La Iglesia también es objetivo de los ciberdelincuentes. Según informaron hoy, la Guardia Civil de Huesca investiga a un hombre que, para ganarse la confianza de las congregaciones religiosas de la provincia, se hacía pasar por el obispo de Diócesis de la Barbastro mediante llamadas telefónicas y correos electrónicos, tras lo cual consiguió que le hicieran transferencias de dinero.
El hombre, un vecino de 31 años de Toledo, está siendo investigado como supuesto autor de los delitos de estafa, blanqueo de capitales y usurpación de identidad por el Equipo de la Unidad Orgánica de Policía Judicial (UOPJ) de la Comandancia de la Guardia Civil de Huesca.
La operación Crosier, como así se llama, comenzó en marzo de 2023 tras una denuncia por estafa y usurpación de la identidad interpuesta por una congregación religiosa de la provincia altoaragonesa. En la misma, aseguraban que una persona se había hecho pasar por el Obispado de la Diócesis de Barbastro en llamadas y correos electrónicos para ganarse la confianza de sus víctimas y que le ingresaran dinero.
En el transcurso de la operación, los agentes averiguaron que el “falso obispo” desviaba a otras cuentas el dinero fraudulento que conseguía para dificultar el seguimiento y así poder realizar el blanqueo del mismo. Además los números de teléfono y las direcciones de correo que utilizaba eran de un solo uso, lo que dificultaba la identidad de este ciberdelincuente, ha informado la Guardia Civil.
A finales de enero de este año, los agentes localizaron al posible autor de los hechos y procedieron a su investigación por los delitos de estafa, blanqueo de capitales y usurpación de identidad.
El equipo de Huesca instruyó las correspondientes diligencias, que fueron remitidas al Juzgado de Instrucción número 1 de Barbastro, debiendo el investigado presentarse ante la autoridad judicial cuando sea citado.