Los alquileres en Barcelona recuperan los precios de antes del confinamiento
VIVIENDA
La renta media se sitúa en los 979 euros mensuales, un 3% por encima que el segundo trimestre del 2020
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La bajada de precios registrada en el mercado de alquiler en Barcelona durante los meses del confinamiento estricto fue un espejismo. Entre julio y septiembre la renta media de un piso en régimen de arrendamiento ha vuelto a subir y se sitúa ya en valores similares al mes de enero, a tan solo un euro por debajo de antes de la pandemia.
El incremento en tres meses es de un 3,12% y solo hay un distrito, el de Gràcia, que experimenta una evolución negativa con un descenso en los precios de casi el 2%. Así las cosas, un piso de alquiler en Barcelona cuesta al mes 979,42 euros, 30 euros más que en abril, según los datos elaborados por la Generalitat a partir de las fianzas depositadas en el Institut Català del Sól (Incasòl).
Repunte de contratación
Este incremento de las rentas ha venido acompañado también de un aumento en el volumen de la contratación. Durante el segundo trimestre del año el mercado se hundió por la imposibilidad de realizar nuevas operaciones a consecuencia del encierro de la población. Ahora la situación se ha recuperado considerablemente también a niveles similares de antes de la crisis sanitaria.
Así se han pasado de registrar 5.801 nuevas firmas entre abril y junio a las 11.055 de julio a septiembre. También debe tenerse en cuenta que las cifras de los tres primeros meses se vieron afectados por 15 de confinamiento, en los que tampoco se efectuaron contrataciones.
El director del Incasòl, Albert Civit, explica que este incremento del valor del alquiler está estrechamente relacionado con la demanda existente sobre la tipología de los pisos. Los más baratos y pequeños, según explica, no han bajado los precios porque continúan siendo los más demandados. En cambio, sí que han bajado de valor las viviendas de alquiler de mayor tamaño, aquellas que alquilaban estudiantes para compartir o de familias numerosas. “Este tipo de residencias han sufrido una reducción, pero las otras que están tan demandadas porque al final son más económicas no han moderado los precios”, señala.
La oferta de los apartamentos turísticos
Sobre la irrupción de las residencias de uso turístico en el mercado que ha contribuido a incrementar la oferta del alquiler, Civit señala que no se trata tampoco de un producto económico, ya que estas acostumbran a estar amuebladas y se alquilan por precios que no suelen ser baratas. También explica que durante el segundo trimestre el mercado se hundió por completo, así que se preveía una cierta recuperación.
Lo cierto, es que la zona más cara de la ciudad continúa siendo Sarrià-Sant Gervasi, mientras que la más económica es Nou Barris. Este último distrito ha resultado el más inflacionista con un incremento medio de las rentas del 9,21%. Además siete de los diez distritos se sitúan por debajo de la media de precios de Barcelona.
Negociación de las rentas
El gerente de la Cambra de la Propietat de Barcelona, Óscar Gorgues, dice que quienes están alquilando ahora no han bajado su presupuesto y alquilan pisos de mayor calidad, mientras que aquellos que no tiene recursos no se cambian de vivienda porque no pueden y se alquilan menos pisos baratos. Esto a su parecer hace que los precios estadísticamente no bajen y cambien la estructura del mercado de alquiler barcelonés. Gorgues refiere que las rentas se están negociando, no a grandes niveles, pero se está haciendo actualmente.
La opinión de los inquilinos
Para el portavoz del Sindicat de Llogateres, Jaime Palomera, los precios se han recuperado porque los propietarios se resisten a bajarlos. “Prefieren mantener los pisos vacíos a la espera de ver cómo evoluciona la situación económica en los próximos meses”, apunta.
En su opinión, la demanda se ha resentido porque en Barcelona no hay estudiantes, ni trabajadores extranjeros, que eran un colectivo importante que nutría los pisos de alquiler. Además las familias han visto reducidas sus expectativas económicas e ingresos. “A esto –dice– se le debe sumar la entrada en el mercado del arriendo de los apartamentos turísticos que ha aumentado la oferta que había antes”. Por eso, dice que la situación actual echa por tierra el mantra de ciertos sectores inmobiliarios que dicen que el mercado se regula solo. “En este escenario con menos demanda y más oferta de pisos en alquiler los precios deberían bajar, pero no lo hacen”, lamenta.
Los precios reflejados en el tercer trimestre del 2020 dejan al margen la entrada en vigor a finales de septiembre de la ley de regulación de los precios del alquiler impulsado por la Generalitat. No será hasta conocer la evolución de los últimos tres meses del 2020 cuando se podrá analizar el efecto de la normativa que está recurrida ante el Tribunal Constitucional