Aguirre se quita de encima la ‘caja b’ apuntando al PP nacional
CASO PÚNICA
Señala al exgerente del partido nombrado por Génova
La mañana de hoy ha sido un mero trámite para la expresidenta madrileña Esperanza Aguirre quien no ha dudado en manifestar su “satisfacción” por declarar en el caso Púnica y poder explicar su falta de responsabilidad en los hechos, “en el supuesto de que se hubieran cometido”, como la existencia de una ‘ caja b’ en el PP de Madrid, que ella ha negado ante el juez. La estrategia de Aguirre ha pasado por señalar al exgerente del partido Beltrán Gutiérrez recordando que le nombraron desde las filas del PP nacional, con quien también se organizó la campaña de las autonómicas de 2003 -con la que accedió a la presidencia-, y que ella misma consultó con Mariano Rajoy el nombramiento de sus cargos en la Comunidad.
El talante mostrado por Aguirre en sede judicial ha sido reconvenido por el magistrado quien ha censurado su irrespetuosidad hacia las fiscales Carmen García Cerdá y Teresa Gálvez. ”Estoy convencida de que mi inocencia prevalecerá”, ha preconizado Aguirre en declaraciones a los medios a su salida de la Audiencia Nacional, tras prestar declaración este viernes como investigada ante el juez del caso Púnica, Manuel García Castellón.
”Nunca he hecho, ni he consentido, ni he conocido, ni he dejado de ejercer la diligencia necesaria para evitar ningún hecho que fuera una irregularidad y mucho menos una ilegalidad en el supuesto de que se hubieran cometido”, ha asegurado la ex líder del PP en una breve comparecencia en la que no ha aceptado responder a preguntas de los periodistas.
Por eso ha dicho estar convencida de que se acabará demostrando su inocencia y ha manifestado su plena confianza en la Justicia. “Estoy segura de que se hará justicia”, ha concluido.
Balones fuera
Como también hiciese el propio Rajoy cuando testificó en el juicio de Gürtel, hoy Aguirre ha negado haber tenido ninguna responsabilidad económica, contractual o administrativa en el partido, y cuando el juez le ha preguntado si su cargo era meramente figurativo, ella ha echado mano de los estatutos del PP para dejar claro que no ostentaba tales funciones.
Su tarea estaba en la política, ha recalcado, si bien ha añadido que a su juicio no es posible que Beltrán Gutiérrez manejase una caja B porque el PP nunca se ha financiado ilegalmente, según las fuentes.
Era Gutiérrez, según Aguirre, quien se encargaba de los temas económicos, aunque ha precisado que apenas despachó con él y que le parecía eficaz. Como también Ignacio González y Francisco Granados, dos de sus más estrechos colaboradores, a quienes sitúo en la Vicepresidencia de la Comunidad y en la Secretaría General del Partido por su confianza en el primero y el buen hacer del segundo. Los tres están imputados.
La de Aguirre ha sido una declaración bronca y tensa en muchos momentos, lo que le ha costado algún que otro apercibimiento del juez, según recalcan las fuentes, que destacan el tono altivo de la expresidenta ante algunas preguntas de las fiscales.
Como cuando han querido enseñarle unos correos relacionados con el empresario Alejandro de Pedro (uno de los principales imputados), a quien ha dicho no conocer. Aguirre ha indicado que no quería verlos y cuando la fiscal ha señalado que los incorporaría a su declaración, ha manifestado: “Incorporarlos a la suya, a la mía no”.
En otra ocasión y en tono irónico, ha reprochado a “las fiscalas” (término reprobado por el juez, que le ha pedido que las llame “fiscales”), que se hayan “empeñado” en que Fundescam -fundación ligada al PP que supuestamente contribuyó al desvío de fondos-, era el “Watergate”, cuando en realidad la misma fundación existía en otros partidos. Lo de “fiscalas”, ha dicho después, entraría en un debate feminista.
Sobre una reunión de 2004 en la que supuestamente se indicó que se contratase a Horacio Mercado y ayudar así a desviar dinero al PP, Aguirre ha dicho que fue un encuentro improvisado en el que le pidieron que viese el logotipo diseñado por éste con el lema “La suma de todos” para la Comunidad. Algo que ha extrañado al juez, que ha ironizado si Donald Trump accedería si le dijesen que saliese a ver a alguien que no conoce de nada para enseñarle un logotipo.
También ha negado que Mercado financiase la campaña de 2007, y de otro empresario investigado, Arturo Fernández, ha dicho que donó dinero a Fundescam porque no solo es lícito, sino que desgrava.
Aguirre ha reconocido que estaba “mosca” con Granados y Jesús Trabada, exconsejero delegado de Mintra, en relación a la adjudicación de la construcción de varios tramos de líneas de metro. Cuando el juez ha pedido que aclarase dicho término, la expresidenta se ha desdicho para señalar que ella era muy austera porque no quería hacer muchas estaciones de metro.
”Retiro mosca”, ha dicho Aguirre, pero el juez le ha indicado: “No puede retirar la palabra mosca porque está grabado”.
También se ha desmarcado de la cláusula del 1 % en publicidad de numerosas adjudicaciones públicas que supuestamente servía para financiar irregularmente al partido, y sobre los regalos que recibía -entre ellos un traje de fallera al que se ha referido como “disfraz”-, ha precisado que los repartía entre sus subordinados y que todo estaba inventariado.