Tras ocho años de noviazgo, Javier García-Obregón y Eugenia Gil Muñoz decidieron dar un paso más allá y celebrar una boda rodeada de sus familiares y amigos más cercanos. Un encuentro en el que no faltó la tía del novio, Ana Obregón, que apareció radiante a las puertas de la iglesia de San Fermín de los Navarros en Madrid.
Con permiso de los novios, la llegada de Obregón era de las más esperadas por los fotógrafos y medios desplazados hasta el lugar de la ceremonia religiosa. Recibida en el coche por su hermano Javier, la celebridad apareció con un look dos piezas de tweed abotonado en un color verde aguamarina muy favorecedor.
Rápidamente al ver el vestido, algunos de los seguidores de Ana Obregón han señalado la gran similitud que tiene con el traje de Pronovias que llevó Marta Lozano el pasado mes de octubre en la celebración de su fiesta anual de Glow Filter.
Un vestido dos piezas de tweed ceñido con un cinturón y con un escote asimétrico con grandes solapas inspirado en los trajes que se llevan en las famosas carreras de Ascot, motivo por el que Lozano incorporó una gran pamela a conjunto.
La presentadora y actriz es además la madrina del bautismo de su sobrino, por lo que resultaba inevitable que no fuera protagonista de alguna manera de este evento. Curiosamente otra de las madrinas, Paloma Lago, madre de Javier García-Obregón, ha coincidido también en la elección del color del vestido.
La madre del novio fue de las más elegantes de la ceremonia con un diseño firmado por AnmarGo, la misma casa de costura que ha diseñado el vestido de la novia. Un traje con escote asimétrico de una única manga que tapaba con una capa semitransparente del mismo tono.