“Te juegas la vida en cada acto”
Tengo 51 años. Soy de Buenos Aires. Soy divulgador de la filosofía. Estoy casado y tengo tres hijos, Maia (21), León (19) y Teo (8). Soy de izquierdas populares, esto es, peronista. Soy un agnóstico de origen judío y descreo de toda iglesia, siempre son un negocio
Los pobres
“Y cada acto es político”, me dice Darío al despedirnos. Cada decisión (en casa, en la cama, en la oficina, en la calle, en la escuela) conforma la realidad política: ahí la fuerza del poder es mayor, por sinuosa, invisible. Darío ayuda a reflexionar desde Filosofía en once frases (Ariel): axiomas de grandes filósofos clásicos en el asfalto de hoy. En Argentina es un astro del rock de la filosofía, con su programa de televisión Mentira la verdad, en radio, teatros... Es profesor de Filosofía en la Universidad de Buenos Aires, y quiere despojarla de solemnidad y compartirla. Es hincha del Estudiantes de La Plata: “Somos resultadistas, los pobres no podemos permitirnos no serlo”.
Tiene usted un apellido imposible.
Es un apellido judeopolaco, y es fácil. Se lo explico.
A ver.
Pártalo en dos partes. La primera, Sztajn..: la sz suena sh, y la j suena i.
Shtain.
Muy bien: es la voz yiddish para stone.
¿Piedra?
Piedra, sí. Segunda parte: ...szrajber. Pronuncie igual la sz y la j...
Ajá: schraiber, me sale.
Muy bien: es la voz yiddish para writer.
¿Escritor?
Escritor, sí. Mi apellido significa “el que escribe en la piedra”.
¡Sugerente!
Quizá un antepasado mío esculpía lápidas sepulcrales...
O las tablas de la ley de Dios.
No tanto, no tan rápido, que mi nombre es Darío: “el que busca”, en persa.
¿Y si busca no esculpe mandamientos?
Busca porque no sabe. No sabe, busca y por eso pregunta: las preguntas no se agotan.
¿Eso es filosofar?
Eso es filosofar, y eso hago: filosofar en público, filosofar en mis programas de televisión y de radio, en teatros y en libros.
¿Cuándo empezó?
De niño hacía preguntas sobre religión, sobre Dios... Un amigo de mis padres me dijo: “Lee filosofía”. Le pregunté: “¿Qué es filosofía?”. Me dijo: “Como la religión, sin Dios”.
¿Es así?
Claro: buscas el fondo... aun sabiendo que, en el fondo, no hay fondo.
¿No hay nada?
Hay lo que la cultura crea: la mitología, la religión, la imaginación crean fondos. Todo es ilusorio, claro, todo es imaginario.
¿Necesitamos un fondo para hacer pie?
Tanto como deconstruirlo y ver las piezas.
Insaciables, los humanos.
Filosofar es rascarse donde no pica.
Y acaba picando, claro.
Nacemos para morir. Mejor que pique a vivir anestesiado. El poder inyecta anestesia.
¿Qué filósofo le ayuda a sentir picores?
Jacques Derrida: sostiene que todo es lenguaje, que la palabra crea. El poder la usa.
Señáleme a otro filósofo que escueza.
Paul B. Preciado sostiene que la libertad pasa por desidentificarte, sacudirte identidades de patria, nación, etnia, familia, género... ¡Son cárceles conceptuales, todas!
Dígame una frase para rascarme.
He elegido algunas de viejos filósofos y las traigo todas a nuestro presente cotidiano. Heráclito (siglo VI a.C.): “No puedes bañarte dos veces en el mismo río”.
Entiendo que todo está cambiando sin cesar, ¿no?
Hasta el punto de que eres siempre otro: esto te enseña la otredad en ti mismo.
Y contra esto, va Dios y nos dice: “Soy el que soy”.
Metáfora de lo fijo, absoluto, ensimismado, cerrado. La subvierto para que Dios sea metáfora de lo sobrante, lo que no encaja, la pieza suelta, un resto: “¡Soy el que abre!”.
“Ama y haz lo que quieras”, dijo san Agustín.
Sí, y así daba bula al devoto de Dios: ¡hasta podía pegar a la esposa! Yo la formulo contra la monogamia y contra los celos: “Porque te amo, haz lo que quieras”. ¡Eso sí es amar!
Thomas Hobbes: “El hombre es lobo para el hombre”.
Criminaliza la naturaleza, ¡pobre lobo! Y nos pinta malvados de nacimiento. ¿Lo somos? Hobbes es el filósofo que gusta al poder para justificar leyes, multas, castigos, porras...
Angelitos tampoco somos...
Bien lo sabía Walter Benjamin: “Todo documento de cultura lo es también de la barbarie”, dijo, aludiendo a que otras muchas alternativas han caído sacrificadas...
¿Qué pretendía decir Nietzsche con su “Dios ha muerto”?
Que la metáfora de Dios ya no sirve. Lo que le decía: que en el fondo... no hay fondo.
“Nietzsche ha muerto”, rezaba una pintada en un muro, con firma: “Dios”.
El humor filosofa, porque subvierte, cuestiona... Si mi equipo de fútbol pierde, pienso: “¿Por qué me pongo malo por veintidós tipos pateando un trozo de vaca muerta?”.
¡Es verdad! Un vegano no debiera ver fútbol...
Pero fascina, como a Marx le fascinaba del capitalismo su capacidad de degradarlo todo: “Todo lo sólido se desvanece”, dijo. Es verdad, lo más sagrado es lo profanado.
“Pienso, luego existo”, proclamó René Descartes...
No hay modo de dilucidar si la realidad es sueño o vigilia, así que Descartes decide que en la medida en que está pensando, ¡existe!
Muy bien, pero pensar y pensar y pensar, ¿para qué?
Buena pregunta...
Porque si ya hemos entendido que vamos a morir, sí o sí...
La filosofía no te evita la muerte, dijo Platón, pero ¡te prepara para la muerte!: la filosofía te ejercita ante lo inevitable.
Algo es algo.
Es todo. Te juegas la vida. En cada acto.