Con la reapertura hoy del restaurado Hivernacle comienza tomar forma y a hacerse visible el proyecto de la Ciutadella del Coneixement, un ambicioso plan para reconvertir el histórico parque de Barcelona y sus alrededores en uno de los núcleo de ciencia e innovación más potentes de Europa.
Han sido necesarios 15 meses de obras y unos 2,5 millones de euros para recuperar uno de los edificios emblemáticos que son el vestigio de la Exposición Internacional de 1888. Una restauración muy detallista ha permitido recuperar el espíritu original de este palacio de cristal barcelonés, que se había extraviado tras largos años de cierre, deterioro de las instalaciones y anteriores reformas que habían ocultado algunos elementos que ahora recobran todo su esplendor.
El acto de inauguración del remozado Hivernacle ha reunido a representantes de diversas fuerzas políticas municipales encabezadas por el actual alcalde, Jaume Collboni, el exalcalde Xavier Trias y la exprimera teniente de alcaldía, Janet Sanz, bajo cuyo mandato de inició la rehabilitación de este singular espacio.
La recuperación del Hivernacle es la primera pieza de uno de los proyectos más ambiciosos que tiene en marcha Barcelona, el de la Ciutadella del Coneixement, que se articula en torno al parque central de la ciudad. En este territorio consagrado a la ciencia, producto de la colaboración de las distintas administraciones públicas, las universidades y diversos centros de investigación, trabajarán cerca de 2.000 investigadores. Ello requerirá una inversión estimada en unos 290 millones de euros, de los que el Ayuntamiento de Barcelona aporta unos 75 millones.
El restaurado Hivernacle, obra del arquitecto municipal de finales del siglo XIX Josep Amargós, es una de las cuatro piezas históricas ubicadas en el parque de la Ciutadella que formarán parte del proyecto de la Ciutadella del Coneixement. Mañana mismo se inaugurará oficiosamente –todavía faltan algunos detalles que retrasarán la ceremonia oficial de reapertura unas semanas- el Museu Martorell, el museo público más antiguo de Barcelona, que también ha sido rehabilitado. Para aprovechar estas fiestas navideñas, esta instalación, rebautizada ahora como Centre Martorell d’Exposicions, se abrirá ya para acoger dos exposiciones: Natura o Cultura?, una visión del Museu de Ciencias Naturales, y Wow. Animals de museu, sobre ciencia, técnica y arte.
Los otros dos edificios históricos del parque dedicados a la ciencias también serán objeto de rehabilitación. La del Castell dels Trens Dragons, una de las obras señeras del gran arquitecto modernista Lluís Domènech i Montaner, ya tiene casi a punto el proyecto para emprender después unas obras que deberían culminar en el 2026. Tambièn para ese año se espera que este apunto el edificio hermano del Hivernacle, el Umbracle, que ha permanecido abierto todos estos años, y que requiere unas obras de menos envergadura.
El Hivernacle luce de nuevo toda su belleza romántica después de haber sustituido los cristales, el sistema de iluminación y el riego interior y de haber recuperado pinturas y decoraciones originales que no fueron tenidas en cuenta en el último lifting al que se sometió, que se remonta al 2007.
El Hivernacle estará abierto todos los días desde las 10 de la mañana y hasta el anochecer. Se han descartado inicialmente otros usos que no sean los relacionados con la ciencia y su divulgación. La primera exposición que acogerá, a comienzos del 2024, lleva el título de Màquina Climàtica.
El palacio de cristal de la Ciutadella y los otros tres edificios históricos del parque son solo una de las piezas que compondrán la Ciutadella del Coneixement. El Ayuntamiento de Barcelona tiene un especial interés de que la mayor parte de este proyecto esté en pleno funcionamiento durante el mandato municipal que finaliza en la primavera del 2027.
Un foco puntero de investigación científica
Las otras piezas son, en primer lugar, los tres nuevos edificios que se levantarán en el solar del antiguo Mercat del Peix, donde ya hace meses que comenzó el movimiento de tierras. Aquí estarán las instalaciones del Barcelona Institute of Science and Technology (BIST), el Instituto de Biología Evolutiva (CSIC-Universitat Pompeu Fabra) y unas nuevas dependencias de la propia UPF.
También de nueva creación será el Centro de Biociencias del CSIC, que se construirá en el solar donde esté el edificio del Parque Móvil del Estado, que concentrará las diferentes unidades de investigación en biomedicina que tiene el CSIC en Catalunya (300 investigadores y 40 grupos de pesquisa). En él se ubicarán el Institut d’Investigacions Biomèdiques de Barcelona y el Institut de Biologia Molecular de Barcelona.
Todas estas piezas podrían estar listas a finales de este mandato, dentro de tres años y medio. Representan en conjunto en torno al 80% del proyecto de la Ciutadella del Coneixement. Pero faltaría otro elemento importante que no avanza al mismo ritmo. Se trata de la Biblioteca Central Urbana que el Estado ha de construir junto a la estación de França. El alcalde Collboni ha puesto fecha a su entrada en servicio, no antes del año 2029.
Queda otra pieza a considerar, el Zoo de Barcelona, que en los próximos años ha de desarrollar su proyecto estratégico, que redirige esta instalación que ocupa la mitad del parque de la Ciutadella hacia la innovación, la investigación y la protección de las especies animales, así como su bienestar. Desde el punto de vista urbanístico habrá que proyectar soluciones para que el recinto del Zoo deje de ser una barrera y se convierta en un espacio permeable y más vinculado al conjunto del parque y de las instalaciones situadas en el exterior del mismo.
A pesar de fomentar su vocación científica –en el horizonte muy lejano, una posible mudanza del Parlament de Catalunya, que dejaría libre el edificio que ahora ocupa- la Ciutadella no dejará de ser un parque más convencional para el disfrute ciudadano. Por ello está previsto seguir llevando a cabo actuaciones de mejora en el drenaje, la vegetación, el riego (la Ciutadella se riega con agua freática) y los accesos al recinto.