Loading...

“Mire al cielo y a las estrellas tan a menudo como pueda”

Tengo 66 años. Vivo entre París y Bretaña. Casado. Tres hijas. Me he jubilado del hospital Sainte-Anne , y ahora intervengo en radio y televisión sobre psicología. En las democracias las disputas y la violencia nos impiden avanzar. Soy católico. No sé si Dios existe, pero cuando rezo me siento mejor y soy mejor persona

Christophe André,psiquiatra; nos habla sobre la importancia del consuelo

Enséñeme a afrontar la adversidad.

Empiece por aprender a aceptarla porque la vida es difícil: consiste en nacer, envejecer, sufrir y morir. Vivir es perder.

¿Me pongo a llorar?

Existen periodos y momentos de felicidad y consuelo, y eso hace que la vida sea increíble, pero hay que aceptar el sufrimiento para que los momentos de felicidad brillen.

Usted padeció un cáncer de pulmón.

Marcó mi vida. Me encontré frente a la adversidad, y me pareció muy injusto porque nunca había fumado.

Aquí está.

Se dieron dos circunstancias favorables: por suerte, se me pudo extirpar ese pulmón, y la segunda es que yo era psiquiatra y tenía recursos para enfrentarme a la enfermedad.

¿Qué recursos?

La capacidad de pensar de manera ordenada, la disciplina de meditar, y tenía a mi familia y amigos que me acompañaron.

Una adversidad como esa cambia las prioridades­.

Cuando salí de recibir el diagnóstico, no llamé a mi mujer, ni a mis amigos médicos, sino que me senté en un banco y medité: “Respira, escucha el piar de los pájaros, siente el viento acariciar tu piel. ¡Siéntete vivo!”.

¿Y?

Cuando volví a la realidad, sentí la tristeza por dejar de vivir después de tomar conciencia de lo bonito que es estar vivo, pero estaba sereno.

El tratamiento es duro.

Te sientes muy frágil, basta con que un médico o sanitario no sea amable para que te entristezcas, pero cuando tienen una palabra amable, uno siente el consuelo, y ese consuelo te da fuerza para seguir adelante.

Entendió en profundidad la importancia del consuelo.

Como médico mi objetivo siempre había sido curar, arreglar las cosas, no había entendido la importancia que tenía el consuelo cuando hay algo que no puede solucionarse.

¿El cariño es medicina?

En mi caso creo que sin ese cariño hoy no estaría vivo. El consuelo no es una solución a un problema, pero es una ayuda indispensable para enfrentarse al problema.

¿Te puedes consolar a ti mismo?

Es esencial. Cuando te sientas en un parque y observas, hueles y sientes la naturaleza que te rodea, y ves como los niños juegan y los perros a su vez corren y juegan, permites que la vida a tu alrededor se haga más grande y, así, tus problemas más pequeños.

Entiendo.

Mire al cielo y a las estrellas tan a menudo como pueda, porque el consuelo es un movimiento vasto y profundo que necesita espacio abierto.

Hay que conectar con la vida.

Sí, aunque eso no solucione tu problema. Eso es el autoconsuelo. El problema de la sociedad moderna es que cree que existe una solución para todo, y eso es una fantasía.

Mirar las estrellas reduce el cortisol.

Eso muestran los estudios científicos: cuando pedimos a personas angustiadas o con ansiedad que sencillamente miren a lo lejos, inmediatamente se reduce su cortisol en la saliva. La contemplación nos aporta nutrientes psíquicos esenciales.

Es un consuelo.

A veces cuesta mucho aceptar que cosas muy sencillas pueden tener consecuencias tan importantes, y el consuelo es una de ellas.

El consuelo propone, susurra.

Sí, nunca levanta la voz. Lo importante es la presencia, estar ahí: demostrar nuestro cariño y proponer acciones; ayudar a hacer esas tareas que se le hacen una montaña... Las personas en situaciones complicadas tienden a encerrarse en sí mismas y a paralizarse.

¿El movimiento también es medicina?

Sí, y la naturaleza, sonreír aunque no tengas ganas, la aceptación del amor de los demás y la compañía de un animal para las personas que los aman. Le contaré una historia.

Adelante.

Yo no era fan de los perros y, cuando tuve el cáncer, sentado en la playa mirando el mar, veía a los perros y sus amos pasear por la orilla y quedé completamente impresionado con la felicidad que transmitían esos perros.

La alegría de vivir.

Para mí fue un consuelo extraordinario, algo que me dio mucha energía para enfrentarme a la enfermedad. Es importante entender que estas cosas tan sencillas, como respirar profundamente, funcionan si somos receptivos y no nos encerramos en nuestro dolor.

¿Debes acostumbrarte a tus heridas?

Has de llegar a amarlas porque es la aceptación de la vida que has tenido.

¿Algún consejo para quien está perdido?

En tiempos difíciles, haz algo antes que nada. No estés solo, escoge siempre el movimiento a la inacción; el vínculo a la soledad, y esfuérzate por mantenerte en vida porque en algún momento la vida vendrá a rescatarte.

Lee también