Desalojan un edificio ocupado en la Part Alta de Tarragona
Operación policial
Se han detenido tres personas, una de las cuales fue detenida por romper una orden de alejamiento por violencia de género
La Guardia Urbana de Tarragona y los Mossos d’Esquadra han desalojado a primera hora de este jueves un edificio ocupado en la Part Alta de Tarragona. En el operativo se han echado tres personas, una de las cuales ha quedado detenida porque había roto una orden de alejamiento por violencia de género. El inmueble es el número 7 de la calle dels Ferrers y los agentes entraron en el sótano, planta baja, primer piso y tercer piso. En el segundo vive una mujer de alquiler que asegura que en los últimos meses ha pasado un calvario. Posteriormente la propiedad del edificio ha tapiado ventanas y puertas para evitar que vuelvan a entrar ocupas. El desalojo había sido ordenado por el juzgado de primera instancia número 3 de Tarragona.
En los últimos meses la problemática de las ocupaciones en la Part Alta ha ido aumentando. Varios vecinos han denunciado que ocupas han entrado en viviendas abandonadas, ya fuera para robar o para instalarse. En algunos casos han acumulado suciedad y manipulado la instalación eléctrica y hace unas semanas, en la misma calle dels Ferrers, causaron un incendio a otro edificio. También se han denunciado robos y agresiones. También en las últimas semanas desde el Ayuntamiento de Tarragona se ha actuado. La actuación más importante hasta ahora ha sido el desalojo de quince pisos de un edificio del barrio del Serrallo, en el que también había habido problemas de convivencia con el vecindario.
Tarragona
En las últimas semanas el Ayuntamiento ha actuado en varias ocupaciones, como el desalojo de quince pisos de un edificio del barrio del Serrallo
En el dispositivo de este jueves han participado cinco dotaciones de la Guardia Urbana en coordinación con cinco dotaciones más de los Mossos. También había dos funcionarias judiciales. Tal y como ha detallado Elisabeth, la inquilina que no ha sido desalojada, el operativo se inició sobre las seis y media de la mañana y duró aproximadamente una hora. Ha comentado que entró a vivir en el inmueble en el mes de marzo, coincidiendo con el inicio del confinamiento, y que en aquella época comenzaron a entrar ocupas. Incluso aseguró que a ella la han agredida, robada y le han llegado a romper la puerta para entrar en su casa”. “Ha sido un infierno”, lamenta. “No sé cómo lo he aguantado. Te ves atrapada con gente con la que no es fácil la convivencia. Han destrozado los pisos, no han respetado nada “, aseguró.
Según ha descrito, al inicio intentó pactar con ellos unas normas mínimas “pero nunca las cumplieron”. “Había peleas y gritos hasta las siete de la mañana. La policía cada día venía y cada día había gente nueva”, ha descrito. Con las puertas tapiadas y después de la actuación policial confía en que la situación se calme.