Lección de estilo
DIANE KRUGER
Aunque inició su carrera como actriz en la pequeña pantalla hace más de una década, en el serial francés Duelles, no se puede decir que Diane Kruger se haya prodigado en ese medio, pese a ser la pareja de una auténtica celebridad televisiva: Joshua Jackson, protagonista de Fringe . Hasta ahora. Gracias a su papel en The Bridge –la nueva serie de los creadores de Homeland –, en la que encarna a una investigadora fría y reservada, obsesionada por su trabajo, la actriz alemana, de 37 años, ha logrado algunas de las mejores críticas de su carrera. Para llevarlo a cabo, ha intentado exponer lo menos posible esa belleza que, antes de ser actriz, la convirtió en top-model internacional tras abandonar la danza por una lesión. Cursó, al tiempo, estudios de Arte Dramático y apoyada por el que fue su marido, el actor Guillaume Canet, dio sus primeros pasos en el cine francés, aunque la fama de la que disfruta se la debe a la bella Helena, causante de una guerra legendaria reflejada en la taquillera Troya . Ya situada, reparte su tiempo a ambos lados del Atlántico con buen ojo para elegir los proyectos. En Europa, participando en producciones de prestigio como Noche de paz o Copying Beethoven en la que encarnó a la joven ayudante del genio. En Hollywood, elige películas de indudable calado popular, como Sin identidad , título de acción que la emparejó con Liam Neeson; las dos entregas de La búsqueda , en las que ha acompañado a Nicolas Cage en sus aventuras en pos de los tesoros arqueológicos mejor guardados, o Malditos bastardos , en la que Tarantino la convirtió en misteriosa espía. Este mismo año ha realizado dos incursiones cinematográficas tan bien acogidas como la juvenil La huésped y la romántica Llévame a la luna , producción francesa realizada por parte del equipo que materializó la ponderada Intocable . Su ya imparable ascensión continuará en los filmes The Green Blade Rises , sobre la infancia de Lincoln, y Midnight Sun , centrada en un grupo de científicos expertos en armamento, en plena Segunda Guerra Mundial, en las que participa aprovechando el tiempo que le deja libre la grabación del serial.