Biden dejará a Ucrania usar misiles de largo alcance contra Rusia
Mil días de guerra
La aprobación llega tras un ataque masivo sobre el sistema energético de Ucrania
Rusia lanza un misil balístico intercontinental contra el centro de Ucrania
Una de las peores oleadas de misiles sobre Ucrania desde la invasión rusa a gran escala hace mil días (se cumplen mañana) parece haber cambiado el guion en la Casa Blanca de los últimos días de Joe Biden. Solo lo parece porque una decisión así, que lleva meses demorándose, difícilmente se tomaría solo por lo ocurrido en la madrugada de ayer, cuando Rusia disparó 120 misiles y 90 drones para destruir la red energética ucraniana.
Pero, sea como fuere, el presidente norteamericano dio ayer mismo, unas doce horas después del ataque masivo ruso, permiso a los ucranianos para utilizar el sistema de misiles ATACMS contra territorio de Rusia.
Uso con condiciones
El permiso de Biden se limita a su uso en la provincia rusa de Kursk, que en parte está ocupada por las tropas ucranianas
Definidos como de largo alcance, estos misiles tienen un radio de acción de unos 300 kilómetros, lo que serviría, según Kyiv, para castigar objetivos al interior de Rusia, salvaguardando así mejor las fronteras ucranianas. El permiso de Biden se limita, sin embargo, a su uso en la provincia rusa de Kursk, hoy ocupada parcialmente por tropas ucranianas. Falta saber dónde se situarían exactamente las baterías de misiles, pero no deja de resultar paradójico que Biden apruebe su uso justo contra una provincia rusa invadida...
El pretexto, según publicaba ayer The New York Times citando fuentes oficiales de Washington, es la presencia de tropas de Corea del Norte y la necesidad de “enviarles un mensaje a los norcoreanos y decirles que sus fuerzas son vulnerables y que no deberían enviar más” a Rusia.
Precisamente ayer, Sevgil Musaieva, directora de uno de los grandes medios de prensa de Kyiv, Ukrainskaya Pravda , decía a La Vanguardia que “por supuesto, Corea del Norte no está luchando contra Ucrania, no les importa Ucrania, ellos luchan contra nuestros aliados occidentales, luchan contra Estados Unidos y ven esta guerra como una guerra contra Occidente”. Ucrania, según ella, está siendo parte de una confrontación que incluye también a Irán y China en favor de Rusia
El permiso para usar los ATACMS se limita a la provincia rusa de Kurks, donde actúan tropas norcoreanas
Sevgil Musaieva no había dormido la noche anterior, al saber que la oleada de misiles sobre Ucrania alcanzaba grandes dimensiones. Era algo que de todos modos se esperaba, no es la primera vez que Rusia lo intenta ni será probablemente la última. A medida que el invierno se acerca, el movimiento en el campo de batalla se irá ralentizando, por tanto es el momento para los invasores de castigar la capacidad de resistencia de la población, y la capacidad de los medios de producción ucranianos, dejando al país sin energía.
Así ocurrió en el invierno de 2022-2023, pero ahora Rusia parece disponer de más misiles (Corea del Norte suministró 200 en septiembre, según fuentes oficiales ucranianas), más drones iraníes y de fabricación propia, y utiliza también las llamadas bombas planeadoras, que no son otra cosa que artefactos explosivos normales a los cuales se les han adaptado alas.
En la madrugada de ayer, 120 misiles y 90 drones se abatieron sobre una docena de regiones del país, incluida la de la capital, donde a las seis de la mañana se pudo escuchar el estruendo de un misil derribado por la defensa aérea. 102 misiles y 42 aviones no tripulados fueron abatidos, el resto de estos últimos se perdieron , término con el que se describe el efecto de las contramedidas electrónicas antidron... o cualquier otra causa por la cual no se sabe nada más de ellos. El presidente, Volodímir Zelenski, anunció estos datos citando a la defensa aérea, que incluye ahora los aviones F-16 occidentales para el cometido de interceptar misiles.
Un ataque voraz
Rusia echó mano de toda su panoplia de misiles, balísticos, de crucero e incluso hipersónicos, algunos lanzados desde el Mar Negro
Rusia echó mano de toda su panoplia de misiles, balísticos, de crucero e incluso hipersónicos. Algunos fueron lanzados desde buques en el mar Negro, los mismos que llevan días atacando Odesa y, en particular, Mykolaivv, y otros desde bombarderos estratégicos Tupolev Tu-95, que actúan cómodamente desde muy al interior del espacio aéreo ruso. El despegue de hasta 17 de ellos fue detectado pocas horas antes. Por dos veces en poco más de una semana se supo de su presencia en vuelo en dirección a Ucrania pero no ocurrió nada, tal vez porque se trataba de ensayos.
Sin embargo, este tipo de noticias, que llegan por canales de la red social Telegram de fuentes oficiales u oficiosas, crispan los nervios de la población, que sufre una inquietante alternancia entre jornadas de ataque y otras de calma, aunque desde luego no es así en todas partes. La presencia de los drones Shahid iraníes (o su versión rusa, Guerán) es constante; no constituyen una amenaza gravísima, gracias a la labor de la defensa aérea, pero provocan en ella tensión y desgaste.
El ataque de la madrugada de ayer fue prácticamente simultáneo entre drones y misiles, diez horas de sobrevuelo de los primeros y dos horas de proyectiles de gran calibre. En Kyiv, ciudad bien defendida, la alerta duró cinco horas. El único incidente fue el incendio de un tejado de una casa baja por los restos de un dron abatido, que provocó dos heridos.
En la madrugada de ayer, 120 misiles y 90 drones se abatieron sobre una docena de regiones del país
Las víctimas en todo el país se limitaron a siete muertos y 19 heridos. Otra cosa es el impacto sobre el sistema energético de Ucrania, que depende ahora prioritariamente de dos centrales nucleares (Kyiv se abastece de una de ellas) y de importaciones de electricidad de la Unión Europea. No cabe esperar que Rusia ataque una central nuclear, especialmente cuando es más sencillo hacer blanco en los transformadores.
El ministro de Energía, Herman Halushenko, comunicó ayer que “hay otro ataque masivo al sistema eléctrico (...) El operador del sistema de transmisión introdujo urgentemente el modo de cortes de energía de emergencia. Siempre que es posible, los rescatistas y trabajadores de la energía ya están trabajando para eliminar las consecuencias. ¡La luz vencerá!”