La ultraderecha alemana despierta nueva preocupación por presuntas actividades anticonstitucionales. El sector más duro del partido ultraderechista Alternativa para Alemania (AfD), denominado Der Flügel (El Ala), fue puesto ayer bajo vigilancia especial de la Oficina Federal para la Protección de la Constitución (BfV), según explicó en rueda de prensa su presidente, Thomas Haldenwang. La BfV –dependiente del Ministerio del Interior– es el organismo de servicios secretos encargado de vigilar peligros dentro del país para el orden constitucional, y para ello investiga a neonazis, extremistas de izquierdas e islamistas radicales, además de estar atento a ciberataques.
Haldenwang afirmó que la BfV considera que en el caso de Der Flügel “los indicios de anticonstitucionalidad se han traducido en certeza”, y que en este grupo dentro de la AfD se han constatado “vulneraciones de elementos fundamentales del orden liberal y democrático, la dignidad del ser humano, la democracia y los principios del Estado de derecho”.
Los servicios secretos estiman que hay en el país 32.000 extremistas de derechas, y los de Der Flügel serían 7.000
Der Flügel es obra del líder de la AfD de Turingia, Björn Höcke, uno de los protagonistas del reciente escándalo en ese land del este, cuando conservadores y ultras votaron juntos al candidato liberal a la presidencia regional, saltándose así conservadores y liberales el veto transversal a la AfD. (La crisis se cerró el pasado día 4, con la elección del candidato izquierdista.) También pertenece a Der Flügel el líder de la AfD en Brandemburgo, Andreas Kalbitz, con un pasado de vínculos con grupos neonazis.
En enero del 2019, los servicios secretos del Interior catalogaron a Der Flügel y a las juventudes de la AfD, la Junge Alternative (Alternativa Joven), como sospechosos de extremismo ultraderechista. Björn Höcke provocó indignación en Alemania hace tres años, en enero del 2017, al calificar de “monumento de la vergüenza” el memorial berlinés del Holocausto. En septiembre del 2018, Höcke desfiló con neonazis en las manifestaciones xenófobas en Chemnitz (Sajonia) tras el homicidio de un alemán por inmigrantes.
“Hoy en día sabemos que las democracias pueden fracasar si son destruidas por sus enemigos desde dentro, es la advertencia que nos lanza nuestra historia”, dijo Thomas Haldenwang, evocando así la llegada al poder del Partido Nazi. Hablando en general de la extrema derecha radical más allá de Der Flügel, el presidente de la BfV dijo que hay en Alemania 32.000 simpatizantes, de los que 13.000 estarían dispuestos a pasar a la violencia.
En realidad, Der Flügel no forma parte jurídicamente de la AfD, por lo que no hay una lista oficial de miembros. Pero Joachim Seeger, jefe del departamento de extrema derecha de la BfV, estimó que unos 7.000 militantes de la AfD (el partido tiene en total unos 35.000) se identifican con esta corriente liderada por Höcke.
Ser colocado bajo observación de la BfV (esa es la terminología exacta) implica que sus integrantes pueden ser vigilados según distintas modalidades. Así, la BfV puede realizar su vigilancia de dos maneras: recogiendo información de fuentes abiertas y accesibles, como prensa, folletos, programas y actos públicos; y/o empleando métodos clásicos de los servicios secretos, como reclutar informantes dentro del ámbito vigilado, o con autorización, intervenir correo y teléfono. Por tanto, ser observado por la BfV puede implicar una monitorización de mayor o menor calibre.