El turismo debe pagar, incluso más

El turismo debe pagar, incluso más

Las futuras tasas turísticas que se cobrarán en Barcelona, oficializadas por el Ayuntamiento y publicadas ya por los medios, vislumbran un incremento recaudatorio a los turistas, la franja máxima rozará los siete euros por noche, que veremos si es suficiente. Sin duda es un elemento importante el paso adelante para aumentar la cifra final de la tasa que deberán pagar los visitantes, tanto los que disfrutan de los hoteles de cinco estrellas como los que se hacinan en apartamentos turísticos o los cruceristas que ni pernoctan. Pese a que la medida excita a una parte del empresariado turístico, es necesaria y yo me atrevería a decir que la cantidad final que se va a recaudar por el turismo es corta.

El teniente de alcalde del Ayuntamiento barcelonés, Jordi Valls, ya advirtió de una verdad en mayúsculas: “Ningún turista dejará de venir por la tasa”. Efectivamente eso es así. Y si deja de venir alguno, se tratará del tipo de turista que provoca más gasto que beneficio a la ciudad (salvo para quien le alquile el alojamiento), y por tanto no merece la pena pelear por él. Si queremos virar hacia un turismo de mayor calidad, una de las viejas aspiraciones del sector y de la ciudad, tener una tasa notable es una buena medida. Pero insisto. No pasaría nada si esa tasa fuera más elevada en todos los tramos. No hay que tener complejos en ser la ciudad europea con la tasa más elevada (de momento solo está en el grupo de cabeza). Lo que importa es que Barcelona recaude más dinero y que esta cifra vaya destinada a hacerle la vida más fácil y más barata a los barceloneses que pagan sus impuestos, elevados, en esta santa ciudad.

Varios turistas en una terraza de la Barceloneta, en la capital catalana

Varios turistas en una terraza de la Barceloneta, en la capital catalana

Ana Jiménez

No hay que tener complejos en ser la ciudad europea con la tasa más elevada

En la cifra global del impuesto al turismo un tramo es autonómico (y también debería destinarse a servicios para Barcelona) y el resto es de competencia municipal, y esta parte tendría que ir, viendo como está la ciudad, a limpieza y seguridad. Ni un euro de esas tasas debería dirigirse a financiar otro tipo de planes municipales. Ese montante económico sería recomendable que aliviara el ingente gasto que genera la limpieza y la seguridad, precisamente dos de los elementos que más demandan los turistas cuando están en Barcelona y que más necesarios son cuando la población en la ciudad se incrementa como consecuencia de la llegada de más visitantes. Por ello la medida es necesaria, no alterará grandes presupuestos de quienes visitan establecimientos de calidad, y sobre los que recurren a alojamientos más económicos tienen que entender que visitar esta ciudad es más caro que hacerlo en otros lugares con menos reclamos turísticos. El reto para el Ayuntamiento –además de tratar de subir esa tasa de nuevo– es lograr que ese dinero extra sirva para esas cosas importantes, las que le permitan al barcelonés caminar por calles más limpias y más seguras.

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