Orbán rechaza el “chantaje” de la UE y mantiene su veto

Estado de derecho

Los Veintisiete, lejos del acuerdo sobre la ayuda a Ucrania

Slovakian Prime Minister Robert Fico (L) and his Hungarian counterpart Viktor Orban shake hands at a press conference at Carmelita monastery, the Hungarian Prime Minister's office in Budapest, on January 16, 2024 after their official talks. (Photo by ATTILA KISBENEDEK / AFP)

Viktor Orbán con el primer ministro eslovaco, Robert Fico

ATTILA KISBENEDEK / AFP

Las negociaciones con Hungría para que conseguir que levante su veto a la reforma del presupuesto comunitario que permita destinar 50.000 millones de euros a Ucrania prosiguen, pero los Veintisiete están “lejos” del acuerdo, informaron ayer fuentes diplomáticas europeas. Budapest no se mueve y la tensión aumenta por momentos en Bruselas conforme se acerca la cumbre extraordinaria convocada para mañana para resolver la situación. El desenlace de la cita es crucial para Kyiv, que calcula que, hoy por hoy, solo tiene fondos para hacer funcionar su Administración hasta marzo.

El primer ministro húngaro, Viktor Orbán, se opone a la estrategia europea de respaldo a Ucrania frente a la invasión rusa y presenta la posición de su país sobre los fondos como “una cuestión de soberanía” nacional. “No estamos de acuerdo con esa modificación del presupuesto, pero los demás países no lo aceptan. Primero han intentado convencernos, luego hacer presión y ahora chantajearnos”, afirma en una entrevista con el diario Le Point publicada ayer .

“Con o sin Orbán, encontraremos una solución para apoyar a Ucrania”, afirma el líder polaco, Donald Tusk

“No salimos de una guardería. Si el Financial Times publica un documento así”, entonces “seguro que existe”, afirma el líder ultranacionalista húngaro en alusión a una nota interna elaborada por los servicios del Consejo Europeo que repasa posibles vías de presión económica contra Budapest en caso de que vete el acuerdo. Aunque no se trata de un “plan”, subrayan fuentes diplomáticas europeas, y no está claro que los demás países estuvieran de acuerdo en hacer gestos de boicot a la economía húngara, el mero hecho de que se haya redactado y filtrado revela la elevada frustración de la UE con Orbán. Este movimiento, no obstante, ha caído mal en algunas delegaciones nacionales, que temen que solo sirva para complicar la negociación.

De acuerdo con los informes de la Comisión Europea, Hungría es el país que más seriamente viola los valores y principios de la UE, una situación que ha llevado a la institución a mantener congelados más de 20.000 millones de euros como consecuencia de sus múltiples violaciones del Estado de derecho. Orbán sostiene en cambio que las decisiones sobre el acceso a los fondos forman parte de una “guerra ideológica” contra ciertos gobiernos y la presión diplomática para forzar que cambie de postura sobre las ayudas a Ucrania no ha hecho sino reforzar su retórica antieuropea.

Lee también

A la UE se le agota la paciencia con Hungría y se plantea retirarle el voto o boicotear su economía

Beatriz Navarro
Hungarian Prime Minister Viktor Orban holds an annual international media briefing in Budapest, Hungary, December 21, 2023. REUTERS/Marton Monus

“No se puede decir que haya habido ningún chantaje. Todos llevamos semanas trabajando como locos para llegar a un acuerdo con los 27 países. Esa nota no es más que una anécdota”, protesta un diplomático europeo, que recalca que los fondos “ni se bloquean ni se desbloquean por motivos políticos”. Su gestión, recuerda, está sujeta a reglas, y en algunos casos se aplican reglas de condicionalidad. De hecho, las últimas reformas judiciales aprobadas por Budapest permitieron a la Comisión entregarle en diciembre 10.000 millones de euros en fondos de cohesión que estaban congelados.

Hoy por hoy, Hungría sigue enrocada en su negativa a destinar 50.000 millones de euros en ayudas y préstamos a Kyiv para garantizarle así fondos suficientes para financiarse durante los próximos cuatro años. Por el momento, solo acepta trocear la financiación y revisarla de forma anual, una fórmula que los otros 26 países rechazan porque le daría nuevas oportunidades de ejercer su veto. Las conversaciones han entrado en una fase “difícil”, admiten en Bruselas. Esta vez, la imaginativa fórmula utilizada en diciembre para impedir que el veto húngaro bloqueara la decisión de abrir negociaciones de adhesión con Ucrania, pedir a Orbán que se ausentara de la sala unos minutos, no sirve pues la ampliación del presupuesto comunitario es un acto jurídico que no cabe adoptar con la abstención constructiva de un país.

Aunque existen fórmulas alternativas para hacer llegar ayuda financiera a Ucrania, todas serían más complicadas y costosas (varios países tendrían que pedir permiso a sus respectivos parlamentos), y el objetivo sigue siendo conseguir un acuerdo con el apoyo de los 27 estados miembros. Pero pase lo que pase la Unión, recalcan diferentes fuentes europeas, “estará a la altura” con Kyiv. “De una forma u otra, encontraremos una solución, con o sin Orbán para apoyar a Ucrania, pero sería preferible que se preservara la unidad europea, todos nos sentiríamos mejor así”, declaró ayer el primer ministro de Polonia, Donald Tusk.

Lee también
Etiquetas
Mostrar comentarios
Cargando siguiente contenido...