El asalto frustrado de un grupo de delincuentes a una nave industrial ha permitido desmantelar la mayor plantación ‘indoor’ detectada hasta la fecha en la ciudad de Huesca. Un operativo en el que han sido detenidas las siete personas que estaban al cuidado de la droga, cuyo destino final se sospecha que eran países como Holanda o Bélgica.
Los hechos tuvieron lugar durante la madrugada del pasado 21 de enero. Fue entonces cuando una patrulla que vigilaba el polígono Monzú de la capital altoaragonesa vio un coche empotrado en la puerta de una nave y, al lado, una furgoneta con el motor en marcha, a cuyo interior se subieron cinco personas en cuanto se apercibieron de la presencia policial.
En ese momento se inició una peligrosa persecución en dirección a Barbastro, en la que los asaltantes trataron de embestir hasta en tres ocasiones al vehículo policial. Los sospechosos, con las luces apagadas, al final consiguieron dar esquinazo a sus perseguidores.
Cuando los equipos de refuerzo llegaron a la nave asaltada pudieron comprobar que en su interior había una macroinstalación dedicada al cultivo de marihuana. El complejo, que se ocultaba desde hace tres años bajo la apariencia de un almacén para productos de bazares chinos, contaba con grandes instalaciones de luz para garantizar una temperatura media constante de más de 28 grados, ventiladores para regenerar el oxígeno y aparatos para generar CO2. Con este sistema, se estima que la banda era capaz de producir hasta cuatro cosechas al año, con un beneficio de hasta cuatro millones de euros anuales.
Sucesos
La banda era capaz de producir hasta cuatro cosechas anuales, con un beneficio de hasta 4 millones de euros al año
Además, los agentes constataron que en el interior de la nave había seis personas: tres inmigrantes irregulares de nacionalidad paquistaní, dos de Costa Rica y uno más de nacionalidad china. También se incautaron unas mil plantas de marihuana en distintas fases de crecimiento, otras dos mil en germinación y más de cincuenta kilogramos de cogollos preparados ya para su distribución.
De estas primeras averiguaciones, los agentes ya pudieron determinar que lo que se había producido allí era un intento de lo que argot policial se denomina “vuelco”: un robo de droga entre narcotraficantes.
Al día siguiente fue detenido un hombre de nacionalidad española que realizaba labores de encargado de la planta. También identificaron a la persona de nacionalidad china que actuaba como cabecilla del grupo y que se había servido de un testaferro para alquilar la nave, en cuyo interior tenía un habitáculo especial para él en el que fueron encontradas dos pistolas nuevas con munición, una semiautomática y una automática con silenciador profesional.
Los investigadores descubrieron, además, que la banda había cavado un túnel en el interior de la nave hasta una calle principal para abastecerse de la línea general de suministro de energía sin levantar sospechas de un excesivo consumo en su instalación.
Sucesos
Seis de los detenidos se encargaban de cuidar la plantación y nunca abandonaban la nave
El jefe de la Brigada Judicial de la Comisaría oscense, Gabriel Atarés, ha explicado este martes que las siete personas detenidas están en libertad con cargos a la espera de juicio y que tenían perfectamente definidas sus funciones: desde los cultivadores y cuidadores de las plantas hasta los operarios de mantenimiento, todos los cuales residían las 24 horas del día en la planta a fin de no levantar sospechas.
El oficial no descarta que el grupo se integre en una red más amplia con instalaciones similares en otras ciudades de España y del extranjero. Una red que tendría organizadas vías de traslado de la droga a países como Holanda o Bélgica, donde el precio de estas sustancias es mayor, y que también se serviría de distintos medios para blanquear los beneficios obtenidos.