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La UE ofrece a Kyiv 35.000 millones en préstamos financiados por activos rusos

Guerra en Europa

Von der Leyen: “Rusia debe pagar por la reconstrucción de los daños que causa”

Von der Leyen, rindiendo ayer homenaje en Kyiv a los caídos

Christoph Soeder / EFE

La Unión Europea sigue adelante con el plan pactado en el G-7 para ayudar a la reconstrucción de Ucrania utilizando como garantía los beneficios generados por activos financieros rusos bloqueados en territorio comunitario como consecuencia de las sanciones occidentales por la invasión del país.

Aunque Washington se man­tie­ne por ahora al margen debido a sus dudas sobre la estabilidad del instrumento ideado para utilizar los fondos rusos con ese fin, la Comisión Europea ha adoptado las propuestas para que la UE pueda prestar 35.000 millones de euros a Ucrania, decisión que debe recibir el visto bueno del Consejo. “Estamos convencidos de que podremos ejecutar este préstamo para Ucrania muy rápidamente”, aseguró ayer la presidenta del Ejecutivo comunitario, Ursula von der Leyen, durante su viaje a Kyiv en una rueda de prensa con el presidente Volodímir Zelenski.

Zelenski presentará su “plan para la victoria” a Biden en EE.UU. la próxima semana: “Espero que lo apoye”

Las dudas de Washington, que en teoría debería ir incorporándose al préstamo, como de otros socios del G-7, tienen que ver con que la decisión de la congelación de los activos en sí debe ser renovada cada seis meses, lo que la expone a posibles bloqueos por parte de Hungría. Bruselas trabaja en paralelo en una propuesta para sortear ese problema y ha querido poner en marcha el préstamo sin dilación. Una vez tenga luz verde del Consejo, el dinero llegará sin condiciones específicas sobre su uso e irá directamente a las arcas públicas ucranianas, lo que liberará partidas presupuestarias para adquirir más armamento. “Nos gastaremos los 35.000 millones sobre todo en energía y defensa, y también en refugios antibombas para niños en escuelas, guarderías y universidades, ahí tenemos un gran déficit”, señaló Zelenski. “Es lo justo y lo correcto que Rusia pague por la reconstrucción de los daños que genera”, subrayó Von der Leyen.

La Comisión anunció una ayuda suplementaria de 160 millones de euros en ayuda humanitaria y proyectos energéticos. Con el frío a la vuelta de la esquina, el estado de la red energética ucraniana después de los intensos bombardeos de Rusia sobre infraestructuras energéticas críticas preocupa desde el punto de vista humanitario y de la moral de la población ucraniana, que afronta el tercer invierno en guerra en una situación especialmente precaria. Según los cálculos de la Agencia Internacional de la Energía, el país ha perdido más de dos tercios de su capacidad de producción energética. Bruselas trabaja en un plan con este organismo para reparar las infraestructuras dañadas capaces de generar 2,5 gigavatios y conectar su red eléctrica a la europea, de modo que se añada un 25% de capacidad adicional.

Washington se aparta de momento del plan por dudas sobre la estructura del instrumento financiero

Está previsto que Zelenski viaje la próxima semana a Estados Unidos para participar en la Asamblea General de las Naciones Unidas y en algún momento se reúna con el presidente, Joe Biden, y la vicepresidenta, Kamala Harris, para presentarles su “plan para la victoria”. El líder ucraniano solo avanzó que la mayor parte de las acciones “son decisiones que dependen específicamente de él” y “la buena voluntad de EE.UU.”.

El plan precisa de “acciones rápidas” por parte de los aliados de Ucrania y se basa en decisiones que deberían adoptarse “de octubre a diciembre”. “Espero que [Biden] lo apoye”, dijo Zelenski, que confirmó que también se reunirá en algún momento con Donald Trump para “entender su visión”. ¿Tiene algún plan B en caso de que su propuesta no convenza a Washington?. “Honestamente, estamos ya en nuestro plan B. El plan A era haber impedido la invasión reforzando la capacidad de Ucrania de defenderse e imponiendo sanciones preventivas a Rusia para que ni se le pasase por la cabeza una invasión a gran escala. Así que este es nuestro plan B”, concluyó.

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