El gobierno del alcalde Jaume Collboni se comprometió este martes a redoblar su control sobre los supermercados 24 horas que tanto vienen proliferando últimamente en Barcelona. La teniente de alcalde de Urbanismo, la socialista Laia Bonet, aceptó el ruego formulado al respecto por la concejal republicana Eva Baró en la comisión municipal de Urbanismo.
La edil de ERC dio cuenta del último despropósito protagonizado por uno de estos negocios. “¿Cómo es posible que un establecimiento haga obras ilegales, incumpla las ordenanzas sistemáticamente, se salte el plan de usos y encima continúe funcionando en el corazón de Barcelona, en la mismísima calle Pelai?”. Al parecer este negocio acumula ya unos cuantos expedientes administrativos en marcha.
Junts también pedirá hoy a los socialistas que garanticen que estos negocios cumplen con todas las normas
Sí, su relato recuerda tanto al del súper que abrió sus puertas este verano en los bajos de la casa Heribert Pons, en la rambla Catalunya, sin el correspondiente permiso municipal y después de realizar obras ilegales, que los republicanos presentaron este martes un ruego para que el Ayuntamiento redoble el control de este tipo de negocios. Los inspectores municipales ya clausuraron el súper de la casa Heribert Pons, y los expedientes del de la calle Pelai continúan su tramitación...
“Pero estos dos casos no son más que un ejemplo –apostilló la concejal de ERC–. Tenemos unos planes de usos demasiado tibios. El gobierno municipal tiene que incrementar los recursos para que todos los establecimientos comerciales funcionen según su licencia, y también para asegurarse de que no puedan abrir nuevos establecimientos con usos no permitidos, como es el caso de los súper 24 horas”.
En los últimos cinco años el Ayuntamiento registró las aperturas de hasta 696 establecimientos en principio dedicados a la alimentación autorizados a funcionar durante las 24 horas. De ellos, 544 suman menos de 150 m2 cada uno, mientras que 142 no superan los 300.
Baró argumentó que la proliferación de este tipo de establecimientos es una muestra más de la gentrificación que sufren los barrios más céntricos de la ciudad, que una vez que tantos vecinos son desplazados también desaparecen los comercios que les prestaban servicios de una manera cotidiana y abren otros dirigidos a cubrir la necesidades de turistas, visitantes y otras capas de población flotante. Hablamos de negocios en verdad especializados en la venta de souvenirs, alimentos preparados y bebidas en formato individual.
La teniente de alcalde de Urbanismo aceptó el ruego de los republicanos sin aplicar paños calientes a la cuestión. Pero también quiso recordar unos cuantos números a fin de mostrar la acción municipal. Durante los últimos cinco años los inspectores municipales tramitaron 43 expedientes sancionadores y 197 órdenes de adecuación o de cese de actividad del negocio. De todas estas órdenes, 56 recayeron sobre negocios ubicados en el Eixample.
Además, a finales del 2023, el Consistorio llevó a cabo una decena de multinspecciones tanto diurnas como nocturnas en negocios de barrios especialmente afectados por estas problemáticas, caso del de Sagrada Família, la Barceloneta, Gòtic, Raval... En estas inspecciones participan trabajadores del Ayuntamiento, la Inspecció de Treball, la Agencia Tributaria y otras administraciones. Entonces los funcionaros revisaron hasta 79 negocios de carácter alimentario, y tramitaron 241 expedientes de corrección de deficiencias subsanables. Los inspectores también detectaron un par de ocupaciones indebidas del espacio público, así como 62 infracciones de la normativa de salud pública, 55 relativas a la gestión de residuos, 51 por cuestiones relacionadas con Hacienda y otras 34 relacionadas con la contratación de trabajadores.
El debate entre los políticos, sin embargo, continuará este miércoles. El grupo municipal de Junts presentará en la comisión de Economía una proposición destinada a fomentar al comercio de calidad. La concejal Joana Ortega pedirá, entre otros extremos, que se censen todos los súpers 24 horas, se inspeccione su actividad y que el Consistorio también garantice que cumplen con todas normativas laborales, sanitarias y fiscales.