¿Dónde está la “dama de la casa” de Jeffrey Epstein?

Su casa en Manhattan ha sido vendida. Su vivienda en Londres está cerrada. Y la última pista sobre el paradero de Ghislaine Maxwell se perdió por los fríos senderos de la costa del norte de Boston. En el pintoresco Manchester-by-the-Sea (Massachusetts) aparecieron decenas de medios tras una filtración que aseguraba que la mujer se escondía en una gran casa cerca del Atlántico.

Los empleados de la mansión de Epstein en Palm Beach se referían a ella como la “dama de la casa”. Esta mujer, que antiguamente perteneció a la alta sociedad británica, sería la encargada de conseguir menores para el rico magnate que el pasado 10 de agosto murió ahorcado en una cárcel de Manhattan. Pero nunca ha sido acusada formalmente de ningún delito.

La última pista sobre el paradero de Maxwell se perdió por los fríos senderos de la costa del norte de Boston

La cuestión es que, según varios medios, Maxwell no se encontraba en la casa colonial conocida como Tidewood y situada al final de un largo camino arbolado. El lugar parecía estar totalmente vacío. Desde la gran sala con vistas al mar hasta las siete habitaciones, el lugar estaba completamente a oscuras.

Las circunstancias que rodearon la muerte de Epstein siguen siendo confusas, sobre todo desde que se conoce que los dos guardias que se suponía que iban a controlarlo, según los informes, se habían quedado dormidos y falsificaron los registros para ocultar el error. Este hecho solo ha conseguido intensificar un poco más las preguntas sobre el caso.

En el barrio londinense de Belgravia, las telarañas cuelgan en los alféizares de la casa de tres pisos que los registros muestran que posee Maxwell. Vendió su casa en la calle 65 de Manhattan en 2016. Según dijeron sus abogados a un tribunal de Estados Unidos en 2017, ni ellos mismos estaban seguros de dónde estaba su residencia permanente.

Es probable que ese bajo perfil se pruebe más en las próximas semanas ahora que los fiscales han señalado que otros pueden ser acusados de ayudar a Epstein en los crímenes de los que fue acusado cuando fue arrestado el 6 de julio. “Nuestra investigación, que incluyó un cargo de conspiración, continúa en curso”, dijo el fiscal federal Geoffrey Berman en un comunicado.

En el Belgravia londinense, las telarañas cuelgan en los alféizares de la casa de tres pisos que posee Maxwell

“Los que deberían estar nerviosos son el círculo de personas potenciales que permitieron y facilitaron este comportamiento”, dijo Duncan Levin, ex fiscal federal Tucker Levin. Maxwell, de 57 años, era una figura central en el mundo de Epstein antes de declararse culpable en Florida en 2008 por dos cargos estatales de solicitar prostitución, uno de los cuales involucraba a un menor. Fueron

Fueron fotografiados juntos en eventos en Manhattan y a Maxwell se le atribuye la presentación de Epstein a la sociedad de Nueva York. Pero, en las últimas semanas, esta misteriosa mujer ha dejado incluso de responder a correos electrónicos, llamadas telefónicas y cartas en busca de sus comentarios.

A Ghislaine Maxwell se le atribuye la presentación de Epstein a la sociedad de Nueva York.

Jeffrey Pagliuca, un abogado que representa a Maxwell en varias demandas civiles, tampoco respondió a una solicitud de comentarios. Malcolm Grumbridge, un abogado de la familia Maxwell con sede en Londres, optó por no hacer ninguna declaración. El silencio alrededor de Ghislaine Maxwell es total y absoluto.

Hija menor del magnate editorial Robert Maxwell, creció en la alta sociedad inglesa. Su padre la adoraba e incluso le puso el mismo nombre a su superyate como homenaje. El progenitor murió en 1991 mientras navegaba precisamente en ese barco, Lady Ghislaine. Tras encontrar el cuerpo en las Islas Canarias, se supo que había cogido 350 millones de libras de los fondos de pensiones de Mirror Group Newspapers.

Hija menor del magnate editorial Robert Maxwell, que murió en 1991, creció en la alta sociedad inglesa

El colapso del imperio empresarial de Maxwell fue un duro golpe para su hija. El estipendio anual de 80.000 libras de su fondo fiduciario, según explicó la prensa británica, no era suficiente para mantener el estilo de vida al que se había acostumbrado la joven que por aquel entonces contaba con 29 años.

Después de llegar a Nueva York en la década de 1990, se enamoró de Epstein. Inicialmente involucrados sentimentalmente, permanecieron cerca incluso después de separarse, con el rico financiero describiendo a Maxwell como su “mejor amigo” en un artículo de Vanity Fair de 2003. Ella le ayudaba a manejar su vida.

Después de llegar a Nueva York en la década de 1990, se enamoró de Epstein

Durante años, Maxwell fue un elemento fijo en los eventos más importantes, incluida la boda de Chelsea Clinton en 2010 y la fiesta de los Oscar de Vanity Fair, donde fue fotografiada junto a Elon Musk. En 2014, dio discursos sobre su Proyecto TerraMar en las Naciones Unidas y una conferencia TedX en Charlottesville (Virginia).

Estas apariciones comenzaron a disminuir cuando comenzaron las demandas contra Epstein. Virginia Giuffre, quien afirma haber sido una esclava sexual del financiero, la demandó por difamación en 2015. La revelación de archivos relacionados con el caso el 9 de agosto hizo públicos detalles de la acusación de Giuffre contra Maxwell y figuras políticas y comerciales prominentes.

Durante años, Maxwell fue fija en los eventos más importantes, incluida la boda de Chelsea Clinton en 2010

Lo que se sabe de los negocios de Maxwell muestra que tuvo contacto con algunas de las familias más poderosas del Reino Unido. Entre 2005 y 2012 fue directora de una empresa de maquillaje británica, ahora liquidada, cuyo fundador, Jemma Kidd, es la nuera del duque de Wellington. La familia Rothschild era accionista de la empresa.

Su red, una vez poderosa, parece haberse vuelto cada vez más tenue en los últimos años. El ahora desaparecido sitio web TerraMar incluyó elogios del multimillonario Richard Branson. Ese contacto se produjo después de que Maxwell conectara su organización sin fines de lucro con Ocean Elders, un grupo de empresarios y científicos con el objetivo promover la conservación del océano.

Su red, una vez poderosa, parece haberse vuelto cada vez más tenue en los últimos años