La nueva presidenta de Ciudadanos en la Comunidad Valenciana, Mamen Peris, entró con una consigna clara: "Ni plegados al PP ni plegados al PSOE; Ciudadanos tiene un espacio propio"; un intento desesperado de marcar distancias con los populares para intentar sobrevivir a escasos meses de los comicios que pueden suponer la muerte política de la formación. No obstante, su estrategia ha sido boicoteada desde dentro por cargos importantes que han respondido aproximándose al PP con la excusa de que Peris giraba hacia el Botànic.
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Y todo ello mientras Carlos Mazón lograba apuntalar gobiernos de coalición como el de la Diputación de Alicante y, sobre todo, dar una estocada final a su rival electoral agitando la desbandada. Tras la sonada salida de la ex síndica en Les Corts Ruth Merino (ahora fichada por Mazón) solo en una semana, tres diputados provinciales (dos en Alicante y uno en Valencia) han anunciado que dejan el partido con duras críticas a la dirección. Ni ultimátums ni visitas de cargos de la ejecutiva nacional han logrado parar la sangría.
Una pérdida de cuadros que se verá en las próximas elecciones del 28M. Ayer el secretario general, Adrián Vázquez, aseguraba en su visita a València que presentarían "más de 90 candidaturas municipales". Una cifra que hay que poner en contexto. Hace tan solo cuatro años, en los comicios de 2019, Cs presentó hasta 184 candidaturas (77 en la provincia de València, 67 en la de Alicante y 42 en Castellón) con la que alcanzó los 314 concejales. En 2015, con el partido todavía en crecimiento, la formación naranja ya presentó 139 candidaturas (50 más que ahora). El hecho de que ahora se vayan a presentar la mitad que hace cuatro años denota el momento de debilidad que vive la formación y no augura nada bueno para el futuro del partido.
Las candidaturas
En 2015, Cs presentó 139 candidaturas locales en la Comunidad Valenciana; en 2019, 184; y ahora, 90
Más aún, cuando en este caso las locales vuelven a tener una relevancia importante para apuntalar la candidatura autonómica pues, de nuevo, ambas convocatorias coincidirán el domingo 28 de mayo. Aunque puede parecer un escenario muy lejano, no se puede obviar que, en 2019, Cs logró 466.000 votos en las autonómicas que ahora desean tanto el PP (el mejor colocado) como también el PSPV, que aspira a que el perfil del presidente Ximo Puig pueda convencer a una parte del votante naranja.
A juzgar por los movimientos de los cargos de Cs, el PP juega con una importante ventaja. Habrá que ver cómo se traduce esto en los próximos días y cuántos de los que han dejado el partido de Peris en los últimos días encuentran acomodo en las listas del PP. Una situación que empieza a incomodar a cuadros populares que ven como las listas no se han presentado y cada vez hay más candidatos a ocuparlas.
Duras críticas contra el PP
Ciudadanos: "Mazón es el cachorro de Zaplana"
“El señor Mazón es el cachorro de Zaplana, se lo aviso para que vea cómo ha acabado. La corrupción institucional es algo que hay que evitar”. Así se pronunció el secretario general de Ciudadanos (CS), Adrián Vázquez, en atención a los medios de comunicación en su visita a las Fallas de Valencia, donde le recriminó al presidente de la Diputación de Alicante que “seguir gobernando con tránsfugas es corrupción y un fraude a los votantes. Así, con nosotros va a tener poco que hablar en el futuro”.
El descontrol en la formación es tal que ni siquiera se sabe cuántos diputados del grupo parlamentario están dispuestos a seguir las órdenes de Peris. Descartada la reforma de la ley electoral, fuentes del PP animaban a los partidos que gobiernan el Botànic a votar sin acuerdo la renovación de los órganos estatutarios, insinuando que tal vez Cs no podría asegurar el voto favorable de los ocho parlamentarios que los naranjas necesitan (de los 13 que ahora tienen) para sacar adelante la renovación de los órganos caducados.
Respuesta del PP
Ana Serna, portavoz del PP en la Diputación de Alicante, aseguró ayer que “lo que queda de Ciudadanos se ha entregado a Ximo Puig, los catalanistas y la extrema izquierda de Podemos con tal de desestabilizar a la Diputación”. Y afirmó que ese “es el peaje que la nueva dirección de Cs tiene que pagar a Puig para intentar rebajar el listón electoral del 5 al 3% a dos meses de las elecciones”.
Serna calificó de “ejemplar” el trabajo de Julia Parra y Javier Gutiérrez y añadió que “ellos no han cambiado, lo que ha cambiado es la cúpula de Ciudadanos que, para poder servir a Ximo y sus socios, deben pagar el peaje de intentar desestabilizar a esta institución”.
Lo que queda de Ciudadanos se ha entregado a Puig, los catalanistas y la extrema izquierda de Podemos con tal de desestabilizar a la Diputación
La portavoz popular confirmó que Parra y Gutiérrez, mantendrán sus competencias “porque la figura del diputado no adscrito es absolutamente legal”, aunque pasarán a percibir retribuciones solo por asistencia a comisiones y plenos. En el caso de los asesores, los servicios técnicos de la Diputación están estudiando su situación “y en cuanto tengamos los informes, los llevaremos a pleno para informar y adoptar los acuerdos pertinentes cumpliendo lo que marca la ley y el reglamento”.