Sigue la guerra cultural de Vox: suma en les Corts el negacionismo climático al de género
Análisis
Los consellers de Vox no dudan en atacar consensos respetados por los populares, y por el resto de fuerzas políticas, cargando ahora contra el deterioro climático junto a la violencia de género y el valenciano
Vox ha roto su silencio institucional en la Comunidad Valenciana y sus tres consellers - Vicente Barrera, Elisa Nuñez y José Luís Aguirre - han aprovechado sus comparecencias de estos días para exhibir su manual para dar la “batalla cultural”. Una decidida apuesta por la confrontación dialéctica con la izquierda en cuestiones de lengua o modelo económico, pero que también choca con muchos consensos como la lucha contra la violencia de género o el cambio climático que compartía el PP y que cuestionan las políticas del ejecutivo de Carlos Mazón.
Los responsables de la formación de ultraderecha ya han mostrado negro sobre blanco, en las diferentes sesiones de Les Corts Valencianes, su estrategia política para no quedar invisibilizados en un gobierno con seis consellers y un presidente del PP. Vox -consciente de que ha perdido protagonismo en la esfera nacional- no parece dispuesto a moderar sus postulados, aunque alguno de ellos colisione con el sentir mayoritario del Consell.
Hoja de ruta
Vox no modera sus postulados, aunque ello suponga colisionar con el sentir mayoritario del Gobierno valenciano
En la tribuna del Parlamento, el vicepresidente primero y conseller de Cultura, Vicente Barrera, ya avanzó que uno de sus principales objetivos en su mandato será la combatir “el pancatalamismo cultural”. Desde el atril negó la unidad de la lengua y anunció el fin de las ayudas a aquellas entidades que, según él, “conspiran” contra la cultura valenciana.
En estos primeros meses de legislatura, Vox ha hecho del tema de la lengua su argumento principal en todas las instituciones. En Les Corts ha pedido el reconocimiento de los títulos de Lo Rat Penat (que se basan en una normativa distinta a la AVL); en el Ayuntamiento de Alicante, ha pedido que la ciudad pase a formar parte de las zonas donde se puede pedir exención lingüística; mientras que en el de València, ha arrastrado al PP a pedir un cambio del topónimo siguiendo una normativa no oficial.
Vicente Barrera, extorero, también adelantó que la tauromaquia volverá a contar con el favor de la Administración. Días después de su comparecencia, y tras conocerse la muerte de un aficionado durante un festejo de bous al carrer, el conseller reiteraba su intención de subvencionar desde el Consell estas administraciones.
El mundo del toro tiene para Vox un fuerte simbolismo. Así, ayer el conseller de Agricultura, José Luis Aguirre, aseguraba que su departamento ejecutaría una apoyo “específico” al sector de las reses bravas a los que no dudó en calificar como “uno de los sectores que mayor tradición cultural representa”.
Sin embargo, lo más político del discurso de Aguirre fue su feroz crítica a “la perversa Agenda 2030” para el Desarrollo Sostenible de las Naciones Unidas a la que acusó de estar detrás de sufrimiento del campo y la industria. El responsable de Agricultura desplegó en el Hemiciclo valenciano el catálogo de Vox contra “el fanatismo climático” pero también contra el “animalismo” y el “pseudoecologismo”.
Comparecencias
El conseller de Agricultura hizo un alegato contra el cambio climático y la Agenda 2030
Y es que Vox no se sale de su hoja de ruta como demostró la consellera de Justicia, Elisa Núñez, que en su comparecencia habló de violencia doméstica y se limitó a señalar que "todas las víctimas son iguales".
Precisamente, este tipo de gestos y el intento del PP de no generar más división entre los dos socios del Consell provocó la llamada guerra de pancartas puesto que los diferentes partidos no lograron ponerse de acuerdo a la hora de concentrarse bajo un mismo lema en repulsa de los últimos asesinatos machistas perpetrados en la Comunidad Valenciana.