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Alud de solicitudes de nuevas terrazas para sortear la crisis

Emergencia económica

El Ayuntamiento de Barcelona recibe más de un millar de peticiones tan solo esta semana

Semipresencial.El pleno se celebró ayer con la asistencia física de 13 de los 41 ediles, el resto participó desde casa o desde otras salas del Consistorio

Mané Espinosa

El Ayuntamiento de Barcelona ya ha comenzado a tramitar un millar de solicitudes presentadas por bares y restaurantes de la ciudad que no tenían terraza y que quieren tenerla, o que necesitan ampliar las existentes para que las nuevas normas de distancia social no supongan una pérdida de aforo. El dato lo dio ayer el primer teniente de Alcalde, Jaume Collboni, en el transcurso del pleno ordinario de mes de mayo, minutos antes de que se ratificara de forma unánime la rebaja de un 75% de la tasa de terrazas y la posibilidad de que se puedan ocupar mayor espacio del previsto. Pero los síes no estuvieron exentos de críticas: la oposición reclamó al gobierno sociocomún “celeridad”en dar respuesta a las peticiones y que evite el colapso que ya se teme.

“Quiero expresar mi reconocimiento a los gerentes y técnicos del Ayuntamiento por el sobreesfuerzo que están haciendo estos días”, dijo Collboni, que aseguró que la maquinaria municipal marcha a pleno rendimiento tras remarcar, eso sí, que las más de 1.000 peticiones han llegado en tan solo cinco días. Y que se suman a otras, como las 10.000 solicitudes –en este caso desde el 20 de mayo– de autónomos para recibir la ayuda municipal de 300 euros. “Seguimos trabajando”, apuntó el primer teniente de alcalde con un tono conciliador que no fue suficiente para la oposición.

El endeudamiento vivo del Consistorio es de 718 millones de euros, el 29%, y habría margen hasta el 60%

“La medida llega tarde”, aseguró el concejal de ERC, Jordi Castellana que criticó también el bloqueo de las páginas web que permiten llevar a cabo el trámite. “Si solo el 20% de la restauración está abierta es por los retrasos”, aseguró las
presidenta de JxCat, Elsa Artadi “Ahora os toca hacer el trabajo rápido”, remató las posconvergente que recordó que ellos ya lo habían dicho, que la avalancha era más que previsible.

Por su parte, tanto el portavoz de Ciudadanos, Paco Sierra como el presidente de los populares en el Consistorio, Josep Bou, criticaron la subida de la tasa de este año y que ahora se ha tenido que bajar. “No se podrá volver a tasas de meses anteriores”, avisó también el líder de BCN pel Canvi, Manuel Valls.

La de ayer fue una sesión en la que no se sellaron ni tantos acuerdos ni de forma tan unánime como en el pleno de abril, el de la reconstrucción. Si bien fue un pleno en el que se pudo leer entre líneas (en algunos momentos muy gordas) por donde pueden ir los acuerdos sobre el ajuste del actual presupuesto y las cuentas municipales del año que viene. Las conversaciones se mantienen y no avanzan del todo mal.

En este contexto, destacó una moción de JxCat a través de la que se reclamó la derogación urgente de la LRSAL y la ley de Estabilidad: es decir, que los ayuntamientos tengan autonomía financiera. Y ligado a esto, básicamente, que el Ayuntamiento se pueda endeudar adicionalmente unos 500 millones de euros el año que viene y movilizar este año unos 400 millones de euros también prestados o de los que tiene en el cajón. “Esta capacidad de reacción nos puede permitir acortar la crisis”, defendió Artadi.

La medida de los postconvergentes recibió tan sólo el apoyo del gobierno sociocomún, pero en esencia lo cierto es que nadie la rechazó.

Ciudadanos se abstuvo. Las cifras puestas encima de la mesa frenaron el apoyo. “Pero está claro que Barcelona ha de movilizar todos los recursos posibles”, manifestó la presidenta de la formación naranja, Luz Guilarte. “No sabemos todavía la caída real de ingresos ni los ingresos procedentes de otras administraciones”, añadió la portavoz de Barcelona pel Canvi, Eva Parera para justificar también la abstención de su grupo. El popular Josep Bou no vio claro lo de derogar leyes –no tanto lo de endeudarse– y votó en contra de la medida como también lo hizo ERC, según explicó el concejal Jordi Castellana, entre otras cosas, porque dijo ver un “riesgo” caer en cifras de 500 millones.

“Ustedes nos pedían que hubiera deuda. No trasladen peleas (con JxCat) de Catalunya a Barcelona”, respondió al republicano el concejal de Presidencia, Jordi Martí, que, en esta cuestión tomó la palabra en nombre del gobierno sociocomún. “La proposición recoge el espíritu de lo que hemos hablado”, añadió el edil de los comunes en referencia a la apuesta compartida por unos presupuestos expansivos y con mayor inversión pública, en la que el mayor endeudamiento jugará un papel fundamental. Una cuestión, esta última, sobre la que es especialmente revelador un artículo publicado esta semana por la concejal de Hacienda, Montserrat Ballarín, en el blog del Instituto de Derecho Local de la Universidad Autónoma de Madrid. En el texto, la edil hace un repaso a la situación económica del Ayuntamiento y el impacto de la pandemia. “En unos momentos donde todo hace prever que tardaremos años en recuperarnos de la crisis desencadenada por la pandemia, ¿por qué impedir que se acuda al endeudamiento?”, pregunta Ballarín en el artículo antes de explicar que el Consistorio contaba a 31 de marzo con una deuda viva de 718 millones de euros, un 29% sobre los ingresos corrientes, cuando puede llegar hasta el 60% (serían 1.625 millones de euros). “Cerrar la puerta a que se traslade al futuro una parte de la factura de la Covid-19 sería un error grave”, sentencia la edil.

En definitiva, un punto de encuentro con ERC y JxCat que allana el camino al acuerdo, pero para lo que se necesita también que el Gobierno central elimine la regla de gasto y los límites del déficit y del endeudamiento. El pleno, en esta línea, aprobó ayer también una declaración institucional.

“Y mandé recientemente una carta al presidente Pedro Sánchez”, recordó la alcaldesa Ada Colau... Se espera respuesta en breve.