Una entrega de premios para periodistas se ha convertido en una carnicería, esta sábado por la mañana en la ciudad afgana de Mazar-e-Sharif. El atentado habría dejado una veintena de víctimas en el centro cultural chií Tabyan, que acoge también a la delegación de la agencia de noticias proiraní AVA.
El acto del Día Nacional del Periodista fue saboteado por una explosión después de un discurso y justo en el momento en que una coral infantil entonaba el himno afgano. Dieciséis informadores y tres niños figurarían entre los heridos, según la policía, que informaba en un primer momento de "al menos un muerto" -al parecer, un vigilante- aunque luego un portavoz talibán y la agencia AVA, directamente afectada, han referido dos muertes.
Hace apenas dos días, en la misma ciudad, el gobernador de la provincia de Balj, Mohamed Daud Muzamil, fue asesinado por un terrorista suicida que logró penetrar en su despacho, en la segunda planta. El atentado -que mató a otras dos personas- ha sido luego reivindicado por Estado Islámico. Dicho gobernador talibán había recibido el día anterior a dos viceprimeros ministros del régimn y, justo una semana antes, se había reunido con el cónsul de Irán en Mazar-e-Sharif, tal como tuiteó entonces (abajo) el propio consulado.
Daud Muzamil, que ocupó altas responsabilidades en Interior, es el mandatario del Emirato Islámico de mayor rango asesinado desde la caída de Kabul. Bajo la ocupación, había sido sido gobernador en la sombra de las provincias de Helmand y Farah, así como jefe de la Comisión Militar en el exilio de Quetta. En aquella época fue incluido, junto a otros seis nombres, en una lista de talibanes sancionados por el Tesoro de EE.UU. por sus vínculos con Teherán.
Tras la toma del poder y hasta hace seis meses, Daud Muzamil fue gobernador de la provincia de Nangarhar, donde hostigó a Estado Islámico en Jorasán en su principal feudo.
Ceremonia de entrega de premios
Al menos un muerto, según la policía y dos, según la agencia de noticias atacada
Mazar-e-Sharif, cerca de la frontera de Uzbekistán y étnicamente heterogénea, es la ciudad más poblada del norte y la cuarta de Afganistán. El pasado mes de abril, un atentado reivindicado por Estado Islámico mató a decenas de personas en una mezquita chií de la misma ciudad. El centro cultural y de prensa atacado este sábado contaría con apoyo financiero del consulado iraní y, de hecho, este sábado debía albergar una conferencia sobre mesianismo chií.
La Afghan Voice Agency (AVA), cuya subsede se ha visto afectada, fue fundada en Mashhad, Irán, y está orgánicamente vinculada a la organización cultural y religiosa chií Tabyan. Su sede central en Kabul fue objeto de un pavoroso atentado reivindicado por Estado Islámico, bajo el anterior gobierno, que dejó 52 muertos y más de cien heridos, la mayoría religiosos, academicos y periodistas.
Según algunas fuentes, Tabyan habría servido de puente para los miembros de la minoría hazara deseosos de combatir contra Estado Islámico en Siria. Saldrían así a la luz, una vez más, los vasos comunicantes entre la violencia en Afganistán y la violencia en Siria, donde Estado Islámico sobrevive bajo respiración asistida en algunas zonas fuera del control de Damasco.
El Emirato Islámico de Afganistán, no reconocido por ningún país, protestó ayer contra el mensaje del secretario general de la ONU según el cual 23 organizaciones armadas operan en su territorio. Por otro lado, las nuevas autoridades de Kabul se congratularon ayer de que Arabia Saudí, su principal inspirador ideológico, así como su vecino Irán, acordaran en Pekín el restablecimiento de relaciones diplomáticas.
(Abajo, lista de informadores heridos en el atentado según el Centro de Periodistas de Afganistán)