Las aulas de infantil y primaria de Lloret de Mar reciben cada día un alumno, de media, con el curso ya empezado. Es lo que en el argot educativo se conoce con el nombre de 'matrícula viva', una situación que se ha incrementado desde el curso 2021/2022.
Desde entonces, han llegado unos 315 alumnos de media cada año fuera del plazo de matrícula ordinaria. La cifra récord se alcanzó en los años 2021/2022 cuando se inscribieron 419 alumnos con el curso ya empezado. El conflicto bélico en Ucrania explica. en gran parte, los datos alanzados aquel año.
El 'boom' se alcanzó durante el curso 2021/2022, coincidiendo con la guerra en Ucrania, cuando llegaron a medio curso 419 estudiantes
Al año siguiente fueron 391 los nuevos inscritos con el curso en marcha y el año pasado, las clases de infantil y primaria recibieron un total de 267 niños nuevos a medio curso. En este ejercicio, de momento, son ya 183, según datos proporcionados por el colectivo Pares per una educació digna a Lloret de Mar (PEDAL).
Lo integran un grupo de padres de distintos centros educativos de primaria y secundaria de Lloret de Mar, que urgen a la Conselleria d'Educació una “solución urgente” ante una situación que consideran “límite” desde hace años.
Un colectivo formado por padres de varias escuelas de Lloret denuncian que en alunas aulas el porcentaje de matrícula viva supera el 40%
El colectivo sostiene que la mayoría de nuevos alumnos que llegan con el curso ya arrancado desconocen el catalán y el castellano. Aseguran que en algunas aulas este porcentaje supera el 40% lo que repercute en el aprendizaje de los recién llegados y también en los que ya han consolidado el idioma, así como en el profesorado.
El grupo PEDAL considera “insuficientes” las horas de aula de acogida que desde Educació se pone a disposición de este alumnado. Un refuerzo que solo se aplica -explican- a las clases de catalán, castellano y matemáticas.
Piden más centros educativos y una aula centralizada que atienda a los alumnos recién llegados durante el primer curso
Agregan que no todos los alumnos pueden hacer uso de este servicio, destinado solo a partir de tercero de primaria y cursos superiores y que a lo dos años de pasar por esta aula, el alumno debe seguir ya el curso académico regular.
El colectivo denuncia también que Lloret de Mar arrastre un “déficit histórico de equipamientos escolares”. Una sobresaturación que se traduce en 21 aulas adicionales que se han tenido que crear para asumir el nuevo alumnado sin disponer de las instalaciones adecuadas.
Desde PEDAL cifran en 2.386 alumnos la capacidad de las instalaciones educativas del municipio. Sumando esas 21 aulas adicionales, son 2.834 los alumnos, pero según el colectivo, hay ya 3.012 matriculados en Lloret de Mar.
Los padres denuncian también el “incumplimiento sistemático” de las ratios máximas en las aulas, la pérdida de espacios comunes y aulas especializadas, como las de inglés, música, la biblioteca o el aula de informática para incorporar a todos los alumnos. Dicen que hay aulas de apoyo que hacen clase en el pasillo.
Los padres descontentos han pedido la mediación de la Sindicatura de Greuges y en noviembre hicieron llegar una carta a la consellera de Educació, que no ha tenido respuesta
Todo ello, argumentan, redunda en la calidad educativa, del alumnado. “Las administraciones públicas miran hacia otro lado a menos que se aproxime alguna cita electoral”, critican en un comunicado en el que califican de “irresponsabilidad” el incumplimiento de las promesas de construcción de equipamientos educativos.
El colectivo propone alunas medidas para mejorar la situación educativa. Por ejemplo, plantean la creación de un nuevo plan de aulas de acogida y la creación de una aula centralizada que atienda a todos los alumnos recién llegados al municipio durante el primer curso escolar.
También relaman una hoja de ruta que revierta la situación de la educación a Lloret y que se resuelva el exceso de ratios. El grupo PEDAL entregó una carta a la consellera de Educació, Esther Niurbó, durante una visita a Lloret de Mar el pasado 15 de noviembre. Denuncian que hasta la fecha no han tenido respuesta ante las quejas planteadas. También han solicitado la mediación de la Sindicatura de Greuges.