Cuando nos maquillamos probablemente buscamos lucir una piel bonita que unifique el tono y resalte nuestros rasgos faciales más personales. Además de escoger con especial cuidado productos que enfaticen nuestro rostro, también es esencial tener una rutina desmaquillante que mime cada detalle de nuestra piel. ¿Por qué? Porque desmaquillarse es una parte esencial de cualquier rutina de cuidado de skincare y tiene una importancia crucial para mantener la salud y la apariencia radiante del cutis. En este sentido, la rutina desmaquillante coreana se ha posicionado como un ejemplo a seguir tanto por su eficacia como por su enfoque en el que prioriza el uso de ingredientes innovadores por su capacidad de otorgar resultados a largo plazo.
Cómo desmaquillarse siguiendo la rutina coreana
Aunque no te maquilles a diario, es imprescindible realizar esta rutina coreana desmaquillante dos veces al día, una vez por la mañana y otra por la noche. No en vano, a lo largo del día acumulamos suciedad y partículas externas que dañan nuestra piel.
Desmaquillante
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Utilizar un desmaquillante que elimine tanto el maquillaje como los cosméticos que hemos aplicado en la piel es un paso de obligado cumplimiento. Así, en este primer paso utilizaremos un desmaquillante que retire los productos sin resecar la piel. Silvia Moreno, especializada en cosmética profesional coreana lo corrobora, hay que realizar “una primera limpieza para retirar el maquillaje, la crema solar y la suciedad acumulada en nuestra piel”. A la hora de escoger el desmaquillante, puedes escoger un aceite desmaquillante, un bálsamo o un agua micelar. Desde Miin Cosmetics, marca de cosmética coreana referente en Europa, aconsejan un aceite desmaquillante ya que “es perfecto para retirar eyeliners, sombras y máscaras aunque sean resistentes al agua. Al no necesitar un disco de algodón u otro producto no arrastramos pestañas o irritamos la epidermis”.
Limpieza
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Después del desmaquillante es hora de limpiar profundamente la piel. Es un paso clave para poder preparar el rostro para un posterior tratamiento. Puedes escoger un gel limpiador o un jabón en pastilla. Te aconsejamos que escojas aquel producto que cuente con los activos que mejor se adapten a tu tipo de piel, ya sea grasa o seca.
Tras la limpieza, puedes equilibrar el pH de la piel aplicando un tónico suave que la hidrate, la calme y la refresque. Después del tónico, ya puedes aplicar tus cosméticos diarios como el contorno de ojos y la crema facial. Y, a continuación, realizar tu maquillaje.