Los ganaderos del Pallars levantan la voz contra la presencia del lobo en el territorio y exigen poder trabajar con tranquilidad y sin “la angustia” de levantarse todos los días sin saber si habrá hecho daño a los rebaños.
A través de un manifiesto que cuenta con el apoyo de la Asociación Pallaresa de Ganaderos de Ovino (APROVI), la Federación de Entidades Catalanas de Ganaderos de Ovino y Cabrum (FECOC), y de Revolta Pagesa, el sector alerta de que el lobo es “un peligro” para el ganado, pero también para las personas y el sector turístico.
Los ganaderos han hecho llegar a los partidos políticos un manifiesto para que lo aprueben en forma de mociones en los ayuntamientos y consejos comarcales.
Otras medidas de presión
El sector exige soluciones y avisa de que, si no se le escucha, sacará adelante otras medidas de presión.
El manifiesto nace a raíz del ataque de un lobo a una explotación ganadera del Castell de Mur (Pallars Jussà), a mediados de febrero, que se saldó con cuatro ovejas muertas.
La ganadera y representante de APROVI, Maite Puy, ha advertido de que tener que cambiar la forma de trabajar por la presencia del lobo en la zona puede ser “catastrófico” para el sector.
Según los ganaderos, “el lobo es un peligro para un sector tocado de muerte” y es “incompatible con la ganadería”.
Puy ha explicado que harán llegar el manifiesto a entidades de toda Catalunya, no sólo del ámbito ganadero, para que se adhieran. En este sentido, el sector va más allá y afirma que el lobo es también un peligro para el turismo.
A raíz del ataque al Castell de Mur, los Agents Rurales instalaron media docena de cámaras de trampa fotográfica en la zona para intentar captar al lobo.
Con datos de 2024, en Catalunya existen entre nueve y once lobos, seis de los cuales están identificados genéticamente.