Hong Kong planea prohibir las máscaras durante las protestas
La crisis de la excolonia
Carrie Lam pretende recurrir a una ordenanza redactada en 1922, cuando el territorio todavía era colonia británica y de la que se hizo uso por última vez en 1967
Quirúrgicas, de gas o con el rostro de Guy Fawkes -el revolucionario inglés famoso por el filme V de Vendetta-, el gobierno de Hong Kong planea prohibir a partir de este viernes el uso de cualquier máscara durante las protestas, según avanzaron este jueves medios locales como el diario South China Morning Post o el canal TVB.
Para ello, el denostado Ejecutivo local de Carrie Lam, incapaz hasta la fecha de acabar con meses de agitación social y violencia, pretende recurrir a la Ordenanza de Regulaciones de Emergencia redactada en 1922, cuando el territorio todavía era colonia británica. La última vez que se hizo uso de la normativa fue en 1967, durante los disturbios más graves vividos en esta urbe hasta la fecha.
Legislación similar a otros países occidentales
De acuerdo con el texto legal, las autoridades pueden “imponer las normas que consideren deseables para el interés público” en caso de “urgencia y peligro” y sin necesidad de que sea aprobado por el Parlamento local, algo que la líder regional planearía hacer durante la reunión especial que mantendrá mañana con su gabinete. Si se confirma, Hong Kong pasará a contar con una regulación similar a la de países como Estados Unidos, Canadá, Francia, Noruega, Italia o Alemania entre otros, donde también se prohibe ocultar con máscaras la identidad de los asistentes a una manifestación.
Desde que a principios de junio comenzaran las protestas contra el proyecto de ley de extradición -a lo que luego se han ido sumando nuevas demandas-, decenas de miles de personas han salido a las calles cubriendo su rostro con una máscara, tanto para ocultar su identidad como para protegerse de los gases con los que la policía trata de dispersar las concentraciones. Con el paso de las semanas, el nivel de violencia en ambos bandos ha crecido exponencialmente, y ya no hay jornada que no acabe con duros enfrentamientos con la policía, peleas entre grupos contrarios y numerosos destrozos en estaciones de metro, comercios y avenidas.
El detonante fue la violencia del martes
Sin embargo, parece ser que el detonante definitivo para tomar esta medida ha sido el alto nivel de violencia alcanzado este martes, cuando se conmemoraba el 70º aniversario de la fundación de la República Popular China. Ese día se registraron los altercados más graves desde que comenzó la crisis.
Según datos de la policía, durante esa jornada arrestaron a 269 personas y dispararon 1.400 rondas de gas lacrimógeno (en los dos primeros meses no se lanzó ni un millar), 900 balas de plástico, 190 pelotas de goma y seis disparos de bala, incluido el que hirió en el pecho a un joven de 18 años (su estado no corre peligro y hoy ha sido acusado formalmente de provocar disturbios y asaltar a un agente).
Por su parte, los manifestantes lanzaron incontables cócteles molotov y adoquines así como líquidos corrosivos que hirieron a agentes y a algún periodista. Precisamente, hoy se confirmó que la reportera indonesia a la que le dispararon una bala de goma el pasado fin de semana ha perdido la visión de un ojo para siempre.
Ante esta situación, partidos progobierno como la Alianza Democrática para la Mejora y el Progreso de Hong Kong o la Federación de Sindicatos han demandado la imposición de medidas como la prohibición de las máscaras. “Esta ley puede tener un efecto disuasorio en algunas personas. No estamos hablando de manifestantes pacíficos, sino de personas que usan violencia ilegal”, señaló la legisladora Elizabeth Quat.
Por su parte, grupos como la Asociación de Jóvenes Policías reclamó que se imponga un toque de queda y se dé más poder legal a los agentes para retener e interrogar a los detenidos durante 90 horas (ahora el tope son 48 horas).
Pese a que la nueva regulación otorgará más poder a las fuerzas del orden para llevar a cabo detenciones, no parece muy probable que disuada a los manifestantes más exhaltados de seguir saliendo a la calle, algo que últimamente ya hacen tengan o no las marchas convocadas la autorización policial pertinente. Las manifestaciones convocadas para este mismo fin de semana serán la primera oportunidad para ver si las autoridades son capaces de implantar esta nueva medida.