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Los ferrocarriles franceses rompen el acuerdo de cooperación con Renfe

Movilidad

La SNCF pone fin a la oferta conjunta de trenes de alta velocidad entre España y Francia y aspira a quedarse en exclusiva el corredor Barcelona–París

Pasajeros llegados a la estación de Sants en el tren París-Barcelona de ayer por la tarde

Miquel González / Shooting

Los trenes de alta velocidad entre ambos lados de la frontera que operan Renfe y su homóloga francesa (SNCF) llegarán a su fin en diciembre de este año. La operadora pública de Francia ha decidido unilateralmente romper el contrato de gestión conjunta de las circulaciones que unen Barcelona con París y diversas ciudades del sur de Francia. Aducen falta de rentabilidad pese a mover alrededor de un millón de viajeros anuales.

La compañía pública gala ya ha comunicado la decisión a Renfe y a Elipsos Internacional, la sociedad que gestiona los trenes entre España y Francia desde el 2013 y cuyo accionariado está repartido al 50% entre Renfe y SNCF. Si una de las dos partes decide liquidar el acuerdo, la marca comercial de Renfe-SNCF en cooperación entra en disolución, aunque Renfe se oponga a ello.

El divorcio se ha consumado un año después de que la compañía gala empezase a operar en el rentable corredor Barcelona-Madrid con su marca de bajo coste (Ouigo) aprovechando la liberalización del sector ferroviario, que ha abierto las puertas a entrar en otros países sin necesidad de firmar acuerdos de cooperación. Las dos empresas públicas actuaron como aliadas mientras cada una se limitaba a circular por su país pero desde que pasaron a ser competidoras las relaciones se habían enrarecido. Los directivos franceses llevaban meses debatiéndose entre mantener la cooperación en los trayectos internacionales o pasar también a competir y finalmente se ha impuesto esta opción.

La ruptura no ha sido de mutuo acuerdo. Tras el portazo de los franceses, los responsables de la operadora española han transmitido formalmente a la SNCF su interés por continuar operando los servicios de alta velocidad entre los dos países comercializados hasta ahora a través de la sociedad conjunta.

Las trabas burocráticas en Francia impiden que los trenes españoles lleguen hasta París

Aunque una cosa es su voluntad y otra que pueden hacerlo. Mientras que el administrador de infraestructuras ferroviarias (Adif) habilitó los trenes de la SNCF para que pudiesen utilizar la red de alta velocidad española, los franceses no han hecho lo mismo en su territorio. Los convoyes de Renfe solo pueden llegar hasta ciudades del sur de Francia como Marsella y Lyon, pero no tienen permitido hacerlo hasta París, que es el más .rentable y atractivo.

La burocracia francesa ha impuesto mil y una trabas para blindar el tramo que conecta con la capital francesa desde Lyon pese a las exigencias de apertura a la competencia requeridas desde la Unión Europea. Fuentes de Renfe confirman a La Vanguardia que solicitarán de nuevo los permisos pertinentes a las au­toridades francesas “en el contexto de reciprocidad deseable para la entrada de nuevos operadores en el proceso liberalizador del sector ferroviario de viajeros en Europa”.

Otra opción sería que Renfe alquilase material homologado en Francia para poder seguir manteniendo el Barcelona – París. Al margen de ese corredor, los recorridos hasta Marsella y Lyon se podrían seguir realizando con los mismos trenes que ahora (la serie 100 de Alstom) pero ofrecidos directamente por Renfe.