La cartografía que utilizan las embarcaciones que fondean la costa de Roses cambiará los próximos meses. Y es que un estudio impulsado por la Generalitat, realizado en 2018, ha permitido descubrir una superficie de 801 hectáreas de pradera marina de Cymodocea nodosa (hierba fanerógama marina, no confundir con las algas) el fondo de esta conocida y amplia bahía.
Hasta la redacción de esta prospección sólo se tenía conocimiento de una extensión en el ámbito de 193 ha. En la misma área de estudio se han detectado 136 ha de Posidonia oceánica (planta acuática endémica del Mediterráneo), 98 ha de sustrato rocoso con algas fotófilas y 25 ha de fondo de precoralígeno, entre otros hábitats del fondo marino.
De acuerdo con la cartografía de herbazales marinos del Departamento de Agricultura, la pradera de Cymodocea nodosa de la Bahía de Roses, es la de mayor extensión de esta especie cartografiada en la costa catalana y, con mucha probabilidad, es una de las más importantes en el Mediterráneo Occidental.
El director de Pesca i Afers Marítims, Sergi Tudela, explica que se trata de una noticia “espectacular” porque el hábitat es de “gran calidad”, a pesar de que está muy cerca de la costa y que hay una intensa actividad pesquera.
Por ello, Tudela ha explicado que habrá “cambiar el modelo” a la hora de fondear esta zona, y se tendrá que ir hacia una forma “ecológica”. Esto significa que las embarcaciones deberán ser más cuidadosas y se crearán unos “campos de boyas” encima de zonas arenosas, para evitar afectar el bosque marino.
Sin embargo, todo ello deberá ir acompañado de fondos europeos que Tudela da por hecho que la Generalitat tendrá acceso. El objetivo de este dinero, explica el director, es poder incluir estas restricciones a las cartas cartográficas que tienen los patrones de las embarcaciones.
Un hallazgo inesperado
Tanto para Tudela como para el responsable del estudio, Joan Ramon Vidal, el hallazgo ha supuesto una “sorpresa”, ya que se ha permitido fijar unas fronteras de la pradera. “No pensábamos que pudiera ser tan extensa, ya que normalmente no son tan grandes ni de tanta calidad”, señala Vidal.
Con todo, el responsable del estudio constata que hay que mantener las acciones que se están haciendo para evitar la contaminación y la degradación del fondo marino. “El mar está mal, pero se están tomando medidas para irlo parando en el tema de los plásticos, de la pesca o bien realizando una cartografía para descubrir praderas como ésta”, dice Vidal
Quince quilómetros de pradera marina
La prospección se ha realizado sobre una superficie de 3.350 hectáreas. En concreto de la Punta de la Falconera de Rosas hasta la Punta de Trencabraços de l’Escala (Alt Empordà). En todo este espacio se pudo encontrar diferentes objetos como barcos hundidos, restos humanos, anclas y otros elementos.
Vidal destaca que la altura de las hojas de la planta son de cerca de medio metro y de una “gran calidad”. “Las praderas son densas y forman un telaraña para la cría que les permite tener un lugar donde esconderse”, concluyó.
El estudio se ha presentado este viernes en la sede de la Generalitat de Girona ante técnicos de Medio Ambiente y alcaldes de la zona.