Si nada se tuerce, el alcalde de Barcelona, Jaume Collboni, respirará aliviado este miércoles cuando se aprueben las ordenanzas fiscales del 2025. Sus exsocios de los Comunes y sus aliados de ERC, facilitarán esta aprobación que puede ser la antesala para el apoyo al nuevo presupuesto municipal. Aunque, como dijimos en estas líneas el mes pasado, será inevitable una prórroga del presupuesto actual porque no habrá tiempo de aprobarlo antes de fin de año.
En el gobierno socialista de Barcelona hay cierto optimismo porque las negociaciones avanzan gracias a que el PSC accede a las diversas demandas de los Comunes. Prueba de ello fue la reciente comparecencia conjunta de la teniente de alcalde socialista Laia Bonet y la comunera Janet Sanz para anunciar la medida para reducir el alquiler temporal. Esta imagen de unidad recordó actos similares cuando ambas compartían gobierno en la anterior legislatura.
Laia Bonet (PSC) y Janet Sanz (BComú) en la comparecencia conjunta de hace 15 días en el Ayuntamiento de Barcelona
La diferencia es que BComú está ahora en la oposición. No obstante, viendo cómo el PSC acepta muchas de sus políticas, bien parece que gobiernan en la sombra. Los socialistas han asumido las principales propuestas de los comunes en las ordenanzas fiscales y analizan las ideas que han trasladado para el presupuesto.
BComú envió una lista de peticiones que en su mayoría son asumibles para los socialistas. Pero hay una que se atraganta. Se trata de las supermanzanas que impulsó la exalcaldesa Ada Colau y que su partido quiere continuar en más zonas. Collboni aseguró en campaña electoral que no era partidario de hacer más supermanzanas y que su apuesta era recuperar interiores de manzana que tienen menor impacto en la movilidad.
Pero ahora tiene en la mesa la propuesta comunera de cinco nuevas supermanzanas, a cambio de su voto a favor del presupuesto. Seguramente no se aceptarán todas, pero es fácil que alguna se considere. De entrada, parece que han pactado desterrar el concepto supermanzana y, en la línea del carácter más amable que quiere imprimir el PSC, se hablará de zonas pacificadas.
El PSC pide prudencia tras cinco sentencias contrarias al Ayuntamiento por la tramitación ilegal de las supermanzanas
Y es que el alcalde, tras la decisión de Junts de negarle el pan y la sal, no tiene más opción que atender los deseos de BComú, aunque evitando caer en errores que cometieron los Comunes por sus ansias de aplicar sus políticas demasiado rápido. La consecuencia judicial más dolorosa de esta manera de proceder fue la tramitación del eje verde de la calle Consell de Cent. Ya son cinco las sentencias que condenan al Ayuntamiento por saltarse la ley en este asunto porque se ejecutó sin cambiar el Plan General Metropolitano (PGM).
Este es ahora un problema grave porque la justicia pide que se reviertan las obras y se deje como antes de la reforma, lo que supondría una inversión millonaria y el retorno de las ayudas europeas destinadas a este proyecto. Para evitar este desastre hace falta una negociación con los impulsores de la demanda que no se está produciendo.
Esta pésima experiencia judicial ha llevado al PSC y a BComú a plantear la propuesta de reducir los alquileres temporales en la ciudad a través de una modificación del PGM, que es un proceso más largo y engorroso, pero evitará una impugnación y males mayores económicos. Los procesos administrativos no los impone nadie más que la administración. Es verdad que estos plazos son poco operativos, pero los partidos podrían cambiarlos mañana mismo si quisieran. Lo que es inadmisible es que los gobernantes vulneren la ley cuando les interese porque esto no se tolera con el resto de ciudadanos.
