México se compromete a acoger a los deportados de Estados Unidos

Nueva era en Estados Estados Unidos

“Los recibiremos como héroes, que es lo que son”, dice la presidenta Sheinbaum

Volunteers talk in a tent along a border wall separating Mexico from the United States Wednesday, Jan. 22, 2025, in San Diego. (AP Photo/Gregory Bull)

Migrantes en tiendas de campaña en el lado estadounidense de la valla con México, en San Diego

Gregory Bull / Ap-LaPresse

Frente al ejercicio deshumanizado del poder por Donald Trump –hasta el Papa ha dicho que “las deportaciones son una tragedia”, mientras que la obispo protestante Mariann Budde le pidió “tener compasión”–, la presidenta mexicana Claudia Sheinbaum replicó a esa política con la cara de la amabilidad.

“¿Qué hacemos nosotros con los deportados? Apoyarlos legalmente y recibirlos en México con el programa México te abraza y tratar de orientarlos a distintos lugares y, en caso de que haya una persona que no es mexicana en la frontera, pues también le damos apoyo humanitario”, subrayó en rueda de prensa ante el anuncio de las medidas antiinmigración anunciadas por su homólogo estadounidense nada más acceder de nuevo a la Casa Blanca.

Casi 11 millones de los indocumentados son mexicanos y aportan 65.000 millones a las arcas de su país

Esas deportaciones masivas previstas en el vecino del norte preocupan, y mucho, en México. Casi la mitad de los once millones de indocumentados que se hallan en Estados Unidos son de nacionalidad mexicana.

Además, sus remesas representan casi el 4% del producto interior de ese país. Solo en el 2024 habría recibido una cantidad récord, en torno a los 65.000 millones de dólares. Esas deportaciones pueden ser un golpe muy duro a la economía mexicana, ya frágil de por si.

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Sheinbaum, con tono conciliatorio, no quiso discutir con Trump –“es nuestra responsabilidad”– en sus primeros días de presidencia. Prefirió no poner objeciones a esa iniciativa del mandatario republicano de que los buscadores de asilo se queden a la espera en el lado mexicano de la frontera hasta que sus casos lleguen a los tribunales de inmigración asignados en EE.UU. Pero nada más tomar posesión, Trump anuló el sistema de citas que estaba vigente y dejo a muchos en el limbo.

La presidenta remarcó que no apoya la controvertida política resucitada por Washington denominada permanecer en México , una vez que Trump decretó el cierre fronterizo alegando que los cruces de las personas sin documentos suponen una amenaza a la seguridad nacional y una emergencia a la salud pública. Esta política ya la aplicó en su primer mandato, lo que obligó a muchos inmigrantes que solicitaba asilo a permanecer en México hasta que lest tocara turno. Esta política fue una bendición para los miembros de los carteles de la droga, que extorsionaron, secuestraron y violaron a esas personas en la espera, según grupos de derechos civiles.

En este proceso de cosificación, el Departamento de Seguridad Nacional vuelve a aplicar la palabra alien a los inmigrantes sin papeles, una vez derogadas las políticas de diversidad, igualdad e inclusión. Alien , que significa extranjero, tiene una connotación denigrante.

Desde México, Sheinbaum aseguró que su país tendrá “un gesto humanitario”, y que trabajarán para acoger a sus compatriotas y repatriar a sus países a los que sean de Centroamérica o de cualquier otro lugar.

“Tenemos que evitar la confrontación”, sostuvo la líder izquierdista. “Al mismo tiempo, tenemos que comportarnos como iguales, nunca subordinados. Defender nuestra soberanía, nuestra independencia y defender México”, afirmó.

“No es nada nuevo”, reiteró al considerar las políticas migratorias de Trump.

Pero ante el peligro en el que se encuentra ahora millones de mexicanos que viven y trabajan en EE.UU. –la presidenta también criticó que no podrán estar seguros ni en los hospitales, las escuelas o las iglesias–, Shinbaum lanzó un mensaje de calma. “No estáis solos”, dijo.

“Sois los héroes y las heroínas de la patria, así es como os vamos a tratar”, recalcó.

En sus palabras expresó la esperanza, que algunos califican de ilusoria, de que esa amenaza no se concrete o se aminore porque la contribución de los inmigrantes a EE.UU. atemperará la agenda de expulsiones.

“Los mexicanos en Estados Unidos aguantan una buena parte de la economía estadounidense”, dijo Sheinbaum.

Sin embargo, ciudades santuario como Chicago, Denver o Nueva York se preparan para la acción de los agentes federales, la llamada migra . Así es Trump, pacificador en el extranjero y guerrero en el interior del país.

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