Última oportunidad para Gaza: la amenaza iraní y las elecciones de EE.UU. aumentan la presión
Negociaciones de alto el fuego
El esperado ataque iraní a Israel y las elecciones en EE.UU. acortan el margen a la paz
Asesinado un palestino en una incursión de 50 colonos israelíes en una aldea de Cisjordania
Doha acoge estos días la última ronda de conversaciones para alcanzar un alto el fuego en Gaza, donde ya han fallecido 40.000 personas, según el ministerio de Salud de la Franja, controlado por Hamás.
La negociación llega en un momento crucial para la región, con la amenaza de un ataque por parte de Irán a Israel si esta falla de nuevo. Se trata, además, de la última oportunidad de la Administración Biden para conseguir un acuerdo antes de las elecciones estadounidenses del próximo noviembre.
El gran ausente es Hamas, que exige negociar a partir de la propuesta de Biden rechazada por Israel
Una delegación israelí encabezada por David Barnea, director del servicio de espionaje Mossad, aterrizó ayer en la capital de Qatar para reunirse con el primer ministro, Mohammed bin Abdulrahman al Tani; el jefe de inteligencia egipcia, Abbas Kamel; y el director de la CIA, William Burns, quien representa a Estados Unidos. Todos ellos han ejercido de intermediarios desde el inicio del conflicto.
Sin embargo, el gran ausente en la mesa es Hamas, que horas antes anunció que no enviaría a su negociador habitual, Khalil al Hayya, pero que se mantendría informado de las discusiones a través de los mediadores, según informaron diversos miembros del grupo a Bloomberg. “Comenzar nuevas negociaciones permite a la ocupación (israelí) imponer nuevas condiciones y utilizar el laberinto retórico para llevar a cabo más masacres”, aseguró un alto cargo del grupo palestino, Sami Abu Zuhri, a Reuters.
El documento preliminar prevé una tregua inicial de seis semanas previo a una retirada de Israel de las zonas más pobladas de Gaza
Por ello, Hamas propone trabajar sobre el plan de paz en tres fases presentado por el presidente de Estados Unidos, Joe Biden, el pasado 31 de mayo, que fue aceptado por Hamas y finalmente rechazado por los israelíes. El documento, que se hizo público en su momento, prevé una tregua inicial de seis semanas, seguida de una retirada de tropas israelíes de las zonas más pobladas de Gaza. Plantea, además, la liberación de los rehenes capturados en Gaza durante el ataque del 7 de octubre a cambio de al menos 100 prisioneros palestinos.
Tras diversas horas de reunión a puertas cerrada en Doha, el portavoz del Consejo de Seguridad Nacional estadounidense, John Kirby, calificó el inicio de las discusiones como “prometedor”, y agregó que se espera que continúen el viernes y que “aún queda mucho por hacer”. “Necesitamos ver la liberación de los rehenes, alivio para los civiles palestinos en Gaza, seguridad para Israel y una reducción de las tensiones en la región, y necesitamos ver esos resultados lo antes posible,” agregó.
El acuerdo se enfrenta a los mismos retos que en las anteriores rondas. Por una parte, Israel insiste en “luchar hasta que Hamas sea totalmente destruido”, mientras que el grupo islamista exige que cualquier alto el fuego sea “permanente” y que el ejército israelí se retire.
Diversos medios hebreos han apuntado al primer ministro israelí, Beniamin Netanyahu, como uno de los principales obstáculos en las negociaciones, por su reticencia a abandonar la Franja. Por la parte de Hamas, su nuevo líder, Yahya Sinwar, también ha expresado una opinión mucho más beligerante que su antecesor, Ismail Haniyeh, asesinado en Teherán el 31 de julio, lo que complica aún más la tarea de los mediadores.
Tras diversas horas de reunión, el representante de EE.UU. calificó el inicio de las discusiones como “prometedor”
En represalia por la muerte de Haniyeh, Irán y su aliado en Líbano, la milicia chií Hizbulah, han prometido un ataque contra Israel, amenaza que se ha dilatado a lo largo de las últimas semanas y que mantiene a los países de la región bajo tensión constante. Sin embargo, diversas fuentes del Gobierno iraní aseguraron a Reuters que el denominado eje de la resistencia podrían replantearse la ofensiva si hay acuerdo en Doha.
En Beirut, el miércoles, el enviado estadounidense Amos Hochstein en el país dijo que un acuerdo en Gaza “también ayudaría a facilitar una resolución diplomática aquí en Líbano y evitaría el brote de una guerra más amplia”. Pidió “aprovechar esta ventana para la acción diplomática y las soluciones diplomáticas” y aseguró que “el momento es ahora”.
Abas afirma que irá a Gaza “aunque me cueste la vida”
El Parlamento turco ovacionó ayer al presidente de la Autoridad Palestina, Mahmud Abas, quien anunció en un discurso su intención de viajar a la franja de Gaza. “Iré, aunque me cueste la vida”, aseguró el líder de la facción palestina Al Fatah, de 88 años. El objetivo del viaje es, según él, intentar poner fin a los bombardeos de Israel sobre la Franja, ya que considera que la única manera de obtener la paz es por medio de la negociación política. “Mi vida no tiene más valor que la del niño más pequeño de Gaza”, dijo ante los miembros de la Cámara, aunque no especificó la fecha de su visita. Pese a haber sido muy crítico con Hamas, Abas dio su apoyo a la reconciliación entre los islamistas y Al Fatah que tuvo lugar hace semanas en Pekín. El día anterior, mantuvo una reunión a puerta cerrada con el presidente de Turquía, Recep Tayyip Erdogan, una de las principales voces dentro de la comunidad internacional en apoyo a los palestinos y quien se ha mostrado muy duro con la ofensiva de Israel en el enclave. Tras el encuentro, Erdogan volvió a arremeter contra “el silencio de algunos países occidentales” ante el “inaceptable” número de muertos en Gaza, según expresó en un comunicado. También hizo un llamamiento a las naciones árabes para lograr un alto el fuego inmediato y garantizar la entrega sin interrupciones de ayuda humanitaria a los palestinos
En diez meses de guerra solo ha habido un alto al fuego de cuatro días que se inició el 22 de noviembre y en el que hubo un intercambio de 105 rehenes, en su mayoría mujeres y niños, a cambio de 240 palestinos presos en cárceles israelíes. Desde entonces, cualquier tentativa de acuerdo ha sido bloqueada por alguna de las dos partes.
Este último impulso diplomático llega mientras el Ministerio de Salud en Gaza, dirigido por Hamas, informara que el número de muertos en la Franja desde el pasado 7 de octubre ha superado los 40.000, a lo que se suman miles de cuerpos que aún permanecen bajos los escombros.