Pontón proclama que el 12-J “lo cambia todo” en Galicia
Día de la Patria Gallega
La líder del BNG dice que el éxito electoral es “el punto de partida” para que el nacionalismo llegue a la Xunta
La muletilla de “todavía hay gente saliendo de la Alameda” constituye un rito clásico de las movilizaciones del nacionalismo gallego, que discurren entre el parque principal de Santiago y la plaza de A Quintana, junto a la catedral. La usan los oradores tanto para ensalzar las movilizaciones más masivas, como para mantener la moral en los momentos de declive.
Este 25 de julio, día de la patria gallega, la euforia el éxito electoral del BNG debería haber desencadenado un torrente de manifestantes por el casco histórico. Pero la covid-19 obligó a una celebración distinta, descentralizada en las otras seis ciudades gallegas, si bien bajo la felicidad de las autonómicas de hace trece días que, para la líder del Bloque, Ana Pontón, constituyen “el punto de partida que lo cambia todo”.
“Parece que ya acabó de llegar la gente de la Alameda”, afirmó la diputada electa, Iria Carreira, para, cumpliendo el rito, anunciar el comienzo del acto de este sábado en la plaza de A Quintana. Carreira, médico de profesión, simboliza el espectacular ascenso que registró el BNG el 12 de julio, al pasar de 6 a 19 diputados y superar el techo histórico de 1997, con Xosé Manuel Beiras de cabeza de lista, cuando, con un porcentaje de voto superior, sacó 18 parlamentarios. El décimo noveno escaño que hace 23 años el BNG tuvo la noche electoral, pero perdió con el recuento del voto exterior, es precisamente el del puesto de Iria Carreira en las listas, el número siete por la provincia de A Coruña.
“Hay quien dice que no cambió nada, porque siguen mandando los de siempre, pero no es cierto”, proclamó Ana Pontón, la portavoz nacional del BNG al referirse a los comicios en el discurso que fue el momento culminante del acto de una plaza de A Quintana con el aforo limitado a un millar de personas, pero en conexión con los eventos simultáneos que los nacionalistas celebraron en las ciudades de Lugo, Ourense, Vigo, Pontevedra, A Coruña y Ferrol.
“El pasado 12 de julio no es un punto de llegada, sino un punto de partida que lo cambia todo”, enfatizó la mujer que en el 2016 se hizo cargo de un BNG al que buena parte de sus dirigentes veían en peligro de desaparecer, engullido por el desbordante ascenso de En Marea, la alianza entre Podemos y Anova, el partido creado por los escindidos del Bloque nucleados en torno al histórico Beiras.
El descalabro de la alianza de morados y beiristas, que esta vez se presentaron a las autonómicas bajo la marca de Galicia en Común y quedó fuera del Parlamento, abrió el espacio para la brutal subida de Pontón. Ésta destacó este sábado que “conseguimos ser segunda fuerza con un resultado histórico. En este país nunca antes nadie había conseguido “en sólo cuatro años más que triplicar sus escaños”. Sin embargo, anunció que “no nos conformamos” y fijó el objetivo de que Galicia tenga por primera vez un gobierno del BNG “que mire y tire por este país”.
Pontón también mostró sus discrepancias con los análisis sobre el ascenso del BNG centrados en el desgaste de las otras fuerzas de la izquierda, las de ámbito español, PSOE y Podemos, o en factores como el desarrollo de la campaña. Para esta politóloga que el lunes cumplirá 43 años hay una “razón de fondo fundamental”, que reside en el compromiso y el amor a Galicia de la base del Bloque, que con su trabajo incombustible consiguió, de acuerdo con el análisis de su líder, el éxito del 12 de julio.
El día de la patria gallega se comenzó a celebrar justo hace 100 años, cuando las Irmandades da Fala lo fijaron en la misma jornada en la que se honra al patrón de España. Así, como es tradición, el acto nacionalista comenzó este sábado minutos después de que acabase la ofrenda al Apóstol Santiago que en esta ocasión se desarrolló en la iglesia de San Martiño Pinario, a cargo del Rey Felipe VI.
El líder juvenil del BNG Paulo Ríos afirmó que el monarca “es una figura que representa el colonialismo y la opresión española”. Y Ana Pontón manifestó que “no hay incienso ni botafumeiro que tapen la podredumbre de la Casa Real”. Aseguró que “no vamos a parar hasta que se juzgue a los Borbones por corrupción”.