Presión institucional sobre la GSMA para no suspender el Mobile
Escenario muy delicado
Las administraciones públicas apuestan por mantener la cita aunque sea bajo mínimos
La suspensión del Mobile World Congress (MWC) se encuentra sobre la mesa de los organizadores. Es una posibilidad que la GSMA hace una semana ni contemplaba, pero que gana enteros a medida que avanzan los días y las cancelaciones de expositores se multiplican por miedo al coronavirus. La baja anunciada ayer por Intel, Cisco, Rakuten y Facebook agravan la situación y sitúan la celebración del congreso en un escenario muy delicado.
Ante la situación de alarma, el Gobierno, la Generalitat y los ayuntamientos de Barcelona y l’Hospitalet han redoblado los esfuerzos para tratar de convencer a la organización de que el Mobile debe seguir adelante, aunque sea de mínimos, sin la exuberancia de años anteriores. La decisión final la tomará el consejo general de la GSMA el viernes, en una reunión ordinaria fijada en el calendario hace meses, pero que se ha convertido en una cita decisiva para adoptar una postura firme, sea en un sentido u otro, justo diez días antes del 24 de febrero, cuando está previsto que el certamen abra sus puertas.
Una cuestión económica
La organización mide el alto coste que les puede suponer la suspensión en indemnizaciones
Todas las instituciones implicadas están trabajando junto a Fira de Barcelona y la Mobile World Capital con la intención de contrarrestar los efectos negativos de la ausencia de grandes marcas. Las llamadas cruzadas entre las diferentes administraciones se multiplican para trasladar a John Hoffman y los suyos la petición de que todo se mantenga, según lo previsto. Consideran que ante la posibilidad de tener un impacto económico inexistente, más vale uno reducido, aunque quede muy por debajo de los 492 millones previstos para este año si hubiese sido normal.
Pese a ello, se trata de una decisión puramente empresarial. El ente privado que organiza el congreso hace números en sus despachos lejos de Barcelona para valorar la mejor salida. No sería únicamente el dinero que dejarían de ganar, sino el que perderían. Si la GSMA suspende el evento sin que haya una situación de riesgo sanitario –a día de hoy, no la hay en España–, deberán pagar altas indemnizaciones a las más de 2.000 empresas que mantienen su asistencia al salón. Solo si la Organización Mundial de la Salud (OMS) cambiase de parecer y considerase que hay algún peligro, la organización tendría un motivo de peso para que las aseguradoras se hiciesen cargo de la factura, pero si todo sigue igual, debería salir de sus cuentas.
Crece la lista de bajas
Intel, Facebook, Cisco y AT&T provocan un alud de cancelaciones norteamericanas
“No hay ninguna razón de salud pública para la suspensión”, recordó ayer el ministro de Sanidad, Salvador Illa, en la misma línea que se pronunciaron el vicepresidente del Govern, Pere Aragonès; el primer teniente de alcalde de Barcelona, Jaume Collboni, y la alcaldesa de l’Hospitalet, Núria Marín. El mensaje es unánime, sin ambages, y busca transmitir tranquilidad y confianza a los organizadores pese a la sangría de bajas de empresas de medio mundo que tenían previsto asistir al congreso.
Si el lunes se produjo una gran cantidad de cancelaciones japonesas, ayer fue el turno de los
estadounidenses. Intel, Cisco, Facebook, AT&T y McAfee cancelaron su asistencia al MWC, siguiendo los pasos de Amazon y Nvidia. Mientras tanto, mantienen su presencia las grandes
empresas chinas como Huawei, Xiaomi y ZTE, que ocupan el espacio central del principal pabellón del recinto Gran Via de Fira de Barcelona, donde estos días se trabaja sin interrupción en el montaje de los vistosos espacios expositivos y oficinas que tienen de vida útil los cuatro días que dura el congreso.
Será crucial el papel que adopten las grandes operadoras europeas que resisten fieles a la gran cita mundial de la telefonía móvil. Los directivos de Telefónica, Vodafone y Orange mantienen conversaciones informales entre ellos para valorar una decisión conjunta. El papel de Telefónica es especialmente relevante, ya que en el MWC desempeña cada año el papel de anfitriona ante el sector internacional.
Las cancelaciones ya afectan a hoteles, restaurantes y servicios de transporte
A la espera de la decisión definitiva de la GSMA, los efectos de las cancelaciones de empresas ya se están notando en los sectores económicos que desde hace años tienen en el mes de febrero un pico de trabajo gracias al Mobile. El Gremi d’Hotels de Barcelona reconoce que se están registrando las primeras cancelaciones de reservas. Lo mismo está pasando en los restaurantes, los cuales han visto como se han anulado algunas cenas reservadas con meses de antelación por parte de empresas que acostumbran a cerrar negocios o celebrar encuentros con sus trabajadores en los mismos sitios cada año. El director del Gremi de Restauració, Roger Pallarols, vaticina una edición “más deslucida” en el sector por la falta de empresas, con la consiguiente reducción del impacto económico. También las empresas de catering que suministran a empresas que se ausentarán, como Ericsson, han visto como le desaparecían grandes pedidos de la noche a la mañana.
Los efectos de una reducción de la asistencia al Mobile también repercute con fuerza a los taxistas, que en los días previos ya trabajan en el aeropuerto como si fuera temporada alta y durante el congreso facturan alrededor de un 30% más que un día normal. Con todo, el portavoz de Élite Taxi, Tito Álvarez, considera que “si los que dejan de venir son los altos cargos de grandes empresas, quizás no afecta tanto al sector porque la mayoría de directivos se mueven esos días en sus propios vehículos con conductor”.
Las populares furgonetas negras a disposición de los altos cargos de las principales empresas durante las 24 horas del día ya hacen números por las cancelaciones anunciadas. Por ejemplo, Ericsson había contratado 70 vehículos y Vivo, ocho furgonetas, a la empresa de vehículos de alquiler con conductor (VTC) Autos Alegre. Su propietario y vicepresidente de la asociación Luxury VTC, Sergi Alegre, destaca que el Mobile “es la factura más grande del año” para el sector, que se ve obligado a recurrir a empresas de otros lugares, incluso del extranjero, para cubrir la demanda. Si se siguen produciendo cancelaciones, este año no será necesario.
El único sector que se salva, según Europa Press, es el del ocio nocturno, que aún no ha registrado cancelaciones. El secretario general de la patronal del sector, Fecasarm, asegura que aún no les constan cancelaciones aunque están “a la expectativa”.
Un salón lleno de huecos
La sangría de cancelaciones ha llenado de espacios en blanco el plano con el que trabaja la organización del Mobile World Congress. Acostumbrados a hacer encaje de bolillos para poder dar cabida a más de 2.800 expositores, la GSMA se encuentra ahora con la dificultad de camuflar la ausencia de grandes empresas que dejan centenares de metros cuadrados vacíos. El conjunto de bajas ya supone más del 10% del espacio expositivo. Un operario ponía cruces ayer en más de un centenar de stands que quedarán vacíos. Si el congreso se acaba celebrando, lo más probable es que se reordene el reparto del espacio en los pabellones para hacer menos evidentes las deserciones. También se estudia los lugares donde se instalarán los puntos con jabón desinfectante y los nuevos espacios de atención sanitaria.