellos poniendo el humor entre medias, pero también soy firme y dejo las cosas muy claritas. Si alguien se lo toma a mal, lo siento.

Procuro relacioname con los hombres poniendo el humor entre medias, pero soy firme y dejo las cosas muy claritas”

¿Feminista?

Por supuesto. Me parecería extraño no serlo, pero es cierto que hay gente que le da muchas vueltas al concepto y que no se entiende muy bien lo que significa serlo. Hay gente que dice “yo no soy machista, ni feminista, yo lo que quiero es que tengamos los mismos derechos”. Luego eres feminista y no lo sabes porque es una corriente que aboga por la igualdad en derechos y capacidades entre hombres y mujeres. No creo que haya mucha gente que no quiera eso a estas alturas de campeonato, es una cuestión fundamentalmente de desinformación que yo también he vivido. No tenía ni idea de la historia del movimiento, de quiénes eran las principales cabezas… También hay gente que confunde feminismo con radicalización. No se trata de ponderar a la mujer por encima del hombre porque entonces estaríamos en las mismas, pero al revés. Lo realmente importante en este momento, es ser tolerante.

Difícil asignatura, al parecer.

Pues según y cómo. Cada vez me interesa más quien no opina lo mismo que yo y procuro escuchar sus argumentos con interés para reflexionar sobre ellos o para rebatirlos. En este momento de crispación máxima lo mejor que podemos hacer es respetarnos y valorar al otro. Solo soy intolerante con la intolerancia y me niego a colaborar con ella.

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Hablábamos de Orígenes secretos y en esta también interpreta a un personaje de esos que se le dan tan bien: con toque divertido, descarada y sexi…

Una jefa de policía que hace cosplay, o sea que se pasa el día disfrazada de personajes curiosos. Todo un poco loco, pero claro, imagínate si me gusta a mí un disfraz. Daba palmas con las orejas. Cuando era pequeña, tenía un armario lleno de trajes así y me bajaba a jugar al parque con alguno puesto o montábamos teatritos en mi cuarto con otros chavales. Representar me viene de casta. Mi padre siempre quiso ser actor, aunque acabo ejerciendo de abogado. Desde muy pequeña mi vida ha girado en torno a crear historias. Desde que me acuerdo quise ser actriz.

Por su durísimo papel en La Ofrenda ha obtenido algunas de las mejores críticas de su carrera. ¿Le importa lo que piensen los demás de usted?

Practico mucho el amor hacia mi misma. Si no estoy lucida o muy centrada no leo nada sobre mí ni para bien, ni para mal. Si estoy tranquila como en estos momentos, vale. Me parece importante recoger los frutos de lo que hemos hecho para saber lo que le ha llegado de verdad a la gente. Dejando a un lado mi ego, eso es lo que me importa de un trabajo; que interese, que lo que contamos emocione o haga pensar. Ese el el fin último de nuestro curro: que se muevan corazones y se provoquen cambios. Pero vamos, una buena crítica siempre te alegra el día.

¿Es actriz valiente? ¿De tirarse al vacío sin red?

Sí. Aunque a veces quisiera reservarme para no sufrir tanto como los personajes que interpreto, no me sale, y cuanto más gano en seguridad y confianza con los años, más valiente me siento. Pero, a veces, también la comedia te obliga a tirarte a la piscina y a hacer cosas que podrían dar pudor. No es mi caso.

¿Ya aprendió a decir que no, la gran asignatura pendiente?

Estoy en ello porque es fundamental poner límites. Es la clave de la felicidad. Pero si no sabes lo que quieres, no sabes lo que no quieres.

No parece su caso. Está llena de proyectos muy personales…

A ver si se van aclarando las cosas. Querría hacer teatro; me siento de maravilla en contacto con el público. Pero no me gustan las giras ,y claro, es la manera de estar cerca de ellos. Y hay tantas series y me gusta tanto el cine…

¿Cómo va a ser su debut como directora?

Con un corto que se va a titular Venga a nosotros tu reina o tu reino. Hasta que no viva el rodaje no lo decidiré. Cuento una experiencia propia. A los 16 años fui a las fiestas de un pueblo con una amiga y descubrí que era tradición que a las dos de la madrugada los hombres se vistieran como lobos y salieran a cazar mujeres. El conflicto está en que la protagonista quiere pertenecer al grupo, integrarse, pero no le gusta nada el plan.

La tranquilidad es muy importante; el tiempo de las metas concretas ya pasó”

Y ¿si le sale bien?

A lo de dirigir llevaba tiempo dándole vueltas. Sin grandes pretensiones; solo aspiro a tener una buena experiencia y a que la historia, lo que quiero transmitir, se entienda. No quiero abrir grandes expectativas. La tranquilidad es muy importante para mí. Hice la serie británica Fortitude y fue un éxito. Me encanta filmar en inglés, pero lo importante es seguir creciendo con gente al lado que aporte y con proyectos interesantes. El tiempo de las metas concretas ya pasó.

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